Por Carlos Morán / Fronterizo Chiapas
Una lectora fue invitada y convocada a una reunión para escuchar el tambaleante destino de un colegio privado que nació un día en una reunión de amigos, quienes preocupados por no saber qué destino tendrían sus hijos, o mejor dicho, no querían que sus hijos se rosaran con la chusma, que se afanaron en cimentar la idea. La escuela comenzó con aportaciones de socios y se convocó a celebres catedráticos y expertos en técnicas de enseñanza para que se integrara una escuela de prestigio que formara verdaderos estudiantes con excelencia académica.Supuestamente…
Como siempre, todo quedó en intenciones y muy pronto varios catedráticos descubrieron que no requerían del talento de ellos, sino que deseaban maestritos que apoyaran a la población estudiantil para que estos fueran progresando año con año aunque no aprendieran nada. Así que en breve aquellos que iniciaron en este colegio fueron abandonándolo y se integraron catedráticos a la altura y a comodidad del colegio que ya en breve tendría sus primeros jaloneos por que el negocio estaba dejando utilidades.
Esta escuela que ganó prestigio y fama de la noche a la mañana en breve y tras la renuncia con demandas de un personaje y otros más, se quedó en manos de una mujer que hizo lo que pudo con ella al frente de la dirección. Claro que la escuela estuvo siempre en el ojo del huracán por un nefasto personaje que hizo con ella lo que quiso, sobre todo, otorgarse un sueldo de lujo con la venia del dueño o los socios.
Finalmente la última directora renunció porque supongo que, como en todo negocio, el dueño o los dueños, le exigieron resultados y no precisamente que la escuela fuera la mejor del estado y en donde se contara con los alumnos más brillantes, sino que las ganancias cada día aumentaran o al menos no mermara.
La crisis económica y el poco interés de que la escuela contara con excelentes catedráticos y que además la colegiatura fuera en aumento en cada ciclo escolar, terminaron por ir sepultando a este colegio que nació en una reunión de cuates que se juntaban cada “martes” en un famoso restaurante…
Así es, la directora recientemente renunció y algunos catedráticos están preocupados porque no saben qué va a pasar con la escuela, y claro, con la chamba de quienes ahí cobran cada quincena, ya que en cada ciclo escolar, como es lógico, cada vez hay menos alumnos.
Cuando la lectora me dijo que iría a esta reunión en donde era requerida, por lo ya expuesto, yo le pregunté con gesto inocente ¿De quién es el negocio?, Si ¿A quién le vas a engordar el caldo con tu presencia y consejos? La lectora me quedó viendo con asombro y claro, descubrió que estaba atendiendo un asunto en donde el o los dueños, deben ser los preocupados e interesados y no ella.
Finalmente es una pena que, un colegio que hasta hace varios años contaba todavía con prestigio, hoy esté apunto de cerrar sus puertas. Claro que la preocupación no es solo de esta escuela, sino también de otras instituciones particulares que padecen del mismo mal: La crisis, las altas colegiaturas y de paso, que los muchachos egresan supuestamente como profesionistas sin conseguir trabajo no porque no haya vacantes, sino porque pasan de noche la universidad “patito” y carecen de perfil, y esto ha determinado porque en muchas familias sus hijos mejor no estudien si al final terminan igual o peor.
Así que en breve podrían volver aquellos años en que las mujeres se dediquen a aprender los oficios del hogar y solo los hombres que puedan y quieran, podrán obtener un sitio en una universidad pública o pagarla en una universidad con verdaderos catedráticos que son contratados por su capacidad y no porque son los más “ofertados” en el mercado, como ocurre en donde probablemente estudia su crío y que al final con tristeza usted mismo verá que, de nada sirvió haber gastado tantos miles de pesos…
Pero si la suerte le beneficia y su hijo egresa con una licenciatura de la universidad “patito”, le ofertan que, por unos miles de pesos más se convertirá en “maestro” y con otros miles más en “doctor”. Sí, obtendrá el grado de “Doctor” aunque hable y actúe como carniceros, porque esa es la realidad que hoy vemos en muchos profesionistas con grado: “Son pero no parecen porque actúan como barbajanes…” ¿Estoy mal o me regreso? Porque si va a la universidad comprobará que el maestro está peor que el estudiante, en muchos casos…
Este es un tema bastante trillado, las universidades “patitos” cada día se ofertan más en el mercado reclutando a cuanto alumno pueden con un gran abanico de posibilidades de convertir al estudiante en profesionista y, como para un padre no existe mayor orgullo que ver a su hijo convertido en “licenciado”, que termina haciendo el sacrificio. Al final los resultados están a la vista, cientos de egresados por semestre que, quienes tienen mucha necesidad optan por aceptar la chamba de cajeros en algún supermercado porque no tienen capacidad y lo demuestran a la hora se ser examinados, aunque el padre es quien nunca sabrá la verdad y predicará la mentira de siempre “en este país no hay fuentes de trabajo”.
Hace poco me enteré de muy buena fuente que, una empresa de Holanda, estaba buscando a un Ingeniero Mecánico, de preferencia joven, sin experiencia pero que dominara el 90% del inglés. Durante casi veinte días la bolsa de trabajo estuvo buscando al candidato en Tapachula y sus alrededores y tristemente le anuncio que nunca lo consiguió.
Y así como esta oportunidad de trabajo en donde se requiere capacidad y que el profesionista haya en verdad estudiado en una universidad honesta, hay muchas y en nuestra ciudad, solo que también ya fui testigo de visitar a una empresa en donde se requería profesionistas con la leyenda “ Sí usted es de la Univer (dan el nombre completo de la universidad particular)…, favor de no perder su tiempo, no aceptamos egresados de ese instituto”
· El gran amor del Güero…este sí es amor…
En un rancho no muy lejano a la ciudad, existe una pareja de borregos que desde hace un par de años han cohabitado y copulado junto con unas gallinas pelucas, otras finas y uno que otro gallo, así como otras traviesas aves que ahí viven jugueteando todo el día en un corral encantado.
Pues bien, hasta hace poco todo marchaba como en el Paraíso Terrenal, el borrego embarazó a la borrega y las gallinas seguían siendo “pisadas” por los potentes gallos que no se conforman solo con una, como algunos hombres, sino que envidiablemente se pueden “echar” a diez y todavía rascan el piso pidiendo otras más. Hace una semana el borrego comenzó a dar muestras de estar enfermo; se le inflamó un poco el estomago y emitía unos berridos de dolor. Así que su dueña preocupada comenzó a ser guiada por el veterinario que recetó por los síntomas…
Desde hace diez días que el borrego está echado y se le ha suministrado medicamento inyectado y por vía oral, sorprendentemente vemos que su pareja, la borrega, quien parirá en breve, no se separa de él un solo momento, más que para ir a comer y ayudarlo cuando éste puede levantarse a orinar, hacer otras necesidades y comer también.
El cuidado y la atención de la borrega con el único macho que ha conocido en toda su vida, nos ha dejado en claro al veterinario, a la dueña de los borregos, a los empleados y a este irreverente que ha recogido la historia que, este amor sí es de verdad, porque al menos la borrega no actúa como otras señoras que en vez de quedarse al lado del esposo enfermo, decide irse al casino y volver cuando se le acaban las ganas o el dinero.
Claro que el veterinario al escuchar mi tesis opina que probablemente sea porque el borrego, no conoce a otras borregas, y la borrega, como no sabe nada de la vida exterior y que tampoco existen otros borregos, actúa como debiera ser el mundo de hoy si Adán no se hubiera comido la manzana que le dio la malvada de Eva.
A pesar de todo, la historia de la borrega y del “Güero”, como le llaman al borrego enfermo, nos ha dado una enseñanza a todos los que hemos estado cerca de ellos, nos ha enseñado que el amor de verdad, sincero y sin interés alguno entre un macho y una hembra, todavía existe.
Se supone que el “Güero” se va a morir a pesar de que su caso ya fue atendido por varios doctores de la región que no han podido hacer nada por él más que mantenerlo vivo. Y es que si se salva y vive otros años más, se duda que el Güero sepa corresponder igualmente con ese amor a la borrega, por lo que el final de esta historia de película debe ser como todos esperamos: El Güero se muere, la borrega viuda se queda triste pero al menos feliz porque un fruto de su amor estará a punto de florecer…
Para comentarios escríbeme a morancarlos.escobar@gmail.com
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