PRIMERA FILA
Por Rosalino Ortiz
LAS LLUVIAS.- No obstante de que este año las lluvias han sido copiosas, más incluso que en otros años, en la región del Soconusco no ha hecho tanto daño como les ha tocado vivir en otras entidades, como en Nuevo León, Veracruz y Tabasco, por ejemplo.
Debemos dar gracias los costeros que hasta hoy domingo 26 de septiembre, “allí la llevamos” de manera un tanto tranquila. Claro, no ha faltado por allí alguien que le ha tocado más difícil, pero de manera general, no ha sido para alarmar.
Lamentablemente no pueden decir lo mismo los amigos de Veracruz, y de Tabasco, que son los que más han resentido la fuerza del agua. Por eso, se ve con buenos ojos que algunas personas e instituciones, de modo altruista, estén convocando para llevar ayuda a quienes hoy están en desgracia. Hay que sumarse a ese llamado.
PIDEN PROTECCIÓN.- No obstante la pertinaz lluvia que cayó en la mañana del pasado sábado 25 de septiembre, los amigos periodistas de Tapachula, Cacahoatán, Huixtla y Motozintla se unificaron en una marcha que salió del parque Bicentenario y culminó en el parque central “Miguel Hidalgo”, la misma que sirvió para pedir al gobierno federal, protección para el desarrollo de su trabajo periodístico.
Al llegar frente a la presidencia municipal, el columnista Gonzalo Egremy Rodas leyó el manifiesto en el que se pide al gobierno federal seguridad y protección al trabajo de los periodistas y la protección de sus familiares, toda vez que esta noble labor es de mucho riesgo.
Allí, frente a la presidencia, recibió una copia del manifiesto la representante de la visitaduría de la Comisión Nacional de Derechos Humanos Ana Oliva Ramírez Coutiño, quien atestiguó la unidad de los periodistas, quienes de manera pacífica y respetuosa pidieron se les escuche y se les apoye.
DESVERGONZADOS.- No cabe la menor duda de que cuando alguien ya no sirve, o que ya se le acabaron las fuerzas, recibe una patada en el trasero y es despedido de la manera más indigna y cruel. Eso se ve en todas partes y más en los sectores populares o vulnerables, donde la clase patronal es la que manda.
A nivel nacional se puede uno enterar de lo que sucede con los dueños del dinero. El más reciente caso es de los dueños o administradores del equipo de futbol Toluca, del estado de México. Primero fue el futbolista Saturnino Cardozo, quien a pesar de que le dio varios títulos a lo choriceros con sus goles, al final le dieron una patada y adiós paraguayo.
Ahora le está tocando vivir la misma escena al portero argentino Hernán Cristante, quien por varios años ha defendido la portería toluqueña y ha sido pieza básica para que cosecharan otros títulos del futbol mexicano, pero una lesión lo alejó de la cancha en tanto se rehabilitaba.
Ahora que ya sanó, resulta que al pobre Cristante le dijeron que ya no lo querían y que se fuera a otro equipo. Es más, ni siquiera lo dejan pisar la cancha del equipo de sus amores, sino hasta que sus ex compañeros se hayan retirado de sus entrenamientos. Eso es no haber tenido leche materna.
DELPILFARRO.- El despilfarro es muy común entre la gente. Bien sea el agua, la energía eléctrica, el combustible, y hasta el dinero, se despilfarra sin conciencia alguna. Gracias a esos malos hábitos, no faltan personas que anden llorando porque tienen qué pagar fuertes cantidades cuando les llega el recibo.
El combustible, por ejemplo, sube y sube de precio cada sábado y se despilfarra sin ningún sentido. Antes, las amas de casa querían ir por las tortillas (a dos cuadras), en carro. Ahora ya no se puede hacer eso, a menos de que se goce de una solvencia económica a prueba de aumentos.
Lo mismo sucede con el agua. Los usuarios se van de espaldas cuando ven en sus recibos cuánto van a pagar, luego de haber despilfarrado (no consumido) cantidades exorbitantes del líquido. La verdad es que, aunque el organismo distribuidor Coapatap se encarga de pedir que se ahorre el líquido, los usuarios ponen oídos sordos a tal petición.
Por allí mismo va el asunto de la energía eléctrica. Conocemos casos concretos de amigos que despilfarran el fluido eléctrico, y luego ponen el grito en el cielo cuando se enteran de cuánto deben pagar, bimestralmente. De veras, hay unos que quieren vivir con muchas comodidades, pero no se ponen a pensar que vivir así, significa también que hay que pagar.
Este artículo y otros más, se pueden ver en http://www.costachiapas.com/
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