Cinismo y engaños del INAH-Chiapas

Comentario Zeta

Carlos Z. Cadena
Cinismo puro es lo único que se puede advertir en la participación que tuvo el fin de semana el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Chiapas, Emiliano Gallaga Murrieta, dentro del marco de la reunión que sostuvo con Coparmex de la Costa de Chiapas, donde dijo textualmente “que el INAH no cuenta con los recursos ni el personal para trabajar en Chiapas, ni en las zonas arqueológicas aperturadas mucho menos en las que aun están escondidas o que faltan por descubrir”. Y sobre la zona de Izapa, de una vez señaló que para esa zona ni siquiera hay un arqueólogo adscrito y que en realidad se carece de un proyecto de investigación para Izapa.

Incluso dio a conocer que el INAH-Chiapas cuenta solamente con un presupuesto de alrededor de siete millones de pesos para los gastos básicos, pero que éstos no incluye investigación, “porque se presentan los proyectos y es a nivel central donde se decide cuanto y a dónde irán los recursos”, sin embargo no dejó de reconocer a Izapa, ubicada en el municipio de Tuxtla Chico, diciendo que es un atractivo turístico, en especial para los extranjeros que llegan a la región, a través de los cruceros.

En resumidas cuentas Gallaga, se salió por peteneras , desviando la atención y cayendo en el teatro de los clásico funcionarios mentirosos, que minimizan los escenarios argumentando que no hay presupuestos, y que por la crisis no se pueden hacer varias cosas, pero el cinismo es lo que más duele, porque también dijo que ni hay para comprar terrenos en Izapa, cuando, todavía el pasado 10 de agosto, dijo textualmente en Chiapa de Corzo, que con el fin de acrecentar su área de investigación científica sobre lo que podría ser una tumba antigua de Mesoamérica de filiación zoque, el INAH-Chiapas compró cerca de siete mil 200 metros de la zona arqueológica de Chiapa de Corzo.

Explicó Gallaga, que con la medida se podrá dar –ojo- continuidad a la exploración, excavación y restauración de esas estructuras, dentro del proyecto arqueológico de Chiapa de Corzo. Dijo que la compra venta ya se finiquitó y apuntó (ojo) que ya se iniciaron platicas para iniciar el proceso de adquisición de otro terreno más para el proyecto.

O sea para la zona arqueológica de Izapa en Tuxtla Chico, no hay presupuestos, ni siquiera un arqueólogo, pero para Chiapa de Corzo, una zona de filiación zoque es más importante que Izapa, la llamada “ciudad de las estelas” donde se encuentra abandonada la estela del árbol de la vida de figura internacional, donde se aporta también la culminación de un cambio mundial el 21 de diciembre de 2012. ¿Cómo estarán de apoyados Palenque, Bonampak y Yaxchilán, que son las zonas arqueológicas que impulsa la Secretaría de Turismo de Chiapas?.

Definitivamente es una segregación total de marginación hacia la zona arqueológica de Izapa, pues el 14 de agosto de este año-cuatro días después del anuncio de la compra de terrenos en Chiapa de Corzo- otra vez Gallaga, hace público, en Tuxtla Gutiérrez, que el INAH-Chiapas, abrirá al público las zonas arqueológicas Lagartero y Plan de Ayutla, para cumplir en materia de investigación y difusión de las antiguas culturas. ¿Sabrá usted amable lector donde se encuentran estas zonas arqueológicas de Chiapas?. ¿Gallaga dice que en Ocosingo?.

Dijo que en los trabajos arqueológicos de Plan de Ayutla, se han venido efectuando de manera sistemática a partir de noviembre de 2008, con una inversión aproximada de un millón 500 mil pesos como parte de los proyectos especiales del INAH. Puntualizó que se están llevando grandes excavaciones y restauraciones en ese lugar. ¿Pues no que no había dinero para estas cosas?.

Luego entonces si hay presupuestos, pero menos para la zona arqueológica de Izapa en Tuxtla Chico, y a las pruebas nos remitimos, porque todavía hay otros apoyos a zonas arqueológicas de Chiapas con más millones de pesos, pero Izapa, sencillamente para Gallaga Murrieta no existe. Arqueología con cinismo y sospechosismo puro. Quien diga que no es discriminación también, sencillamente esta fuera de sí. Ni modos.