Comentario Zeta
Carlos Z. Cadena
En toda la vida del Soconusco, no se había observado tanta corrupción y componendas de las administraciones municipales de Cacahoatán, Huixtla y Tapachula¸ los tres municipios más importantes de la región arrastran un desquiciamiento total en sus finanzas públicas, que también son históricas ya que son denunciados por los propios regidores municipales que tienen nombres y apellidos y algo extraordinario, por los dirigentes sindicales locales, lo que enseñorea, que R. Gómez, Pilo Lugardo y Cheque Orduña, los alcahuetearon tanto desde Tuxtla Gutiérrez, que les perdonaron todo, a pesar de las pruebas fehacientes que hay en contra de ellos de sus propios cuerpos edilicios.
No se está inventando nada, las pruebas son reales, donde el caso de Cacahoatán, no solamente es la galopante corrupción, sino que en una actitud deshumanizada el edil Rolfy Gómez, creo un basurero municipal contaminando el principal afluente de un río –Iztal- que surte de agua a los municipios de Cacahoatán y parte de Tuxtla Chico, pero esta tan ensoberbecido que firmo minutas con autoridades federales de Conagua, Semarnat, Profepa, Jurisdicción Sanitaria número VII, La Samavihn Estatal, y la Secretaría de la Frontera Sur, y que hasta ahora ha violado los acuerdos, incumpliendo el pacto con esas autoridades federales y estatales.
Lo grave del caso, es que ahora el edil Rolfy y su hermano Marco Antonio Gómez, han lanzado amenazas de muerte en contra de algunos ciudadanos que presuntamente hicieron las denuncias públicas de los atentados al ecosistema del río mencionado, por lo que la situación se ha puesto tensa en aquel lugar. Ahí se confirma la actitud soberbia del Rolfy Gómez, por el proteccionismo desde Tuxtla Gutiérrez, que se da el lujo de mandar por un tubo a autoridades federales que velan por los intereses de la ecología. Sólo en Chiapas ocurren semejantes escenarios.
Otro alcalde denunciado con pelos y señales por sus propios regidores y ciudadanos es Pilo Lugardo López, que tiene a Huixtla en un chiquero, sin que le importe en lo más mínimo todos aquellos ciudadanos que confiaron con su voto por él. Más allá de las atrocidades financieras que señalaron sus regidores de los diversos partidos políticos, el munícipe también se vanagloria que desde la capital es protegido por más de algún servidor público. Es increíble y raya en el cinismo político el proteccionismo hacia Pilo Lugardo, que en su vida solamente ha tenido dos oficios vender cachitos de lotería, que no es pecado, y ser amarrador de gallos en los palenques, el pecado es que sin experiencia alguna lo llevaron a la alcaldía por alguna estrategia electorera a futuro y los resultados ahí están: Un descalabro total de la ciudad de la piedra.
El otro edil es Cheque Orduña Morga, que es el mismo símil de la denuncia de corrupción, Tanto regidores y dirigentes sindicales le han denunciados sus fechorías que se conocen, aunque hay versiones que lo más galopante de la corrupción, todavía no ha salido a la luz pública, y que no necesariamente deben ser las fuentes que rehabilitó - ni siquiera se construyeron como nuevas- el titular municipal de Desarrollo Urbano y Ecología Guillermo Ordaz, o los 80 millones de pesos de BANOBRAS, sino son otras argucias en inventos de obras públicas, creación de constructoras familiares, el clásico diezmo con arquitectos de Tuxtla Gutiérrez, y agárrese, nuevo empresario de gasolineras y otras empresas más.
Los tres ediles curiosamente priístas y los tres “metidos a fuerzas hace tres años” a las presidencias municipales, y los tres en esta pasada competencia electoral, unos viles desleales a su partido político y los tres sindicados por su propia gente de tracalerías y tretas al erario público. ¿Curioso verdad? ¿Lo sabrá Enrique Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa Patrón, y Beatriz Paredes Rangel?. Esta última podría ser que lo supiera, pero le callaron la boca.
PD: Un abrazo fraterno por al médico Hernán Betanzos, por el fallecimiento de su señora madre, quién falleció este fin de semana en el municipio de Arriaga Chiapas.
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