jueves, 28 de octubre de 2010

La rectoría de la UNACH

Asunto Público
Sergio Stahl
Largamente esperada por la multitud de aspirantes al cargo de Rector de la UNACH, la convocatoria aparecida el 25 de octubre abrió formalmente la competencia por la Rectoría de la máxima casa de estudios del Estado.En consecuencia, los aspirantes - verdaderos o ilusorios- al cargo en cuestión ya comenzaron a moverse.


Al respecto, circulan versiones variopintas. Por ejemplo, se dice que ya está amarrada la Junta de Gobierno o que ya están amarradas las propuestas de alguna de las Facultades que publican en la Convocatoria. Pero lo único cierto es que la verdadera “Junta” que resolverá este asunto de la Rectoría de la UNACH, es la que se ubica en el primer piso del Palacio de Gobierno.

Ahora bien, no está de más anotar que la Universidad chiapaneca siempre ha sido un botín político. En ese tenor, hay que recordar que algunos ex Rectores saltaron de otros cargos de poder político a la Rectoría, como ocurriera con Jorge Arias Zebadúa, que brincó de la Procuraduría General de Justicia del Estado a la UNACH, y también con Pedro René Bodegas, que de la Secretaría de Desarrollo Rural brincó a la Rectoría, o asimismo con Jorge Mario Lescieur Talavera, que del PRI estatal pasó a la Rectoría y luego a la Secretaría General de Gobierno. Todos ellos eran burócratas, sin perfil académico o trayectoria universitaria, y aunque tenían méritos institucionales suficientes, en realidad llegaron al cargo de Rector de la UNACH en premio a sus lealtades políticas.

En estos tiempos que corren, llama la atención el hecho de que “la caballada” parecer estar más flaca que en otras ocasiones, lo cual resulta extraño, dado que estamos en el tramo final del sexenio y se cuenta con un Gobernador del Estado que ha apoyado como ninguno a las universidades públicas en Chiapas.

En ese contexto, es evidente que la UNACH debe ser una institución vinculada al desarrollo de Chiapas, porque lograr los objetivos del milenio -como se lo ha propuesto el Gobernador Sabines- no es un asunto sólo del Gobierno del Estado o los Municipios, también es competencia de las instituciones de educación superior, sobre todo la universidad pública, y resulta que la UNACH hasta ahora no ha dicho “esta boca es mía” ante tan grandes retos de orden social.

En realidad, es muy lamentable que la vinculación social que se hace en la UNACH no sea más que proyectos para puntajes de quienes aspiran a una plaza de tiempo completo, mientras se olvida una real vinculación con temas graves como la marginación, la pobreza, el cambio climático y la generación de oportunidades para los jóvenes. En ese tenor, la gestión de Angel René Estrada Arévalo ha resultado un fracaso rotundo.

Respecto de “la caballada” que ya galopa rumbo a la Rectoría de la UNACH, Los nombres de los competidores que más se mencionan corresponden a personajes de adentro de la propia Universidad y a aspirantes de afuera.

Entre los primeros se mencionan al actual Secretario General de la UNACH, Hugo Armando Aguilar Aguilar, quien “suspira” desde hace rato para ser el sucesor de Estrada Arévalo, y está vinculado a cierto grupo del Palacio de Gobierno; el Director de la Escuela de Derecho Miguel Ángel Yáñez, quien es promovido por su pariente la Ministra de la Suprema Corte, Margarita Beatriz Luna Ramos.

Y los de afuera que se mencionan con insistencia son: Julián Domínguez López Portillo, ex profesor de la Iberoa, donde al parecer fue maestro del actual Gobernador del Estado y de alguno de sus colaboradores ; Blanca Ruth Esponda Espinosa, abogada de la UNAM con un Doctorado en Alemania, experimentada y con destacado curriculum y fuertes relaciones políticas, y Plácido Humberto Morales Vázquez, actual Secretario de Pesca y Acuacultura, de activa trayectoria académica en la UNAM y vínculos con la UNACH, en quien coinciden dos cualidades: la política y la académica. Plácido Humberto es recientemente mencionado junto a Jaime Valls Esponda como serios aspirantes al cargo que cuentan con buen perfil y gozan del apoyo del factor real de poder en Chiapas.

Además de ellos, también se mencionan los nombres de siempre: Fernando Álvarez Simán, Jorge López Arévalo, Jorge Mario Lescieur Talavera y otros más que no tienen realmente posibilidades pero se les incluye en la lista en esta hora de los acomodos.

A la vista están ya pues los nombres de los aspirantes a la Silla de la UNACH. Sea quien fuere el afortunado, lo que no se puede perder de vista es que la UNACH no es ni debe parecer un partido político, en el que los cargos sean como premios de consolación; por el contrario, cada funcionario académico o administrativo debe cumplir una tarea de compromiso para hacer de la universidad pública chiapaneca una verdadera institución educativa, esto es: un: semillero de ideas, investigación y líderes. En fin.

LA RESACA: El afamado ladrón que hizo de las suyas en la Secretaría de Gobierno y en Transportes del Estado, Hugo Narcia M. al parecer ya fue detenido por la Policía o en su defecto anda huyendo, según versiones extraoficiales que circulan en corrillos periodísticos. A Hugo Narcia se le acusa de estar implicado con una banda delictiva dedicada al robo y clonado de coches de lujo, de hecho, hace poco tiempo atrás su casa en Los Tucanes fue objeto de un cateo en el que intervinó el Ejército Mexicano en busca de evidencias de sus delitos. La catadura de bandido de Hugo Narcia M. es del dominio público, pero lo malo es que se está llevando entre las patas a una parte de su familia, pues el nombre de cierto personaje de la política local que es su pariente cercano sale a relucir en las investigaciones policiacas sobre el robo y clonado de coches de lujo. Por cierto, la Policía ya tiene detectados a decenas de automóviles clonados que circulan en Chiapas. Es cuestión de tiempo para que sus propietarios conozcan el rigor de la Ley a manos del implacable funcionario que despacha en una oficina del Libramiento Norte en la capital de Chiapas. Al tiempo. Y hasta mañana.GRACIAS.

DE TAREA: Cierto hampón que sueña con su nieve de limón universitaria anda metiendo presión mediática para que el factor real de poder se fije en él, y en ese afán incluso podría recurrir a organizar una marcha de meseros de antros en su favor. En el caso de una tal Susana Sosa, su aspiración de suceder a Angel René Estrada Arévalo es solamente producto de la “calentura” que le provoca al propio galeno, pues ella no tiene la menor posibilidad en esta carrera rumbo a la Rectoría de la UNACH.

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