Comentario Zeta
Por Carlos Z. Cadena
La situación de Tapachula, que se vive con el edil Ezequiel Orduña Morga, es de un desgarriate total ya no solamente en las finanzas públicas, sino dentro de toda la estructura de los servicios públicos, donde la ciudad se encuentra de cabeza, y por ende la herencia que le dejara a su sucesor Emanuel Nivón González, es verdaderamente preocupante, por las deudas que arrastra con proveedores y las obras que no cumplió y lo peor que se dijo que las hizo, y no hay absolutamente nada, pero lo que no se puede negar es que ya dejó a dos que tres millonarios funcionarios municipales que verdaderamente deben de ser investigados, porque le están apareciendo propiedades al por mayor, cómo las que se denunciaron en contra del titular de Desarrollo Urbano, Jorge Ordaz.
El futuro alcalde Tapachula, Nivón González, sabe que la manera de recibir la estrepitosa bancarrota del alcalde Ezequiel Orduña Morga, es poner orden, y averiguar que ocurrió con tanto descalabro, al grado que no hay energía eléctrica en varias colonias populares y lugares céntricos de la ciudad, el problema de la basura, se ha empezado a multiplicar a solamente días que comience las fiestas navideñas, la policía municipal, se ha desatendido de su encomienda de brindar seguridad y así podemos enumerar escenarios verdaderamente desagradables, donde será necesario poner orden en el futuro.
Más allá del engaño a la ciudadanía, se engañó a las autoridades federales y estatales, porque nada se avanzó en esta puerta del país, pese al ofrecimiento del propio Presidente de todos los mexicanos Felipe Calderón, quién en su campaña política-electoral se comprometió a darle brillantes y desarrollo a esta frontera sur, sin embargo es cuando más le ha ido como en feria a los tapachultecos y ya no se diga a los Cacahoatecos, Tuxtlachiquenses, Suchiatenses, Huixtlecos, y muchos otros.
Municipios donde de joven corrió el ahora Presidente Calderón, y que lo dejara plasmado en un discurso en su segunda visita que ha hecho a Tapachula. Hoy no solamente se habla de falta de desarrollo municipal, sino de una galopante corrupción, que fue solapada por el Congreso del Estado, y no se vale que ahora ni siquiera haya los más elementales servicios públicos.
Por eso insistimos que Nivón González, tendrá que poner mucho orden, dinamismo y legalidad cuando asuma su papel de alcalde, ya que todo anda de cabeza, hasta el propio reloj dizque floral del Par Vial, que puede dar la hora de New York, Montreal o Berlín, pero menos la de Tapachula.
“Diría un empresario Tapachulteco: “Ya nos volvieron a saquear”. Y nosotros agregaríamos “y de qué manera”. Ver para creer.
Insólito: Atentado a la mujer en Tapachula
La señora María Eustaquia Hernández Laparra, una mujer que desde inicios del año 2007, inicio un Juicio de reconocimiento de paternidad en contra del señor Carlos Pano Becerra, vive una viacrucis de falta de justicia legal y humana, y pide que la injusticia que merodea su caso, no siga siendo un escenario de poder político y un atentado más a lo más elemental que se defiende en Chiapas cómo es el reconocimiento a las libertades de la mujer chiapaneca. Inclusive nos señala que reconoce la labor de la senadora María Elena Orantes, ante la Cámara legislativa, en defensa de los derechos de las mujeres, para lo cual ha trabajado incansablemente, sin embargo hacer saber a la legisladora federal, que su representante político en la zona costa, Carlos Pano Becerra, arrastra una orden de aprehensión girada por el juez segundo de lo penal, a finales del 2007, por los delitos de lesiones. (averiguación previa 0087/2008).
Apesadumbrada y a veces con rictus de miedo, por los antecedentes pasados de violencia “familiar”, advierte que procreo un hijo con el señor Carlos Pano Becerra, del cual –dice- se niega a reconocer por lo que inició también un juicio legal de reconocimiento de la paternidad, ya que aparte de no reconocerlo, lo ha abandonado a su suerte, llevando ella la crucifixión de ese amor con el susodicho, para ello han pasado ya tres años de litigio y que por actos truculentos y amasiatos de poder, del indiciado jurídicamente, el Juez de lo familiar del distrito de Tapachula, aún no lo ha podido obligar jurídicamente a practicarse la prueba del ADN, para comprobar la paternidad de su hijo, puntualiza la discriminada fémina.
Pero más allá de esta historia que en cualquier momento podría llegar al escándalo de la televisión nacional, lo más abominable es que salga a relucir el nombre de una representante popular y de presuntos profesionales del derecho, que más que defender a la mujer chiapaneca, parece todo lo contrario, que la señora María Eustaquia Hernández Laparra, es la culpable de una historia que se podían escribir hasta por capítulos para un argumento de televisión, ya que se trata de la más espantosa de las discriminaciones y burlas que se puede hacer acreedora una indefensa mujer chiapaneca, valiéndose del poder político y del espectro de la injusticia que en el fondo hay sobre este caso insólito, donde lo único que se pide es que no haya más golpes y se reconozca a un niño chiapaneco.
¿Dónde han quedado los valores y los derechos de la mujer chiapaneca que tanto se ha legislado y prometido?. ¿Es utopía, es solamente engaño o es una estratagema electoral?.
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