Por Carlos Z. Cadena Fue en el marco de la Séptima Reunión Extraordinaria del Consejo Estatal de Seguridad Pública, celebrada en el hangar aeronaval de Tapachula, el 9 de Septiembre de 2008, donde el exministro de Justicia, Amador Rodríguez Lozano, se aventó la peor mentira del sexenio, al prometer una serie de acciones y compromisos en materia de seguridad pública, para todo Chiapas, sin que hasta ahora se haya cumplido en la entidad, salvo Tuxtla Gutiérrez, en su papel de capital de Chiapas, pero en Tapachula, aquellas promesas vanas aún la siguen esperando en esta puerta del país.
Es más ya ni siquiera es Ministerio de Justicia, sino ahora es otra vez Procuraduría de Justicia del Estado, y lo que se recuerda de aquel personaje de Tijuana, Baja California, es que repitió un sinfín de veces aquel septiembre del 2008 que Chiapas, se encontraba entre los cuatro estados del país más seguro, según un reporte del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Posteriormente al mes el propio Rodríguez Lozano, dijo que Chiapas, ya era el segundo estado del país con mayor seguridad, con datos que mencionó provenían de un estudio del Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC), cuyo domicilio es el DF. Pero días antes que se fuera vino lo insólito, dijo que ya éramos el primer estado más seguro de México, según un estudio del Instituto Nacional de Competitividad, también con sede en el DF.
Lo cierto es que mientras Chiapas, se debate y pareciera que le urge ser el estado más seguro, otras entidades federativas de la república mexicana observamos que también reclaman ser los primeros en materia de seguridad del país, tanto en sus informes de gobierno y publicidades en la televisión. Y para cerrar con broche de oro, la última que nos llegan es que según una encuesta realizada por el Instituto Ciudadano de Estudios contra la Inseguridad, en coordinación con el INEGI –así reza el boletín de la actual Procuraduría de Justicia del Estado- ya somos el primer lugar en el país, cómo la entidad con el menor índice de víctimas del delito mayores de 18 años en todo México, al mismo tiempo que anunciaba en el mismo boletín, un programa denominado “Formaciones para el manejo y control de multitudes” , impartido por la policía nacional de Colombia. Increíble pero cierto.
Pero porque viene toda esta historia de mentiras de ser los chiapanecos los más “fregones en seguridad en México”, de querer a ser a fuerza algo que no es en lo real, sino que es producto de la manipulación mediática aquí en la entidad; la razón es simple, la fuerte denuncia pública que hizo este sábado en Tapachula, el Presidente del Comité de Consulta y Participación Ciudadana, Carlos Murillo Pérez, quién dijo textualmente que: “Los 400 equipos del programa “Botón negocio Seguro”, que desde el mes pasado confirmó instalarlo Enrique Ponce de León, director del C-4, hasta la fecha no ha cumplido y lo grave es que ya empezaron los asaltos a mano armada en negocios del centro de la ciudad, situación nunca antes vista”.
El responsable del Comité de Participación Ciudadana, Murillo Pérez, mostró su descontento por esta irresponsabilidad pública que lamentablemente se enmarca dentro del programa “Por un Chiapas aún más seguro”, que arrancó desde aquel el 9 de Septiembre del 2008, prometiéndose que sería en cortas temporadas de tiempo para concluir el ambicioso programa que contiene muchas rubros, donde se especificaban los tiempos para terminar las promesas de seguridad: Un mes, tres meses, seis meses y hasta un año.
Sin embargo el pasado 9 de Septiembre del 2010, el programa del exministro de Justicia, Amador Rodríguez Lozano, cumplió DOS AÑOS y hoy a dos años tres meses, en Tapachula, no se instalan aún los famosos “Botones de negocios seguros”, ni en San Cristóbal de las Casas, menos en Comitán. El único privilegiado de inaugurar estos botones fue el ahora Rector de la UNACH, Jaime Vallas Esponda, en su calidad de alcalde de Tuxtla Gutiérrez. Pero Tuxtla Gutiérrez no solamente en Chiapas. Por lo tanto las encuestas no son creíbles.
El Presidente de Participación Ciudadana de Tapachula, agregó irritado que hay un reclamo insistente de los empresarios y comerciantes locales, que temen que sus negocios sean asaltados durante estos días de diciembre y Enero, además también manifestó que a una semana de los aguinaldos la ciudadanía se encuentra a merced del hampa y que era necesario contar con esos botones de seguridad por lo menos para este fin de mes. Y concluyó:
“Cómo el tiempo ha pasado en exceso, me da pena tener que informar estas irregularidades y ojala la ciudadanía comprenda que no está en nuestras manos sino en la del gobierno, porque es su programa y la responsabilidad es de ellos, en instalar los 400 botones de seguridad, que es su promesa en Tapachula”.
La denuncia pública ahí está, y viene no de la prensa, el denunciante tiene nombre y apellidos y es el indicado para hacerlo, pues se trata nada menos que del Presidente del Comité de Consulta y Participación Ciudadana de Tapachula, el organismo que lleva en sus crónicas cotidianas la realización del programa “Por un Chiapas aún más seguro”, que a Tapachula, le falta varias acciones por completar.
Otro que no sirve para nada, es el titular del Consejo de Seguridad Pública del Estado, Carlos Raymundo Toledo, que en sus defensas para contrarrestar estos incumplimientos en materia de seguridad pública en Chiapas, en silencio se quejaba de que no había recursos públicos, pero lo cierto es que desde aquel 9 de Septiembre del 2008, el programa arrancó con malos augurios, sin la presencia del Secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, que se cacareo tanto su llegada al Hangar Aeronaval de la Armada de México en Tapachula.
Este mes de diciembre la balaceras citadinas y los ataques y asaltos en plena luz del día son la carta de presentación en la ciudad, así como los robos a casas habitación y robos de automóviles. ¿Cuál coordinación de las policías federales, estatales y locales, cómo se prometió?. Se coordinaran en las oficinas, pero en los hechos, la realidad es otra.
“Por un Chiapas aún más seguro” ni aún ni nada, al menos en Tapachula.
No hay comentarios:
Publicar un comentario