Asunto Público
Sergio Stahl
Al final de cuentas, la designación de Jaime Valls Esponda como Rector de la Universidad Autónoma (UNACH) no sorprendió a nadie que estuviera enterado de los enjuagues de la política chiapaneca en tiempos de Juan Sabines Guerrero en la Gubernatura del Estado.
En otras palabras, la designación del ex alcalde de Tuxtla Gutiérrez como Rector de la Máxima Casa de estudios de Chiapas ya era “bola cantada”.
De hecho, la preeminencia de Jaime Valls Esponda como virtual sucesor en la Rectoría de la UNACH del nefasto entenado de Pablo Salazar y Rubén Velázquez, el Doctor René Estrada Arévalo, se notó a leguas desde el momento mismo en que el nombre del hijo del conspicuo Ministro de la Suprema Corte de Justicia, Don Sergio Valls Hernández, apareció en las “quinielas” que los columnistas políticos acostumbramos hacer en torno a las pujas entre aspirantes a un cargo de relevancia en el entramado político e institucional chiapaneco.
Y ello fue así porque no es un secreto que el Gobernador Constitucional del Estado de Chiapas, Juan Sabines Guerrero- a pesar de los vaivenes que han ocurrido en el devenir de la amistad y el trato personal de confianza y lealtad que existe desde hace años entre Juan Sabines y Jaime Valls-, le tiene afecto real a su amigo y ex colaborador en el Ayuntamiento de TuxtlaGutiérrez.
Y además de lo anterior, también se sabe de cierto que el mandatario chiapaneco confía en la capacidad profesional y en la habilidad política del ex alcalde de la capital de Chiapas.
En ese tenor, solamente pueden llamarse a sorpresa con esta designación –formalmente hecha por la Honorable Junta de Gobierno de la UNACH, pero en el fondo el nombramiento lo hizo el que manda en Palacio de Gobierno- aquellos que no conocen el estilo de mando que le imprime Juan Sabines Guerrero a su gestión al frente del Poder Ejecutivo del Estado de Chiapas.
Como quiera que fuese, lo cierto es que Jaime Valls Esponda ya es el flamante Rector de la UNACH.
Mi opinión al respecto: Creo que ya no vale la pena ni discutir si el nombramiento de Jaime Valls Esponda estuvo apegado a Derecho, ni tampoco elucidar si el ex alcalde de Tuxtla Gutiérrez se merecía el cargo por méritos académicos propios, así como también me parece que sería ocioso escudriñar el flanco débil de esta designación que remite al hecho palmario de que el ex alcalde capitalino nunca antes formó parte de la comunidad universitaria de la UNACH. Todo eso puntos forman parte del anecdotario que los columnista políticos guardamos en los archivos y mantenemos en la memoria como parte del background que le da soporte al quehacer periodístico de un comentarista político profesional. Ahorita, hay que atenerse al hecho concreto de que Jaime Valls Esponda es el nuevo Rector de la UNACH, y es un deber periodístico estar pendiente de su actuación, y corroborar si Jaime está o no a la altura de su encargo, cotejando para ello su discurso con las acciones que lleve a cabo para mejorar las condiciones materiales de la UNACH y asimismo para conseguir que la Máxima Casa de estudios de Chiapas consiga tener un nivel académico que la ponga a competir en el espectro de las Universidades públicas del País. Esos sendos retos, el material y el académico, son los que Jaime Valls Esponda debe enfrentar con talento, trabajo y visión de futuro. Yo no dudo que Jaime Valls Esponda cuenta con el conocimiento, la formación universitaria y el talento político suficientes para encarnar al Rector de la UNACH que de verdad haga historia con la transformación de la UNACH, haciendo de ésta una Universidad de primer nivel en el concierto de la educación pública superior en México. Sin embargo, una cosa es confiar en la capacidad de Jaime Valls Esponda para asumir esa Rectoría de la UNACH que haga historia, y otra darle un “cheque en blanco”. Jaime Valls Esponda está obligada a demostrar, con hechos y no palabras, que su nombramiento fue un acierto de su amigo Juan Sabines Guerrero. Punto.
Y hasta mañana.GRACIAS.
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