lunes, 18 de julio de 2011

Comentario Zeta

Constructoras irresponsables: La ley
Por. Carlos Z Cadena
Uno de los graves problemas que hay en Chiapas desde hace años, es que infinidad de constructoras locales, se dedican a construir en lugares geográficos altamente peligrosos para la propia vida humana, donde no se prevé ningún riesgo, lo único previsible, es hacer su “negocio de ventas de viviendas”, en zonas vulnerables, donde en época de lluvias el ambiente se torna grave, por el problema que representan los deslaves y hundimientos, inclusive hay casos donde colonias populares enteras han tenido que ser evacuadas para trasladarlas a otros lugares, ante el peligro incesante de una tragedia, como ya ocurrió en Tuxtla Gutiérrez, con una Colonia del Sur-Poniente de la ciudad. También en Tapachula, desde hace años, una colonia completa exige a gritos que se le haga justicia contra una empresa de construcción que les vendió en un lugar altamente vulnerable y cada año los vecinos viven con “El Jesús en la boca”.

Desafortunadamente la multiplicación de la población, ha originado que muchas constructoras se dediquen constantemente a comprar en terrenos frágiles y vulnerables por diversas razones que no pasarían un filtro de seguridad, haciendo campañas muy cómodas para atraer a los incautos ciudadanos, sin prever que están comprando su casa en zonas de riesgo, y esto se da en las principales ciudades de la entidad.

Cada vez los ciudadanos chiapanecos viven más cerca de los cerros y de los ríos, donde su vida corre riesgos, durante la temporada de lluvias, no previendo que somos una entidad federativas de las más lluviosas cada año con zonas regionales cómo el Soconusco y la Sierra, que anualmente ocupan el primer lugar en todo el país, según la Secretaría de Marina, en recibir más densidad de precipitaciones pluviales.

Pero el problema no solamente son las lluvias, sino también hay que sumarle que Chiapas en una entidad altamente sísmica, y ahora más que nunca podemos confirmar más lo grave que es –lamentablemente- estos fenómenos de estremecimientos de tierras más conocidos en Chiapas cómo “Temblores”, donde también ocupamos un honroso primer lugar a nivel nacional, de ser los que más movimientos telúricos llevamos justamente desde hace tres años, y hay que reconocerlos como tal, ya que eso supone que deba crearse mayor cultura en materia de prevención, y si los constructores en Chiapas, no lo quieren asimilar así, pues debe de haber un programa oficial para evitar a futuro tragedias humanas.

Por eso reviste importancia lo que dijo el Presidente de la Cámara Mexicana de la Industria y la Construcción (CMIC), Esteban Ramayo González, este fin de semana en Tuxtla Gutiérrez, , al advertir que las empresas en la entidad que caigan en el juego de construir en zonas de alto riesgo serán sancionadas.

Pidió aplicar todo el peso de la ley, a los malos constructores, reconociendo la problemática actual con las lluvias, indicando que son un peligro para la población que se encuentra habitando en zonas vulnerables ante los fenómenos meteorológicos

El dirigente de la CMIC de Chiapas, puntualizó al señalar que las empresas constructoras agremiadas a este gremio de construcción, siguen la normatividad en un proceso de inicio de una obra como un estudio de mecánica de suelo.

Y agregó : “Tienen que fijarse que están construyendo y bajo qué estatutos están realizando el proyecto de manera concreta, ya que el reglamento es claro y objetivo para el ejercicio de edificaciones, pues en éste se menciona los puntos específicos para no caer en este tipo de situaciones.

Lo cierto es que es una tema polémico, al que no se le da la importancia debida, porque si hay otro problema en la entidad, es la multiplicación de “constructoras patito”, que son las que mayor se dedican a construir en lugares inhabitables, sin tener la menor pisca para brindarle seguridad a la ciudadanía que recibe la oferta con grandes promocionales de que va a vivir en un lugar de ensueño más cerca de la naturaleza, pero que en el fondo, resulta un peligro que pone en riesgo la vida humana.

Son decenas de colonias populares que se edifican en Chiapas muy a menudo, pero sin los códigos de seguridad, y los tiempos hoy con el cambio climático, exigen más severidad, con los constructores para que no incurran en escenarios trágicos.

Ojala las delegaciones de las principales ciudades de la entidad de la CMIC, se unifiquen y asuman su papel ante el panorama incierto de las temporadas de lluvias en Chiapas y los imponderables movimientos telúricos, dos fantasmas de alerta roja que se debe de hacer frente, y que bueno que la misma CMIC, haya tomado la partida, para pedir que se aplique la ley en contra de los irresponsables constructores, que los hay y muchos.

Nadie debe desestimar que el riesgo aseche, porque inclusive ya no se trata de construir casas en función de las temporadas de lluvias, sino construir casas previendo los fenómenos telúricos que cómo ya dijimos alcanzamos los indicadores más altos del país, y eso no es ninguna gracia.

Tenemos que pensar no en el presente, sino en el futuro con edificaciones más fuertes y sólidas que tengan los estándares más codificados en materia de seguridad, empezando por evitar ese cáncer del llamado “10 y 20 por ciento”, que son los espectros de las pésimas construcciones, ya no solamente en la viviendas de los chiapanecos sino en cualquiera de las obras sociales que se pergeñan en la entidad. No nos queda otra cosa que ser rigoristas, con las futuras edificaciones sobre todo en donde tienen su morada los chiapanecos, y la CMIC, puede hacer mucho, por lanzar mayor información a sus agremiados y evitar el riesgo de muerte en las familias chiapanecas.

Crear conciencia para construir viviendas resistentes para el futuro, es un asunto de todos, y como tal hay que estar a la vanguardia, porque se trata de salvar vidas ante las negligencias e irresponsabilidades de constructores, que lo único que les interesa es construir para vender y no construir para brindar seguridad en el futuro.

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