jueves, 21 de julio de 2011

J. Eduardo Pineda Arenas... La entrevista

Muchas historias de éxito comienzan trazándose una meta, delineando el camino a seguir en la profesión hasta lograr los objetivos soñados. Jacinto Eduardo Pineda Arenas jamás soñó en ser empresario, pero la vida lo fue conduciendo en la dirección correcta que nunca planeó y desde hace tres décadas es el motor de la Casa Caibari, el creador del Ron Izapa y la única empresa que tiene en proceso de añejamiento un ron conmemorativo al acontecimiento Izapa 2012, es también un hombre visionario que desea además de rescatar la empresa ronera, poner a salvo la historia de esta fábrica destiladora que comenzó en 1948, en un libro.

J. Eduardo Pineda Arenas
Fundador de la Casa Caibari
Por Carlos Morán
Empresarios hay muchos. Empresarios exitosos, pocos. Pero hombres de empresa que han logrado sobrevivir con éxito transformando su compañía hasta colocarla a nivel nacional como una de las mejores, son contados. Ese es el caso de Eduardo Pineda Arenas, quien tomó el timón de una empresa licorera de tradición en Tapachula desde hace más de tres décadas, capitaneando el barco de una compañía que inició como Ingenio de Azúcar Venecia. Su llegada a Tapachula junto con la intuición y un espíritu de búsqueda a mejores opciones, han sido las coordenadas que lo han guiado en esta empresa que mantiene celosamente una historia ¡Muy nuestra!

Jacinto Eduardo Pineda Arenas, hombre culto, relajado e idealista y que da la impresión a primera vista de saber vivir bien la vida, está a punto de cumplir 63 años de vida y trabajo así como más de 30 al frente de una empresa licorera que comenzó su padre hace seis décadas y que nació con el Ingenio de Azúcar Venecia. Empresa que actualmente se identifica como “Casa Caibari”. Cuyo giro principal lo constituye la producción y el procesamiento del Ron Izapa, un ron auténticamente chiapaneco que nace en Tapachula Chiapas.

La historia de hoy comienza con Don José Pineda Aguilar, hombre de confianza y apoderado de Don Moctezuma Pedrero, quien viene a Tapachula en 1948 con la finalidad de expandir una empresa que fabricaba un exquisito agua ardiente. Fue así que en aquellos años Don Moctezuma Pedrero se arriesga ingresando a la candidatura para la gubernatura de Chiapas, y como en política cuando “no te alineas”, solventas un precio alto por desobediencia, éste le sugiere a José Pineda Aguilar que se quede con la empresa, como consecuencia…

Lo demás es parte de una historia que siguió su curso en donde la familia Pineda Arenas, se estableció en esta tierra. Mientras tanto, Jacinto Eduardo, cursa la primaria y la secundaria en el Colegio Miguel Hidalgo, viajando al Distrito Federal para estudiar el bachillerato en el Centro Universitario México, uno de los mejores colegios del D.F., que es dirigido hasta el día de hoy por los Hermanos de la Orden Marista, ahí culmina e ingresa con pase directo a la Universidad Iberoamericana de donde egresa en 1972 como Licenciado en Contaduría Pública.

Este hombre, perfeccionista hasta los huesos y siempre sediento de sabiduría, vuelve a la universidad para obtener la Licenciatura en Administración de Empresas, graduándose en Alta Dirección. Su experiencia laboral la inicia siendo universitario sirviendo como auditor del despacho de Roberto Casas Alatriste, así mismo se convierte en el contador general de Industrias Capilares de México, solo que dos años antes y siendo universitario, gracias a dejarse guiar por la mano invisible del destino, asiste a la boda de la hermana de un amigo, en donde conoce a la mujer que lo cautivaría para siempre.

Así, tras dos años de noviazgo con Angélica García Lourdes Gutiérrez, la convierte en su esposa el 21 de abril de 1972 (con la condición de que ella nunca vendría a vivir a Tapachula). Y en efecto, viven en México durante 12 años y en esa época nuestro entrevistado descubre que tiene talento para la escritura y explotar las bellezas naturales, creando una revista que cruzó las fronteras “Enjoy México”, misma que se editaba en inglés y en español e impresa en Japón, a partir de ahí comienza a formar un patrimonio que lo llevaría a nuevos puertos.

Es también el creador en 1975 de la revista “Imágenes de México”. La revista “Forum Financiero” en 1979, pero en 1980, un año antes de que su padre falleciera, decide venir a Tapachula para sumarse a la empresa Agua Ardientes de Chiapas, y trabajar con él. En Tapachula se convierte en auditor del hotel Camino Real, se suman clientes a su agenda de trabajo y viviendo en Tapachula acepta en 1990, crear la Secretaría de Fomento Económico a solicitud del gobernador Patrocinio González Garrido.

Eduardo es un hombre inquieto con ingenio y talento para crear plasmando nuevas ideas que benefician siempre al sector social, creando en 1985, el programa “Gente Nueva” en Tapachula Chiapas; se convierte en presidente fundador del Colegio Andes en Tuxtla Gutiérrez en donde también creó la Central de Abastos en 1992 y en ese mismo año, fundó el Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Chiapas.

Finalmente desde 1983, alternado con su profesión se adhiere a la empresa familiar para hacerla más vigorosa, un gesto al que su padre le da toda la confianza en donde él asume absoluta responsabilidad: El inicio de una nueva etapa que en breve llamaría la atención del mercado nacional cuando ingresa a las tiendas de autoservicio con un producto novedoso y con capacidad para competir: Ron Izapa, una de las bebidas clásicas de este país que se obtiene gracias a la bendita fermentación alcohólica y destilación del jugo de caña de azúcar, o de melazas que no solo encantan el paladar, sino que alegran los sentidos.

Eduardo Pineda Arenas, se impuso el reto de proyectar esta empresa para convertirla no solo en la única de la región y del estado de Chiapas, sino en una empresa que ofreciera un producto con calidad y que nos representara nacionalmente. En el camino innova varias bebidas hasta conseguir, gracias a la sugerencia de la empresa Comercial Mexicana, que la fábrica represente solo una marca y, tras profundos estudios de comercialización en donde se analizó el origen y el sitio histórico en donde se fabrica así como los ingredientes, resulta Ron Izapa, como la bebida que abanderará a la nueva Casa Caibari, creada en el año 2009.

En esta tarea nuestro entrevistado no va solo, como en la historia de todos los hombres triunfadores, existe siempre una gran mujer detrás de él, y esa Angélica García Lourdes, quien de cerca colabora como pieza principal y fuente inspiradora de esta empresa que mantiene en barricas un ron especial. Una edición especial y conmemorativa para esa “Nueva etapa llamada “la era de luz", que comienza para romper todo aquello que al ser humano y a su Tierra le impidieron evolucionar.

Por supuesto que el mundo no se destruirá siempre y cuando el ser humano logre tomar conciencia de sí mismo y entienda tanto su labor personal como su labor cósmica. El sábado 22 de diciembre del año 2012, será el fin total de una etapa para comenzar otra.

Y la empresa Caibari que dirige nuestro entrevistado, conmemorará esta fecha histórica con un producto de reserva especial en proceso de añejamiento que llamará la atención de todo el mundo que estará en nuestra ciudad para estar presente en este evento ¡Único!

Ese es Jacinto Eduardo Pinera Arenas, un hombre visionario que en silencio no solo es el motor de una empresa cien por ciento tapachulteca, sino el hombre que desde este jirón de la patria, se ha dado a la tarea de rescatar la tradición ronera en México, desea convertir, entre otros proyectos, en un paseo turístico el sitio en donde se fabrican los productos de la empresa Caibari, misma que está situada en una hacienda con historia y a 10 kilómetros del mar Pacífico.

Actualmente Trabaja en rescatar una tradición que nació hace 62 años en un ingenio de azúcar y que gracias al liderazgo y compromiso con los chipanecos, el actual Gobernador Juan Sabines Guerrero, le ha dado la oportunidad de certificar los productos de casa Caibari, mismos que cumplen con las normas y reglamentos de calidad convirtiendo a este producto en el único ron de la Marca Chiapas y orgullo de Tapachula.

Para contactar a J. Eduardo Pineda A.
Marca el 62 5 92 48

Jacinto Eduardo Pineda Arenas, nació en el Distrito Federal, vivió en Chiapa de Corzo y finalmente se estableció en esta maravillosa tierra. Su padre fue don José Pineda Aguilar y su madre doña Virginia Arenas Bolaños Cacho, originaria del estado de Oaxaca. Es Contador Público y Licenciado en Administración de Empresas graduado en Alta Dirección y egresado de la Universidad Iberoamericana. Ha trabajado toda su vida explotando su profesión, es un hombre romántico y visionario que posee talento y creatividad para hacer realidad lo que sueña. En una época de su vida plasmó su ingenio y sensibilidad en revistas y diarios de mayor circulación nacional e internacional. Ha sido el primer promotor en 1997 ofreciendo el foro “Chiapas Habla”, sobre Reforma Fiscal Integral, ha dado asesorías políticas, ha formado parte del Consejo de la Cruz Roja, Vicepresidente en Canacintra, un extraordinario columnista, consejero del Patronato del Instituto Tecnológico de Tapachula (2010) y el motor del éxito de la casa Caibari.

El ron es una especie de agua ardiente obtenido por fermentación alcohólica y destilación del jugo de la caña de azúcar, o de melazas y subproductos de la fabricación de la caña de azúcar. Entre otros usos además de alegrar el paladar y los sentidos es usado en variados platillos; como rocío en trabajos de santería o brujería, como bebida energética, en prácticas religiosas, para el curtido de ciruelas y nances (juches), pero sobre todo, para servirlo con una sonrisa y disfrutarlo con una buena charla.

El ron Izapa se obtiene gracias a la caña de las mejores tierras azucareras de Chiapas, el proceso de fermentación a tan solo 10 kilómetros del mar Pacífico, el añejamiento en las inigualables maderas de roble de antaño y el agua de la finca Venecia, obteniéndose una bebida que muchos califican como “El sensual fuego del trópico”

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