Comentario Zeta

PROFECO, tras refaccionarias en Tapachula

Por Carlos Z. Cadena

El Delegado local de la Procuraduría Federal del Consumidor, (PROFECO), Marco Aurelio Martínez Zavaleta, hizo una denuncia pública, que merece tomarse en cuenta, al desenmascarar algunas refaccionarias en Tapachula, que hacen su agosto, todo el año, por lo que es necesario asumir compromisos. Martínez Zavaleta, fue explicitó al señalar textualmente: “Se detectó que tanto los distribuidores de refacciones y partes eléctricas de la región, así como los fabricantes cometen irregularidades en agravio del público consumidor”. Dijo que en los últimos días, se han levantado diversas actas administrativas de verificación, a las que se le va a dar un seguimiento administrativo. El meollo del asunto es que todas las refacciones que se compran en un establecimiento, que se dedican a estas ventas, deben de garantizar que las piezas sean originales y no otras de pésima calidad; mucho menos piratas, que ya las fabrican en los talleres mecánicos o de amortiguadores. 

El funcionario federal, explicó que también algunas piezas piratas o de pésima calidad, están siendo vendidas, y es que cualquier hijo de vecino, -empleado- los puede cambiar metiéndolos en un empaque original y vaya que si existe esto en las refaccionarias, y hasta se da en los propios talles mecánicos y eléctricos, donde los consumidores son engañados ingenuamente. El Servidor Público manifestó que estas verificaciones para comprobar los estados originales de las piezas mecánicas, está considerada en la Ley de Protección al Consumidor, donde se prevé las garantías de lo que uno compra. Ya nomás “Gato por liebre”.

Ojala que no vaya a será una llamarada de petate, porque es del conocimiento de la opinión pública, que muchos de las refaccionarias también se prestan para cometer “cochupos hacendarios”, con las instancias de gobierno, llámese una Presidencia Municipal, una Secretaría Estatal o una dependencia federal. O sea, dan facturas que confirman la compra de material mecánico o eléctrico, para que las instancias de gobierno comprueben gastos, que muchas veces son actos de corrupción, sobre todo familiares de más de alguna autoridad, que hace este tipo de trapacerías hacendarias

LLUVIAS.- En los últimos días, una depresión tropical, nos hizo sudar la gota gorda, pero afortunadamente no privó el pánico, porque mucha población de las regiones Costa, Sierra y Soconusco, que fueron declarados “zonas de alerta roja” con este imponderable de la madre naturaleza, nunca fueron atendidas psicológicamente después que paso el huracán Stan, jamás el sector salud del Pabliato, echó andar programas psicológicos para los damnificados, que obviamente ante los escenarios pluviales, muchos recuerdan la tragedia de Octubre del 2005 y sufren las vicisitudes de carácter psicológicas y de sobresaltos. Ahora con estas lluvias de esta semana, hubo varias comunidades y poblaciones de municipios de la Costa, que quedaron inundados, y que merecen ser atendidas. Al escribir estas líneas, el cielo se había aclarado, y ya podíamos observar el volcán del Tacaná, que es nuestro “vulcanometro”, para saber que está ocurriendo en la Sierra, que es por donde las aguas que caen, se vienen para Tapachula. El cielo en estos días se tupió de nublado y no se miraba absolutamente nada., mucho menos el Tacaná. Ayer se respiró un nuevo aliento, eso esperamos, porque con el cambio climático, tan destructivo e impredecible, no sabemos que va a pasar. Todavía falta hasta la primera quincena de Noviembre, para que nos alejemos de la temporada de lluvias 2011.

Lo cierto es que muchas refaccionarias –no todas- y muchos otros comercios ee prestan a vender “refacciones hechizas”, y esto es un vil robo. Una acción de la PROFECO, que debe de hacerse en otras ciudades de Chiapas, porque la corrupción y la manipulación, no tiene colores partidistas, mucho menos ideologías y menos ciudadanía. 

Es una acción que se reconoce y ojalá se diera a conocer los nombres de algunas de estas, conforme a su aplicación de multa administrativa, porque de que nos están llevando al baile, ni dudarlo. Somos rehenes los ciudadanos desafortunadamente de la estratagema de la corrupción, porque ni son extraterrestres, mucho menos beatos, los funcionarios públicos de las tres instancias de gobierno, son seres humanos, que les gusta la rapiña. Es un aviso también para el Órgano de Fiscalización del Congreso del Estado, para que enfoque sus baterías, más ahora que el mismo gobierno Sabinista, abrió que se hagan auditorias en toda la estructura de gobierno, estatal y municipal.

La Salvación de Ripley.- La Secretaría de Marina y Armada de México, con sede en Puerto Chiapas, logró un salvamento de Ripley, sobre el Océano Pacifico, cuando logró rescatar a siete personas de origen Asiático, quienes había naufragado justamente enfrente de las costas de Puerto Chiapas, donde el buque pesquero de nombre “Yu Long 88”, fue expulsado materialmente A la orilla de la playa, donde quedó varada la embarcación, pero fueron labores titánicas inclusive de riesgo, para salvar las vidas de estos hombres nacidos en Indonesia, ante el oleaje embravecido en plena tormenta tropical. Hay dos desaparecidos, pero salvar a siete personas fue una proeza, que hay que enaltecer por parte de los Marinos chiapanecos. 

 Un caso de sobrevivencia humana que sucedió en nuestras Costas chiapanecas y que hay que aplaudirlo. Son sucesos que no ocurren cada año. Es increíble cómo salvaron las vidas estos pescadores provenientes del Continente Asiático. De mundo a mundo.

Doble discurso.- El dirigente del PAN, Carlos Palomeque, tiene doble discurso, porque señala que su Partido Político, respetará los lineamientos electorales locales, allá en Tuxtla Gutiérrez, mientras que hace apenas más de 8 días, estuvo en Tapachula muy silencioso en conocido hotel local, recibiendo a aspirantes azules, y a alcaldes de su partido político. Además lo ha hecho siempre en las anteriores jornadas electorales, y si no, que se lo pregunten al anterior exsecretario del CDE del PAN, que fue corrido producto de un complot. No hay que olvidar aquella frase popular: “Los montes tienen ojos, las paredes oyen y el pez por la boca muere”.