"LAS REDES SOCIALES"
Por. Alberto Ramos
Para quienes dudaban de la importancia que tienen las redes sociales (Facebook y Twitter) en las elecciones federales de 2012, solo basta con leer, reírse y volver a carcajearse de los chistes, comentarios y críticas contra Enrique Peña Nieto y su hija Paulina.
De nada sirvió a @EPN (Enrique Peña Nieto) los millones de pesos pagados a Televisa para posicionar su imagen ante el tsunami twittero que arrastró por los suelos al aspirante a presidente de México después de su garrafal error en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en donde no pudo nombrar (título de la obra y autor) los tres libros que han marcado su vida.
Si eso ya era la comidilla twittera, se sumó el grave error de su hija Paulina Peña al retwittear el comentario de su novio “@Pau95_Pena…un saludo a toda la bola de pendejos, que forman parte de la prole y solo critican a quien envidian!…”.
Eso fue suficiente para crear el hashtag #soyprole y hundir más al aspirante del PRI a la Presidencia de México con los siguientes chistes:
1.- ¡Paulina! ¿Qué es eso de decirle prole a los que me critican? —¡Perdón, papá! —No, en serio: ¿qué es eso, qué significa?
2.- ¡Mamá! ¡Mamá! En la escuela, la hija de Peña Nieto me dice que #SoyProle… No le hagas caso, su papá no sabe leer.
Ayer y hoy, el tema era trend topic de twitter y pronto se conocerá sus efectos en las encuestas.
Enrique Peña Nieto ya demostró que no está preparado para una crisis en redes sociales.
En la vida política no todo es Televisa.
Por eso los políticos de Chiapas deberían estar preparados o asesorados por un verdadero experto en redes sociales.
Pues, dos o tres de los aspirantes a relevar al Gobernador Sabines, sufre de la misma enfermedad de Pablo Salazar Mendiguchía:
-Son mitómanos.
. No cuentan con títulos universitarios.
- Y para el colmo de los males no nacieron en Chiapas.
Televisa no puede contra la redes sociales.
Y en Chiapas, las redes social tienen presencia de carne y hueso. Al tiempo.
ENTRE LÍNEAS…
Pos, quien iba a pensar que Enrique Peña Nieto tuviera un mal fin de semana?. El peor, desde que se instauró aquel pensamiento único que lo ve como Presidente cuando faltan todavía siete larguísimos meses para los comicios. Rápidamente ha conseguido diferenciarse de sus predecesores derrotados Francisco Labastida y Roberto Madrazo: quedarse sin dirigente nacional del PRI días después de consolidar su candidatura. Y exhibirse como una persona inculta ante la opinión pública nacional e internacional, confirmando aquellas sospechas nunca negadas de que se trata de un personaje hueco y pueril. Otra sospecha vendría a confirmarse: que el ex gobernador del Estado de México tiene una quijada de cristal. Es decir, que en escenarios no controlados por su staff sufre riesgos altísimos de cometer errores fatales como aquél de la Feria Internacional del Libro. La caída de Moreira, #libreríaPeñaNieto, la silla vacía del CEN, los alborotos por la coalición con Elba Esther comienzan a configurar la teoría del tobogán: un hundimiento espectacular a velocidad de crucero.
En tiempos en los que se cuestiona el futuro de los periódicos, el diario Reforma se llevó, solito, la cabeza de Humberto Moreira. El bragao ex gobernador de Coahuila se le quitó lo entrón y echado para adelante cuando dio el salto a la política nacional. Enrique Peña Nieto hizo cuanto pudo sostenerlo porque él fue quien lo llevó a Insurgentes Norte. Su caída es una derrota exclusiva del Gel Boy, quien eligió mal a quien habría de conducir el partido en sus proyecto de retorno a Los Pinos. Nunca se sabe si el mexiquense tenía la información suficiente sobre el tremendo desfalco en Coahuila, una historia que tiene tela para cortar porque se prevé que la PGR ejerza acción penal por delitos financieros. Malo si Peña Nieto calculó que el escándalo no les haría daño, y peor si le tomaron el pelo y nadie le informó los malos manejos en Coahuila.
Moreira se fue pero en ausencia seguirá dañando a Peña Nieto y a su campaña presidencial. Sus enemigos tienen más elementos para sostener la tesis de que el nuevo PRI no existe más que como una continuación del viejo PRI y sus excesos. Además del problema mediático, abre una nueva brecha a la delicada unidad interna. Tan pronto se filtró la renuncia de Moreira al CEN, también le acompañó el acuerdo para designar como sustituto a Pedro Joaquín Coldwell, un hombre de la vieja guardia salinista, quien se quedaría al frente del partido. Pero en cuestión de minutos la decisión cambió y se abrió un interregno que ocupa por prelación Cristina Díaz en lo que los grupos se ponen de acuerdo. Pero las cosas no tienen buena pinta. ¿Qué ocurrió?
Bueno, lo más normal del mundo: el grupo compacto de Peña Nieto no quiere ceder la Presidencia del CEN a un personaje vinculado actualmente a Manlio Fabio Beltrones bajo el argumento —muy razonable— de que los hace vulnerables a una traición. Según ellos, un peñanietista puro debería ocupar la silla rota. El problema es que el Gel Boy no quiere sacar de la clandestinidad a sus operadores estelares Miguel Ángel Osorio Chong (quien es acusado de pisotear los derechos de los priístas chiapanecos al imponerle un candidato externo a la gubernatura de Chiapas en el 2012) y Luis Videgaray. Emilio Gamboa ni loco porque aspira al Senado.
Elba Esther Gordillo, convertida en poder fáctico del PRI sin militar en el PRI gracias a una negociación ruinosa de la coalición, tampoco quiere un personaje vinculado a Manlio Fabio Beltrones. Ahora el problema es cómo decirle que siempre no al sonorense sin romper las tenues líneas de negociación. La unidad interna pende de un hilo cuando faltan siete meses para elección.
Apenas disminuía el efecto de la renuncia de Moreira cuando Peña Nieto tomó una decisión aventurada para alguien de bajo calibre intelectual: asistir a la Feria Internacional del Libro para presentar su mamotreto. Una pregunta inocente lo convirtió en la burla nacional: ¿cuáles son los tres libros que más han marcado su vida o vocación? Las palabras sobran cuando se ve el video disponible en YouTube: cantinfleo, mirada perdida, confusiones, desesperación.
En suma: @EPN no ha leído un libro completo en su vida y confirma la sospecha. Peña Nieto es un personaje hueco, sin ideas propias, manejado como una estrella televisiva que cuando sale de ambientes controlados lo único que hace es el ridículo. Lo mismo que William Levy, pero menos guapo.
¿Necesita ser intelectual un Presidente
-No lo creo.
¿Necesita ideas para gobernar un país y darle rumbo?
- Por supuesto.
¿Puede gobernar un país un sujeto que jamás ha terminado un libro en su vida?
- Pues ya lo hizo uno: Vicente Fox.
O sea, el mexiquense es espejo del analfabetismo funcional que predomina en México. Millones de mexicanos que saben leer y escribir, pero que no leen ni escriben. Peña Nieto encarna el drama nacional de la ignorancia que domina la masa y ahora domina la cúspide.
Fin de semana negro, aunque los priistas sigan festejando que tienen 49 por ciento de la intención de voto como lo consigna el diario Reforma. No saldrá igual en la siguiente medición, puesto que los próximos sondeos marcarán el efecto Moreira y #LibreríaPeñaNieto. Ahí empezará el tobogán.
Finalmente: A mi amigo de preparatoria, Alfredo Cruz Ovando, delegado regional de Chiapas Solidario de Tapachula, le deseo muchas felicidades en su onomástico…De aquí para allá…Nos leemos mañana Dios mediante.
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