¿A dónde irán los pájaros desplumados?
Por. Ángel Mario Ksheratto
En el cochinero perredista para seleccionar al candidato a la gubernatura de Chiapas, la desbandada de pájaros desplumados es la nota que atrae las carcajadas; en sí, son arrebatos que desnudan la pobreza de criterio de quienes anteayer fueron priístas inamovibles, ayer perredistas recalcitrantes, hoy “independientes dignos” y mañana, posiblemente pevemistas e incluso, priístas de nueva cuenta.
La razón del atropellado desembarco, ha sido la imposición centralista, muy al estilo de aquel tristemente célebre “Juanito de Iztapalapa”, basada no en el análisis sesudo de los números convertidos en votos, sino en el capricho del “dedito” de Manuel Andrés López Obrador, según se quejan los ahora desertores a sueldo. Ni a quién creerle.
Montados en la misma mula, prófugos de la izquierda impostora y caciques de la misma tribu, se reparten —ahí sí, muy equitativamente— el excremento que han acumulado desde que, por los mismos intereses que ahora riñen, decidieron cambiar de camiseta. Por denostaciones no paran; los argumentos, dignos son de una pieza de circo.
—¿En base a qué nos excluyen?—, se preguntan quienes a partir de ayer, abandonaron la embarcación. La respuesta está, sin duda, en ellos mismos: por la misma razón por la que los auténticos perredistas, los verdaderos luchadores sociales de la izquierda, fueron excluidos para hacer diputados a los ahora renunciantes. Así de fácil.
También se cuestionan la importación de personajes para asumir las candidaturas, como si ellos mismos no hubiesen hecho exactamente lo mismo, hace algunos años, cuando sus intereses personales los arrastraron a usurpar las siglas de un partido que hoy, sobrevive del mesianismo y, paradójicamente, de las prácticas monopolistas, impositivas y antidemocráticas.
Alegan por otro lado que se van por la falta de igualdad; entre los que se alejan del PRD, hay mujeres, muchas de las cuales, se han llenado la boca diciendo que han luchado por la igualdad de género. Y se van porque una mujer, ha sido impuesta como candidata. Nos preguntamos entonces, ¿dónde queda el “empoderamiento” de la mujer que tanto han cacareado? Enrique Peña Nieto, desechó la candidatura de María Elena Orantes, por ser mujer…
Hoy, diputadas perredistas, llenan de piedras el camino de una mujer cuya grave falta es haber aceptado el dedazo de un precandidato sediento de poder.
Porque, a decir verdad, hay la terrible impresión que Manuel Andrés López Obrador, solo utilizará a la senadora Orantes López para sus fines personales. En otras palabras, corre el riesgo de convertirse en “La Juanita” de Chiapas. Hay la percepción de que, llegado el momento, MALO negocie otra opción y deje tirada a la senadora.
¿Qué pasará con los y las legisladores perredistas que han renunciado a las siglas? Perdón, pero a éstas alturas, sería un insulto a los lectores, llamarle partido político.
Entre las cosas chistosas que se han escuchado en las atrabancadas justificaciones al escape, hay una de antología: “Es inadmisible que las peores prácticas de imposición del PRI, se hallan (sic) trasladado al PRD”. ¿Quieren una respuesta? Va: porque los practicantes de la imposición, se mudaron temporalmente al PRD. Por cierto, vale preguntar a los ahora disidentes perredistas por qué hasta ahora truenan contra la imposición de candidato a la gubernatura.
¿Les faltan razones para hacer lo que hacen? No. Definitivamente, no solo están en su derecho, sino en la obligación. Y claro, tienen toda la razón. Ni Manuel Andrés, ni Manuel Camacho Solís y menos, mucho menos la reina de la corrupción, Dolores Padierna, deben meter las manos en la selección de candidato en el PRD de Chiapas. Eso es un derecho exclusivo de los perredistas chiapanecos. Si eligen a Pedro, a Andrés, a José, a María, a Lupe, es asunto local, estrictamente de aquí.
De ahí la urgencia de un diálogo serio, respetuoso, responsable entre los aspirantes y lo que se cree, es la dirigencia local. Sin intromisiones de ninguna naturaleza, sin sugerencias de nadie, deben escoger un método estatutario adecuado y honrar una de las palabras clave en el nombre de ese organismo sin control: la democracia.
Agotaron las posibilidades de diálogo antes de pensar en ello. Los aspirantes del PRD a la gubernatura, son gente capaz; me atrevo a decir que cualquiera de los dos más fuertes, podría ser el candidato o la candidata idóneos, competitivos, pero si llegan bajo el estigma de la imposición centralista y abusiva, no tendrán muchas oportunidades. Por eso, están obligados a construir consensos, a buscar respaldo entre la militancia, no en las cúpulas. Sería un absurdo, retroceder en lo que pomposamente llamamos “democracia”. ¿Entendido?
Tarjetero
*** Analizando el perfil de los ahora legisladores ex perredistas, se llega a una conclusión: se van pero no se llevan nada, puesto que nada aportaron al PRD mientras utilizaron sus tres letras para alcanzar lo que hasta ahora tienen. Tan sencillo como eso. *** El miedo no anda en burro. Doña Chepina Vásquez Mota, zanjó la trifulca gratuita que se ganó ante el Gran Cuauhtémoc Cárdenas, por el asunto del slogan de campaña. La verdad es que ni uno ni otro tenían la razón. *** Ya repuesta de una intervención quirúrgica, la diputada federal, María Elena Torres Abarca, retomó formal y enjundiosamente sus actividades legislativas. Bien por ella. *** Perdone usted por lo que va a leer pero me gana la indignación. Pinches gringos asquerosos; ahora resulta que, por los tanates de un legislador local, pretenden cambiar el nombre del Golfo de México, a “Golfo de América”, bajo el estúpido pretexto que éste ocupa una parte del estado de Mississippi. Peor aún, pretenden utilizar el cambio de nombre contra la ley antiinmigrante promovida por los republicanos. *** Que Paco Grajales quiere repetir como candidato al Congreso de la Unión en el distrito con sede en Tonalá. Es insaciable el señor. Salta de una a otra curul. *** Luego nos leemos.
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