-NO, A LA PRIVATIZACIÓN DE PEMEX!…**
**Josefina Vázquez Mota y Enrique Peña Nieto, respectivamente, han señalado que de obtener el triunfo el primero de julio persistirán en profundizar en la privatización de Pemex**
Por. Alberto Ramos
Indudablemente el 21 de marzo es y será una fecha inolvidable para todos los mexicanos.
Y es una fecha emblemática en la historia de México, en momentos de particular crisis económica, política y social que tiene al país sumido en un proceso de descomposición institucional que afecta al Estado en su conjunto y que se hace extensivo a partidos políticos y otros factores del poder, situación que demanda un enorme esfuerzo para recuperar la dignidad, identidad y soberanía, principios perseguidos por Benito Juárez y otros luchadores de la Reforma.
Recuperar el contenido de la vida y obra de Benito Juárez y hacerlo presente en la cotidianidad del quehacer republicano no es tarea fácil, sobre todo ahora que el carácter laico del Estado se encuentra erosionado por las políticas gubernamentales que a partir de la primera administración federal ilegítima, la de Carlos Salina de Gortari, surgidas del fraude electoral de 1988, abren las puertas al poder eclesial que en forma recurrente irrumpe en el campo de la política.
Las recientes reformas al artículo 24, impulsadas por el indisoluble binomio formado por el PRIAN (PRI-PAN) cuando se trata de asuntos esenciales para llevar adelante el modelo neoliberal se ponen de acuerdo aunque sean reales sus diferencias secundarias que se traducen en “dimes y diretes”, en ocasiones ofensivos, que finalmente son intrascendentes-, son un paso más contra el Estado laico y abren un poco más la puerta trasera a la presencia en el campo de la política y con la vista puesta en el sistema educativo público, a la Iglesia católica, dominada por cúpulas conservadoras, aunque no sea despreciable la presencia de sectores progresistas que persisten a pesar del Vaticano.
La visita de Benedicto XVI, perteneciente a la ala más conservadora de la Iglesia católica, apostólica y romana, a México y en específico a Guanajuato, cuna del belicoso movimiento cristero, en pleno proceso de sucesión presidencial, no es casual: Calderón y sus huestes tratarán de sacar el mayor provecho posible a este encuentro con el líder religioso más influyente en el país, todavía importante a pesar de que la realidad hace que cada día más católicos comprendan que los dogmas del Vaticano dificultan enfrentar y solucionar sus problemas cotidianos.
Ahora que sobre México se cierne la sombra amenazadora del imperio estadounidense, que cuenta con la complicidad de un débil gobierno panista, es importante traer a la memoria la figura del Benemérito de las Américas, que con dignidad supo enfrentar la invasión extranjera y resguardar la identidad nacional, sustento de la soberanía nacional que ahora, siglo y medio después, se encuentra en crisis.
En la agonía de su sangriento sexenio, con más de 60 mil ejecuciones, diez mil desaparecidos, 150 mil desplazados, entre otros índices de la estadística de la muerte y el sufrimiento, Felipe Calderón exclama como fruto enfermizo de una imaginación culpable que lo primero son las víctimas, cuando precisamente ha sido su estrategia de seguridad la que llena de zozobra y luto miles de hogares.
Estamos en tiempo de definiciones, ya Josefina Vázquez Mota y Enrique Peña Nieto, candidatos presidenciales del PAN y del PRI, respectivamente, han señalado que de obtener el triunfo el primero de julio persistirán en profundizar en la privatización de Pemex -en beneficio de grandes monopolios y no de la mayoría de los mexicanos-, además insisten en que darán continuidad a la guerra contra algunos cárteles del narcotráfico, estrategia impuesta por el gobierno de Washington y aceptada incondicionalmente por el espurio Felipe Calderón, desesperado por obtener la legitimidad que de origen carece.
Por su parte Andrés Manuel López Obrador ha expresado con madurez y equilibrio, que en beneficio de todos se requiere conservar a Pemex en manos del Estado, frenar su privatización y potenciar su modernización, de manera que sea una auténtica palanca del desarrollo.
También dice con claridad que en su gobierno se pasará de una concepción de seguridad nacional a otra de seguridad ciudadana, con el retiro paulatino del Ejército y la Marina de las calles, y con un real proceso de transformación de la policía teniendo como guía el combate de la corrupción. Punto
Tenemos que voltear este país, hacerlo menos desigual y más equitativo. No es posible que treinta familias dominen la economía del país, que TV Azteca y Televisa nos impongan gustos, formas de vestir, pensar, reír, vivir y hasta senadores, diputados federales, gobernadores y presidentes de la república, no es moral ni menos ético que 52 millones de mexicanos vivan desempleados o empleados con salarios miserables, no es justo que el campo esté abandonado y la importación de alimentos exponga progresivamente la soberanía alimentaria de la nación y obligue a la gente del campo a emigrar a los Estados Unidos y cinturones de miseria de nuestras ciudades donde el empleo común es pedir con sus hijos y esposas en cruceros, plazas y calles, no es constitucional ni moral permitir la apertura de miles de "universidades" que no cumplen la mas ligera certificación de las normas de calidad y son un engaño para miles de Jóvenes muy malos estudiantes que reprueban los exámenes de admisión de las universidades públicas (no todas con calidad) y pasan a las Patito por las cuales el gobierno federal de facto y jure está privatizando la educación que debe impartir el Estado Mexicano de manera gratuita, laica, de calidad científica y de pertinencia productiva y laboral, porque es muy cruel, inmoral y peligroso dejar a 52 millones de mexicanos en condiciones de pobreza y excluir de las oportunidades de educación y empleos bien remunerados a casi 20 millones de jóvenes, incluso con estudios de posgrado en buenas universidades del país y del mundo. Por eso el pensamiento de Colosio y su propuesta de reformar al poder poniendo en el centro de sus prioridades a campesinos, jóvenes, trabajadores y mas necesitados, de hacer cambios sistémicos y estructurales que no sean saltos al vacío ni a los cañones del endeudamiento y empobrecimiento de las finanzas públicas que roban con descaro e impunidad los gobernantes en turno, está vigente y el PRI tiene la deuda con Colosio y los mexicanos de cumplirles para no seguir viendo hambre y sed de justicia, jóvenes desesperados sin educación ni empleo, campesinos e indígenas abandonadas, mujeres violentadas que ya no hayan cómo estirar el gasto, todo lo cual es un paraíso para que crezca protegida en la sociedad la delincuencia organizada que controla amplias zonas del país con aliados en las policías, bancos, iglesias, ejércitos, gobiernos de los tres niveles y en todos los partidos. Tenemos que voltear la vista abajo y la realidad trágica y explosiva que ya veía Colosio en 1994 en que lo asesinaron y que se ha agravado en estos casi 12 años de panismo y en estados donde lo mismo gobierna el PRI que el PAN y el PRD ahora que en vez de gobiernos republicanos tenemos en México 32 pequeñas monarquías y un presidente que habla como déspota pero no gobierna ni a su gabinete ni a su partido.
Pues, sinceramente, no tengo la facultad de responder a diversos cuestionamientos sobre la posible postulación de Juan Carlos López, (a), “El Chapita” como candidato al Senado de la República por el PRD. Es decir, no puedo criticar un hecho que desconozco en qué términos se dio esa alianza con la aprobación del “Dueño del Balón” que se juega aquí en Chiapas y la alta jerarquía del perredismo nacional.
Es más, desde el pasado viernes el destacado perredista Costeño, Juan Ruguel Agustín Robledo, subió al Facebook como primicia la noticia que “El Chapita”, iba en la primera formula y después, esa noticia fue retomada en varios columnistas, al grado, que, apuntalaron, también, al “Chico Maravilla” que ganó “todas las encuestas” por haber como candidato al gobierno de Chiapas por el Sol Azteca pero que hoy se va al Verde como candidato al Senado
O sea, seguramente ni en sus peores sueños los verdaderos fundadores de los movimientos de izquierda en Chiapas (Jorge Moscoso, Amado Avendaño, y Gilberto Gómez Maza) en la entidad vieron la realidad que hoy observan: su partido, el que concibieron, dirigido por un personaje ligado hasta por herencia a las peores acciones del cinismo.
Uno lo ve en la fotografía y no lo puede creer: con la mano izquierda jura hacer valer los postulados de izquierda, o lo que de ella quede, del Partido de la Revolución Democrática. Y resulta complicado creerlo, porque toda la trayectoria del personaje de marras ha estado ligada a los intereses más reaccionarios de la entidad.
Uno a uno fueron corridos o echados por la fuerza de lo que ahora es el PRD, y uno a uno fueron sustituidos por personajes siniestros, habilidosos para las negociaciones políticas, pero totalmente ajenos al proyecto ideológico que en algún tiempo existió.
Sin embargo esa es la realidad, en que a la vuelta de la esquina los porristas de la más sangrienta época del poder en Chiapas, de pronto son los redentores de las clases desposeídas.
Uno no lo puede creer, porque de tan absurdo provoca esa reacción. Sería como ver a Pinochet (el héroe de la José, “El Chingao”) en la memoria de los chilenos cual si fuera Salvador Allende.
Los absurdos están ahí.
Y por eso ya nadie cree en esto de la política, porque de tanto jugar al teatrito, resulta que de la risa que un tiempo provocaban, hoy sólo llevan al llanto, al amargo llanto por la miseria ideológica en que han colocado a un partido, en este caso, como el PRD en Chiapas…Mil gracias nos agendamos mañana, Dios mediante
PD. De Sabines: “A él le gusta jugar y juega”. Cuando tiembla la tierra uno se sabe lo que es: una pequeña partícula de la mente de Dios que está así, a la buena de sus manos, posible de ser apachurrada como hormigas en la figura poética de Sabines, “a él le gusta jugar y juega. Y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna y nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe de las manos”.
Nos miramos con ojos de interrogación, ciertos de que obedeceremos la primera orden que dé al que se le ocurra hacerlo, desde pedir que corramos al patio rodeado de edificios o meternos debajo de los escritorios. Ahora entiendo la frase aquella de “te movió el piso”.
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