La última palabra
Por. Romeo Ortega
La última palabra en el asunto de Florence Cassez, la ciudadana francesa sentenciada a 60 años de prisión por el delito de secuestro, la tiene la Suprema Corte de Justicia de la Nación que conoce de un amparo directo, intentado por los abogados de la sentenciada.
Este caso ya tiene resonancia mundial y el mismo presidente de Francia Nicolás Sarkozy ha abogado por Cassez. Ella fue sentenciada dentro de un proceso señalado de irregular en donde se sostiene que hubo incumplimiento de normas que caen dentro de la jurisdicción del derecho internacional.
El ministro de la Corte Arturo Zaldívar ya dio a conocer su proyecto de sentencia en el que propone la inmediata libertad de la acusada, porque hubo violación de sus derechos fundamentales. Cuando menos tres de los ministros que integran la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, incluyendo al ministro ponente, deben respaldar el proyecto para que la francesa sea puesta en libertad.
El proyecto del ministro Zaldívar ha caldeado los ánimos y hay distintas opiniones en pro y en contra de la liberación de la acusada. La mayor parte de las opiniones en contra proviene de una opinión pública que está enterada de los sucesos. Hay consideraciones de juristas muy respetados que coinciden con la exposición del ministro Zaldívar.
Pero el arbitrio de la Corte es muy firme y no cede a presiones vengan de donde vengan y termina imponiendo su criterio. Los ministros que integran la primera sala podrían votar en contra de lo que propone su homólogo lo que pondría punto final al litigio y la francesa tendría que cumplir con la sentencia impuesta.
El 14 de febrero de 2011, en este mismo espacio emitimos nuestra opinión del caso Cassez y dijimos: "esto ya impuso duda en el mundo donde la prensa extranjera tiene una opinión del caso muy distinta a la que tiene la prensa de México. En cada caso son puntos de vista muy respetables y cada quien expone su versión según la capta de acuerdo con el sustento de sus fuentes"
Continuamos: "el montaje de los sucesos a través de la recreación realizada por la Procuraduría General de la República, a petición de los periodistas según esta institución, es uno de los grandes errores que han incubado la duda. Nada se captó en el momento de la aprehensión, se hizo después de que se había realizado como burda reconstrucción de los hechos que no tuvo más intención que provocar escándalo mediático y condenar sin alternativas a la señora Cassez. A partir de ese montaje, se desató la animadversión hacia ella para luego procesarla".
Refiriéndose a la Procuraduría General de la República, el constitucionalista de la UNAM José Barragán, declaró en ese entonces que "no ha sido nunca una fiscalía de investigación sino un órgano de represión, por lo que no está preparada para llevar a cabo una verdadera indagatoria".
Las violaciones a los derechos fundamentales que detectó el ministro Zaldívar para fundar su proyecto de liberación, consisten en que no se hizo la notificación consular inmediata y después de la captura la acusada fue retenida para participar en un montaje para la televisión que vició todo el proceso y hubo dilación, sin justificación legal, para presentarla ante el Ministerio Público. Pero estos argumentos si bien son suficientes para revisar a fondo, son insuficientes para absolver o liberar.
Las presiones están a la orden del día y es la misma PGR la que las alienta en una actitud que puede ser comprensible ya que su deber es llevar a todos los acusados a sentencia aunque tenga que recurrir a procedimientos detestables como ocurrió con los sentenciados de Acteal.
La Corte debe mantener su tradicional invulnerabilidad ante las presiones y ceñirse a lo que ordene su criterio tan respetable por su imparcialidad y cultura jurídica.
Pudiera darse el caso improbable de que los ministros de la primera sala se dejen influir por las presiones y voten en contra del proyecto del ministro Zaldívar o bien pretendan encontrar otra salida ordenando la reposición del procedimiento. Pero eso sería justicia a medias y la Corte no puede comulgar con tan deficiente resolución. O ratifica o rectifica, no hay de otra.
Cassez podría ser liberada por esas violaciones e irregularidades que concurrieron para sentenciarla. Podría sustentar la Corte que su liberación, como en el caso de los sentenciados de Acteal, no borda sobre su culpabilidad o inocencia, sino en el hecho de haber sido sentenciada a pesar de las manifiestas violaciones dentro el proceso. Las violaciones en el proceso de los sentenciados de Acteal pesan más, mucho más, que las violaciones encontradas en el proceso de Cassez, en aquel los inculpados quedaron en estado de indefensión, en este la francesa tuvo desde el principio una defensa legal de primera por lo que es de concluirse que, el no haber realizado a tiempo una notificación consular, de ninguna manera supone su inocencia o da pie para su liberación.
Hay que confiar en el máximo Tribunal de Justicia de la Nación, siempre infalible en sus determinaciones. No pretendemos influir en el criterio de los ministros de la Corte, solo exponemos un punto de vista en torno al caso. Lo que resuelva la Corte será acatado y respetado.
COLOFÓN.- Aclaro a los lectores: los subtítulos de La Semana Política de ayer domingo corresponden a una columna que debió escribirse en el 2009 pero que por un error involuntario aparecen en la columna de ayer cuyos subtítulos debieron ser los siguientes: 1.- En su visita número 27 a Chiapas el presidente Felipe Calderón estuvo en cuatro municipios de la entidad chiapaneca. 2.- El "Güero" Manuel Velasco va por la gubernatura del estado en candidatura común respaldado por el PRI y el PVEM. 3.- La Coparmex de Tapachula planteó primeramente la construcción de minipresas y hay indicios de aprobación. 4.- La Cátedra-UNESCO está próxima a instaurarse en la Unach lo que dará un paso más a la inminente internacionalización. Este error no altera en lo más mínimo el contenido de La Semana Política de ayer, es pecata minuta que, como dijo Arturo de Córdova, no tiene la menor importancia.
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