viernes, 16 de marzo de 2012

Tema y Voz

Lucha inaceptable

Por. Romeo Ortega
El comandante Charles H, Jacoby, al comparecer ante el Comité para las Fuerzas Armadas del Senado de los Estados Unidos, dijo que es inaceptable que la lucha contra el narcotráfico en México haya dejado cerca de 13 mil muertos en el 2011 y que la captura de capos no haya tenido un efecto positivo en la percepción pública sobre la violencia. 

Así opina el jefe del Comando Norte del Ejército de los Estados Unidos y agrega que aún cuando las autoridades mexicanas han capturado o eliminado a 22 de los 37 jefes del narcotráfico, esto no ha tenido un efecto positivo apreciable porque la violencia ha seguido aumentando. 

Es un punto de vista que coincide con la percepción de la mayoría de los mexicanos, testigos de una violencia galopante que parece no tener fin. En los Estados Unidos están enterados que la cuota de muertos del año 2011 fue de i3 mil, un número muy elevado que en México lo vemos pasar con indiferencia, como si morir dentro de la violencia fuera nuestro destino. 
Ni la muerte ni la aprehensión de capos ha logrado establecer un ánimo de confianza y colaboración de parte del pueblo. Lo que existe es resignación ante tantas vicisitudes, resistencia a cooperar porque tantos mexicanos o sus hijos han sido víctimas colaterales inocentes, sin que nadie responda de los sucesos ante las familias. Han muerto niños a los que la violencia puso en la escena del crimen, lo mismo ha ocurrido con estudiantes, mujeres, padres de familia que han sucumbido sin deberla ni temerla. 

Lo que hemos ganado hasta ahora es la nada honrosa calificación de pertenecer a uno de los países más violentos del mundo, concepción que jamás tuvo México y que la alcanzó en el lapso que lleva el actual gobierno de la república. 

Desde luego que la táctica va a cambiar pero no impulsada por Calderón. El gobierno que viene no será de su partido y tendrá necesariamente que rectificar. Quien sustituya a Calderón no querrá rebasar la cuota de 50 mil muertos que tantos trastornos ha causado a la paz y tranquilidad en la que deben vivir los pueblos. México nunca había sido epicentro de la violencia como lo es ahora a tal grado amenazadora, que el mismo Calderón adopta medidas especiales se seguridad que no le permiten mantenerse cerca de la gente. 

Tiene razón el comandante Jacoby: la muerte y detención de los capos no ha producido un efecto apreciable desde la observación de la sociedad. No lo ha ´producido porque siente que de inmediato se renuevan las cabezas del narcotráfico como las de la Hidra de Lernes, no hay forma de exterminarlas de tajo y si la hubiera tendría que hacerlo un moderno Heracles, inexistente hasta ahora. 

Además, probado está que la corrupción corre parejo con esta guerra y que lo que se confisca o decomisa no siempre llega íntegro a su resguardo. Ha habido la destitución de funcionarios y funcionarias a los que se les ha despojado de automóviles, inmuebles y objetos de valor que pertenecían al crimen organizado y ante tal escenario la desilusión es manifiesta. 

El enemigo no se acaba, no se vence, tiene múltiples recursos bélicos y financieros para resistir, el que se acaba es el gobierno de Calderón que llega al final con la moral en la suela de los zapatos, no tuvo el respaldo que esperaba de la sociedad y tampoco del mundo que lo debió haber apoyado sin reservas, sobre todo los Estados Unidos, pero allí manejan sus propias políticas y sus propias estrategias sin echarle una tabla salvadora al que se asfixia y se ahoga. La tal Iniciativa Mérida solo fue un catálogo de regateos y extrañamientos, nunca dio las respuestas que se esperaron. 

El comandante Jacoby se extraña y se pregunta ¿Porqué en los Estados Unidos se han vuelto conocidos los nombres de los carteles en México pero no los nombres de los jefes que operan en casi mil ciudades estadounidenses, según un reporte reciente del Departamento de Justicia? 

Interesante pregunta que el gobierno mexicano se debería preocupar por analizar y responder, a lo mejor allí encuentra la clave de las iniquidades y de la falta de cooperación- 

COLOFÓN.- La Comisión Dictaminadora del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana, integrada por los consejeros Marco Antonio Ruiz Guillén, Ramón Salvatore Constanzo Cevallos y Evelio César Morales, aprobaron el registro de la coalición denominada Movimiento Progresista por Chiapas integrada por el Partido de la Revolución Democrática, el Partido del Trabajo y el Partido Movimiento Ciudadano; la resolución se fundó en que dicha coalición cumplió a cabalidad con las normas jurídicas que rigen las coaliciones y con sus respectivos estatutos. En consecuencia esta coalición quedó jurídicamente habilitada para registrar a sus candidatos a gobernador, a 40 diputaciones locales y a 122 presidencias municipales. Queda en consecuencia perfectamente claro que solamente esta coalición podrá registrar candidatos a estos cargos de elección popular, quien quiera hacerlo unitariamente en nombre de alguno de los partidos coaligados, será desechado de plano en sus pretensiones.

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