lunes, 16 de abril de 2012

Semáforo

Foro Internacional de Educación: “Mas allá de las fronteras”

Por. Exal Baltazar Juan Ávila                
Verde. La sala de usos múltiples del Centro de Estudios Avanzados y Extensión (CEAyE) de la UNACH será la sede de este magno evento de la celebración del “8º. Foro Internacional de Educación Comparada: Mas allá de las fronteras”, a celebrarse este lunes 16 de abril, de 5 de la tarde a 8 de la noche, así lo informo Josué Aarón Molina Hernández, uno de los organizadores del evento: “El objetivo de este foro es realizar un análisis de los sistemas educativos de los países participantes los cuales son: España, Japón, Guatemala, Honduras, Francia, Australia y Libia. Los participantes de estos países compartirán su experiencia de todo el sistema educativo en el cual ellos recibieron una formación académica, permitiendo conocer modelos, paradigmas y teorías educativas en dichos países”.

En relación a los ponentes dio algunos ejemplos: “De España son dos jóvenes que se encuentran en intercambio con la escuela Normal “Fray Matías de Córdova de Tapachula, de Francia es un maestro francés que da clases en el departamento de lenguas de la UNACH, así también Contadores Públicos y estudiantes de distintas carreras, provenientes de los países participantes”.
Amarillo. Es menester aclarar que Aarón Molina, fue entrevistado de forma rápida e imprevista por lo que no estuvieron sus demás compañeros presentes sin embargo comento: “Dicha actividad es realizada por estudiantes de 9o. semestre turno vespertino de la Licenciatura en Pedagogía extensión Tapachula de la Facultad de Humanidades campus VI-UNACH en coordinación con la maestra Angélica Leticia Carrasco Santos docente de la materia de Educación Comparada. La entrada es libre para todos los que quieran asistir”.

Para sufragar los gastos del evento, los muchachos se organizaron y llevaron una serie de actividades, pero sobre todo el gran entusiasmo que han demostrado para lograr que se realice el octavo evento internacional.

Rojo. Opinión personal del que esto escribe. Sin embargo nuestra sistema de enseñanza en México continua deplorable, por así convenir a los intereses gubernamentales.

Semáforo descompuesto.

¿Pueblo en rebelión? Espinal, municipio de Veracruz, cuya población esta considera en 24 mil habitantes, ubicada en la sierra, está llamando la atención pero no solo esto sino también puso a temblar al mismo Banco Central de México al inventar su propia moneda conocida con el nombre de “Tùmin” que se basa en un sistema de trueque y cuyos “billetes” circulan ya en nueve municipios con posibilidades de extenderse a otras regiones.

Túmin significa dinero entre los indígenas de la etnia Totonaca. Cada túmin equivale a un peso mexicano. El billete es un rectángulo con medidas de cinco por ocho centímetros.

El túmin comenzó a circular en noviembre de 2010 en billetes de uno, cinco, diez y 20 unidades, por iniciativa de un grupo de profesores universitarios para reactivar la economía de la región y resolver el problema de la falta de dinero circulante entre la gente de esa empobrecida zona del oriente del país. Sin embargo, no fue sino hasta fines del año pasado que se popularizó y extendió.

A diferencia de los billetes tradicionales, que se valoran por el poder económico o las reservas de oro del país que los emite, a los tumines los respaldan las personas que los utilizan.

Un panadero del pueblo, por ejemplo, vende su mercancía en pesos (moneda oficial de México), y tumines. Esta moneda le sirve para comprar otro producto, como carne o verduras, y quien la acepta puede cambiarla a su vez por algún servicio, como una revisión dental o la reparación de una puerta.

Es un sistema solidario de trueque donde el dinero parece recobrar su origen histórico: lo que vale no son los billetes o monedas metálicas, sino lo que las personas dan o hacen a cambio.

La moneda comunitaria sólo se utiliza entre los 115 miembros de la red de intercambio, quienes recibieron vales por el equivalente a 500 tumines que deben conservar en circulación.

Cada uno de los socios da voluntariamente el valor que desea a la moneda. Todos, a la vez, se comprometen a un esfuerzo solidario que generalmente se traduce en sacrificar las ganancias en pesos, pero recuperarlas en servicios o productos.

Así, un kilo de carne, por ejemplo, cuesta unos 70 pesos en el mercado tradicional, pero dentro de la red se cotiza en 50 pesos y 20 tumines.

El carnicero utiliza los vales de túmin para comprar otra mercancía, como pan, y el panadero a su vez los intercambia por algo más, como harina, azúcar o huevos.

Resultado: los comerciantes y profesionistas venden más productos, y los consumidores compran más barato.

Sin embargo el Tùmin es un problema para algunos, el Banco de México, acusa a sus creadores de pretender suplantar al peso, la moneda oficial del país. La Procuraduría General de la República mantiene una investigación desde hace varios meses, pero los creadores de la moneda comunitaria dicen que no han cometido ningún delito.



Denuncias y comentarios: exalbja64@hotmail.com Cel. 962 10 80 934.

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