miércoles, 18 de abril de 2012

Semáforo

El agua, un tema olvidado por los políticos

Por. Exal Baltazar Juan Ávila               
Verde. El agua es un derecho que nos corresponde, al decir que es un derecho no nos estamos refiriendo únicamente al derecho humano que nos corresponde, sino también al derecho constitucional.

El artículo 27 de la Constitución Mexicana señala que las aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional son propiedad de la nación. Este artículo es relevante pues establece que, exceptuando algunos casos, el Estado es el propietario original de las aguas nacionales. Otro artículo constitucional relevante es el artículo 4, que aunque no habla específicamente del agua, establece en el párrafo cuarto el derecho de toda persona a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar, también es menester mencionar los artículos 73, 115 y 122 de la constitución, los cuales establecen las facultades legislativas del Congreso de la Unión en materia de Aguas, las facultades de los Municipios en materia de aguas y las facultades de la Asamblea Legislativa del distrito federal en materia de agua, respectivamente.
Amarillo. Pues bien, la legislación nacional en materia hídrica es, en resumen, compleja, dispersa, y cuantiosa, por lo que se derivan de la Constitución: la Ley de Aguas Nacionales (LAN) y la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), sin embargo existe una cantidad extraordinaria de textos legales en materia de agua, incluyendo tratados internacionales y bilaterales, pero ¿han servido de algo?

¿Quien de los actuales candidatos a diputados federales, senadores o a la presidencia de la Republica ha tratado este tema?

Siendo el agua vital para todo ser viviente, no lo incluyan en su proyecto. Pero no es de extrañarse, la poca importancia que le dan es la misma que se le ha dado en su uso y cuidado, por eso dice Juan Fernández Bosh: “el ser humano es el único animal que destruye lo que le da vida” y tiene razón. Somos depredadores de lo que nos da vida.

Para favorecer el uso adecuado del agua y poner un alto a la contaminación se han creado una multiplicidad de movimientos y organizaciones a nivel mundial, emprendiendo diversas acciones para exigir el reconocimiento constitucional del derecho al agua. México no ha sido la excepción; en marzo de 2006 se constituyó la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (COMDA).

Rojo. El pasado 22 de marzo se celebro el “Día mundial del agua”, sin embargo y de acuerdo a datos proporcionados por el mismo gobierno, 9.5 millones de personas no tienen acceso a agua y 10.7 millones al alcantarillado. Si a estas se suman los hogares que no disponen de agua dentro de su vivienda, la cifra llega a 25 millones de personas. Además, el agua de la red, no necesariamente es apta para el consumo humano ni los datos de cobertura consideran la irregularidad en la provisión del líquido. Es claro que el acceso al agua sigue siendo una asignatura pendiente.

En Tapachula, ¿qué tan creíble es de que tenemos “agua potable”?

Si en la Republica Mexicana la mayor parte de los cuerpos de agua están contaminados: sólo el 5% de los ríos tiene una calidad aceptable para cualquier tipo de uso, mientras casi el 95% tiene algún grado de contaminación, y el 29% presenta altos niveles de contaminación por sustancias químicas, residuos de medicamentos, narcóticos, heces, arsénico y otros metales pesados.

En Tapachula y varios municipios de la costa se ha mantenido en “secreto” la verdadera contaminación que existe en lo que se le llama “agua potable”, mostrando una extrema omisión gubernamental que antepone los intereses económicos y políticos a los derechos humanos.

La construcción de presas como solución a la problemática y forma de procurar la extracción y distribución del agua, ha probado tener grandes consecuencias negativas, tanto sociales como ambientales, ignorando la opinión de las comunidades, como es el caso del proyecto de la Presa La Parota en el estado de Guerrero y la Presa El Zapotillo en el estado de Jalisco.

México es el primer consumidor de agua embotellada en el mundo, lo cual se debe a que la población desconfía de la calidad del agua o, simplemente, no tiene acceso al agua potable. Anualmente en el mundo se desechan alrededor de 8 mil millones de envases de plástico, que tardan hasta 500 años en degradarse.

El agua se ha convertido en un gran negocio, provocando despojo de manantiales, como lo hace una empresa embotelladora de reconocida marca de refrescos en el estado de Chiapas o en Puebla, con la empresa “Tratamiento de Agua de Puebla” quien ha demandado al gobierno de ese estado por incumplimiento de contrato en el cual se otorga todas las ventajas al capital privado.

Mientras tanto todos los candidatos se enfocan a promover basura de programas que denigran al ser humano y que fortalece una estructura política en bien de ellos mismos.

Denuncias y comentarios: exalbja64@hotmail.com Cel. 962 10 80 934.

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