Grave la inseguridad en Tapachula
Por Carlos Z. Cadena
Lo que tenía que suceder está sucediendo, más que tarde que temprano, donde todo apunta a que la dignidad ciudadana de los pueblos Costeños, por fin está saliendo a flote, donde se habló mucho que a lo largo de estos años, se manejó mucho el fantasma de la amenaza velada en contra de aquellos agrupaciones representativas para evitar que no hicieran ruido con sus señalamientos populares, en torno a los problemas sociales, escenario que no se había visto en muchos años. Increíblemente los sectores productivos en la región del Soconusco, lanzaron un basta ya por la grave y peligrosa inseguridad pública, que se ha venido acentuando en Tapachula y otros municipios de esta frontera sur, sin que nadie asuma su responsabilidad ya sea cómo autoridad federal, estatal o municipal.
Desde hace mucho tiempo lamentablemente la estrategia en materia de seguridad pública, siempre fue un ocultamiento oficial, y un valemadrismo totalmente de marginación hacia la Costa, el Soconusco y la Sierra de Chiapas, donde aún se habla de que el programa “Por un Chiapas aún más seguro”, fue únicamente para darle un plus de seguridad a la capital Tuxtla Gutiérrez, pero que asombrosamente en muchos municipios de Chiapas, este programa pasó desapercibido, y sin ningún ápice de haber cumplido, sobre todo en Tapachula, donde aún hay pendientes muchas estrategias policiales y promesa oficiales para hacer de la ciudad, una ciudad verdaderamente segura, dado su cercanía con la frontera más porosa del Continente Americano, y si eso sucedió con Tapachula, pues los demás municipios sencillamente quedaron totalmente marginados.
Trascendió que los primeros acuerdos fueron aprobados por los dirigentes regionales de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO); Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA); la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX); la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (CANIRAC); la Asociación Nacional de Hoteles y Moteles, entre otros, donde la petición formal es que se brinde más seguridad en Tapachula y la frontera sur, donde la ola delincuencial, se ha multiplicado a pasos agigantados, y donde nadie hace nada para llamar a las policías de los tres órdenes de gobierno, para echar andar alguna estrategia que vaya acorde a los sucesos dramáticos que cotidianamente se viven en esta puerta del país en lo que se refiere al problema de la inseguridad pública.
Inclusive las fuerzas ciudadanas de Tapachula, recalcaron en su primera reunión, que los programas estatales y municipales de vigilancia con cámaras de circuito cerrado, taxista vigilante, botón de auxilio, entre otros que se han puesto en marcha en varias ciudades de la Entidad, como el caso de Tapachula, han fracasado o no han dado los resultados que se esperaban. Y Ajusticiaron: “Es una vergüenza que la obra emblemática del sexenio sea una cárcel para los presos más peligrosos del país”, al tiempo de señalar que eso traerá como consecuencia mayores problemas de inseguridad “porque atraerán a los miembros del crimen organizado que querrán sacar a sus compañeros internos”. (Sic-El Orbe)
Las fuerzas vivas de la ciudad, se reunieron en un salón al sur de esta ciudad donde denunciaron con dignidad popular, que en reiteradas ocasiones han acudido a las autoridades de los tres niveles de gobierno para exponer la problemática y posibles soluciones. Y textualmente agregaron: “Sin embargo, cuando hablamos que se requieren más elementos, patrullas, equipos, armamento y demás equipos para enfrentar a la delincuencia, la respuesta siempre es la misma: No hay dinero”, señalaron.
Nadie podrá negar que en estos años, la situación de Tapachula, como ciudad, se ha venido a pique, donde aparte de carecer de obras sociales, lo que se prometió no se cumplió, y uno de las asignaturas pendientes, es precisamente el programa motor estatal denominado “Por un Chiapas aún más seguro”, que para sorpresa de todos nació en Tapachula, a donde se llevó a cabo la reunión estatal, precisamente por su geografía fronteriza, donde se anunciaron grandes cambios sustanciales y graduales en materia de seguridad pública, pero ni siquiera esto último se cumplió con las promesa graduales, es más hasta ya la dieron la salida decorosa –y muy sospechosa- al que llevaba la batuta de este programa, como lo es el Panista Carlos Raymundo Toledo, que ahora anda en busca de una Senaduría, pero jamás vino a explicar a Tapachula y municipios aledaños, que el programa estaba finiquitado, por el contrario cuando habló reconoció que faltaban más de 200 botones de seguridad, que para colmo no funcionan en Tapachula.
Por otro lado hasta el famoso programa “Taxista vigilante”, que se supone eran también ojos ciudadanos en los cuerpos de los trabajadores del volante, que iban a ver los baches de las calles, la falta del alumbrado público, para denunciarlos y en base a esto, que trabajaron las autoridades para subsanar la problemática, fue una de las farsas más grandes que se hayan hecho en Tapachula. Simplemente les dieron a los taxistas su teléfono celular, sus playeras y cachuchas, se tomaron la fotografía con los políticos, pero nunca se cumplieron los objetivos anunciados. Le dieron a Tapachula atol con el dedo.
Pero volviendo a la actualidad y que debe de ser un llamado a la Presidencia de la República y a la Secretaría de Gobernación, es que la preocupación de los representantes de los sectores productivos en esta puerta del país, se justifica en que últimamente todos los días hay asesinatos en asaltos armados, además de robos a comercios establecidos, donde a eso hay que agregarle que se ahuyenta el poco turismo que hay en la región, destruyendo la economía regional. En resumen es preocupante la inseguridad en esta frontera sur, donde en el municipio de Suchiate, también la dignidad ciudadana empieza a salir a flote. Ya era tiempo y además jamás las autoridades estatales, han tenido la delicadeza de hablar con los representantes ciudadanos.
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