viernes, 31 de agosto de 2012

Comentario Zeta

¿Y los 800 millones de pesos del IMSS-Chiapas?

Por. Carlos Z. Cadena
El pasado 16 de agosto el director general del IMSS Daniel Karam Toumeh, puso en marcha la Unidad de Medicina Familiar número 8 en el municipio de El Marqués, Querétaro, con una inversión de 380 millones de pesos -entre edificación y equipo médico- con la que se apoyaba los servicios médicos para 48 mil derechohabientes de la región queretana. Acompañado por el gobernador de la entidad, José Calzada Rovirosa destacó que en la actual administración federal del presidente Calderón se han destinado 23 mil millones de pesos a la construcción, ampliación y remodelación de instalaciones médicas en el país, que se traducía en 70 nuevas unidades médicas y 166 ampliaciones o remodelaciones. 

Karam informó que a unos meses de concluir la gestión de Calderón, les quedaba claro que ésta ha sido la administración federal que más empeño ha puesto en ampliar la red de servicios de salud y llevar atención médica oportuna a miles y miles de familias en todo el país. Fue casi un adelanto del informe Presidencial en materia de salud del IMSS.

Sin embargo en Tapachula, sede del nacimiento del Seguro Social en Chiapas, lamentablemente ese dizque esfuerzo constructor de servicios del IMSS para los mexicanos nunca aterrizó, pese a que su hospital local se encuentra bajo un estudio de Protección Civil que va dirigida en dos vertientes, la primera que el golpe del huracán “Stan” en octubre de 2005, deterioró peligrosamente una parte de su infraestructura, y la segunda, fue que tenía que salir de ese lugar por considerarse una zona peligrosa, pues apenas divide el territorio del hospital a escasos 20 metros con el inundable río Coatán en época de lluvias. Un escenario de absoluto riesgo humano.
Sin embargo, el fantasma de todo este asunto de carácter federal del Instituto de Tapachula, es que ya se había autorizado por la Cámara de Diputados un presupuesto para construir en otro lugar precisamente otro hospital T1, que curiosamente también es el más antiguo de Chiapas y dentro de la danza de millones que después lo confirmaría el anterior delegado estatal Samuel Orrico, llegaban hasta los 800 millones de pesos. Como sucede siempre con las grandes obras, aparece que el problema era la ubicación de los terrenos que serían regalados primeramente por el Gobierno del Estado y después que el ayuntamiento municipal. Como siempre también la estrategia para desviar la atención es que había problemas con los terrenos, primero que eran inundables en determinada geografía citadina y después se habló de un “manoseo político” de funcionarios municipales con otros terrenos que se había pensado.
Pero lo abominable es que no se sabe a ciencia cierta a dónde fueron a parar esos cientos de millones de pesos. Daniel Karam tiene que informar de ese dinero que parece que se esfumó. Lo extraordinario del caso es que Tapachula, según con los estudios del INEGI, vive uno de sus peores momentos en materia de salud tanto en el ámbito federal como estatal. Este caso local actualmente es “el monumento a la saturación de derechohabientes”, y un lugar terrorífico donde muchos aparatos médicos prácticamente ya dieron lo que tenían que dar. Además el olor es hasta desagradable y peor todavía se encuentra el Hospital Regional de la ciudad, donde el panorama es de absoluto olvido y marginación del gobierno de Juan Sabines. Apenas hace dos semanas puso Sabines los pies ante los señalamientos periodísticos de que se estaban “muriendo recién nacidos” por la presencia de un virus equiparado al mismo que mató a más de una decena de niños en un hospital de Comitán, en el gobierno de Pablo Salazar, y que hay una averiguación previa por tamaño abandono oficial.
No fue “gratis” que el próximo Presidente de México, Enrique Peña Nieto, hiciera público en su viaje a Chiapa de Corzo, en su campaña electoral Presidencial, se haya comprometido con los tapachultecos de construir un hospital regional para subsanar el grave problema de salud en Tapachula, pues el problema es que la plantilla de enfermos se quintuplica porque viene de otros municipios del Soconusco, inclusive municipios de la Sierra Madre. Un compromiso que firmó públicamente porque supo del problema de salud de los habitantes de esta región, y todavía hubo políticos estatales que boicotearon su visita a Tapachula, en ese entonces candidato a la Presidencia de la República. Pero desde Chiapa de Corzo, Enrique Peña lanzó su llamado a la urgente necesidad de construir un hospital.
En abril de este 2012, periodistas de la Organización Nueva Era, se reunieron con el delegado actual Miguel Ángel Navarro Quintero. El periodista David Cancino en su nota informativa difundida señaló que en el encuentro de los comunicadores Navarro Quintero, dio puntual respuesta a las interrogantes, y en la que dio a conocer interesantes conceptos y cifras relacionadas con la construcción del nuevo hospital de 360 camas que se construiría en Tapachula, y que para ello se tenían vistos dos terrenos, uno en la colonia Santa Isabel y el otro en Santa Teresa, con una fuerte inversión que rebasaban los setecientos millones de pesos por parte del Gobierno Federal y del Estado. No obstante fueron infinidad de veces que el servidor público habló de la edificación del hospital del IMSS y fue el mismo que hace escasas semanas dijera que su construcción sería hasta el 2013, nunca dijo que sería ya otro Gobierno Federal. ¿Y los 900 millones de pesos? ¿En dónde están?
El próximo uno de diciembre concluye la administración de Calderón, que en su campaña electoral prometió que sería el sexenio de la frontera sur, sin embargo hay indicadores probatorios de que todo fue un engaño y mucho de lo que había prometido se quedó en el olvido y la omisión, pero lo dramático es que esas obras federales -la carretera mocha, Hospital del IMSS, etc.-, quedaron truncadas y otras que no se construyeron, tienen tufo a corrupción. ¿Será?

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