Por Carlos Z. Cadena
Una de las obras más antiguas que hay en Chiapas, y al que no se le ha dado el valor de la Joya de la corona fue la construcción del ferrocarril de la Costa de Chiapas. Después de que el Soconusco se anexara a Chiapas, y después Chiapas a México, inmediatamente el gobierno federal se dio cuenta de su valor estratégico que tendría para el país la voluntad del pueblo chiapaneco de convertirse en una entidad más de la república mexicana, conforme pasaron los años del México de ayer, se empezaron a dar cuenta el valor que tenía la edificación de un ferrocarril que cruzara el país.
Para la cronista Sofía Mireles Gavito en sus investigaciones la construcción del ferrocarril en la Costa-Soconusco de Chiapas costó mucho trabajo y diplomacia de parte de los funcionarios del gobierno de Porfirio Díaz para conseguir los inversionistas extranjeros que quisieran venir a trabajar a estos lugares de difícil geografía, allá por los años de 1890. Históricamente el Soconusco, pudo haber sido un país o un estado o ser parte de la república mexicana, sin embargo prefirió ser de Chiapas para después ser mexicano. En su radiografía estaba integrado por toda la franja costera que hoy tiene Chiapas, así como una parte de la Sierra. La desintegración geográfica del Soconusco, se debió a la creación de las primeras 9 regiones socioeconómicas que tuvo el Estado, por lo que el Soconusco después de haber estado integrado por 27 municipios, paso a estar constituido por los 16 municipios actuales.
A 45 días de que concluya el gobierno del Presidente Felipe Calderón, La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) sigue engañando con el petate del muerto al pueblo de Chiapas. Lo más abominable es que nos siguen tomando a los chiapanecos como mexicanos de segunda, con marcado desinterés en la Frontera Sur y en su desarrollo, pero lo más grave es que el efecto demoledor de estos engaños y “embaucadas” defraudan no a una Secretaría de Estado, sino a la administración federal Calderonista, la que sin duda deja un precedente en promesas falsas que ofenden a la población de la frontera sur.
El pasado 29 de agosto de este 2012, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes informó a la prensa de Chiapas que hasta ese día se llevaba un avance del 81 por ciento en la rehabilitación de las vías férreas del ferrocarril Chiapas-Mayab, originalmente conocido como el ferrocarril de la Costa, que transita desde Suchiate hasta Arriaga. Asimismo, aportó datos de que los puentes “Doña María” y Cintalapa” llevan un avance del 99 por ciento, sin embargo, no solamente engañó diciendo de la rehabilitación ferroviaria, sino que además se jacta de que estas estructuras -puentes y vías férreas- tendrán mayor capacidad de carga y resistirán más los fenómenos meteorológicos.
Fue a través de un boletín en que se dan a conocer estas informaciones triunfalistas, pero la realidad es otra, al grado que se va el sexenio Calderonista y una obra que debió de concluirse, se trasladara al sexenio del que a partir del 1 de diciembre será el próximo Presidente de México, Enrique Peña Nieto y cuya acción de su tesis al combate de la corrupción, tiene mucho material para “desenterrar” en esta puerta del país, porque hay varias obras federales se quedaron en “promesas falsas”.
La perversa SCT supo distraer a la gente a través del fenómeno mediático, al grado de que hay voces que señalan que ni siquiera se han hecho negociaciones formales con propietarios de ranchos y extensiones de tierras por donde van a pasar las nuevas vías férreas, sobre todo en los últimos kilómetros del municipio de Tapachula. Ni siquiera se conoce los terrenos de la reubicación de la llamada “Estación”, de la que nada más se dice será instalada por “Los Toros”, pero que allá la gente advierte que no hay ninguna negociación entre la SCT y los dueños de esas tierras.
Todo es falacia y mentira, y el clásico “dejar hacer, dejar pasar”.
Si la SCT dijo que el 81 por ciento lleva de rehabilitación de vías férreas, obligaría a pensar que solamente falta un 19 por ciento, pero la realidad dista mucho de lo que se jacta la mencionada Secretaría responsable de la obra pública de comunicaciones en el país. Es espantosa la forma en que se engaña a la gente, sobre todo con construcciones o rehabilitaciones de medios de comunicaciones, que no solamente servirán a la región, sino al país, porque una línea ferroviaria significa también mayores oportunidades para la inversión de Centroamérica en Chiapas, y Chiapas es México.
Sin embargo, no solamente es la jugarreta del ferrocarril que uniría a México y Centroamérica, sino también está la construcción de la carretera de Tapachula a Talismán con ramificación a Suchiate, que quedo “mocha”, y que curiosamente dio el banderazo de inicio de la obra carretera el propio Presidente Calderón. La fórmula de construcción de esta carretera que también une a México con Centroamérica, pareciera que se manejó con un “importamadrismo oficial”, donde también jamás le interesó al gobierno de Chiapas.
Tenemos entendido de que el presupuesto general de la obra se aprobó por parte del Congreso federal, desde el inicio de la administración Calderonista, y en base a ello se ganó la licitud que logró una empresa española (AZVI) que incumplió al país. Se supone que si hay todo el presupuesto plenamente asignado no se puede dejar la obra a medias y en otras partes inconclusa.
MAVECO y Guatemala. Ayer estuvo en Guatemala, el gobernador electo Manuel Velasco Coello, quien fue recibido por el Presidente de Guatemala Otto Pérez Molina, con quien intercambiaron impresiones sobre el nuevo concepto binacional para darle un mejor trato justo a la frontera sur que une al país del Águila con el país del Quetzal. Hay un proyecto entre México y Guatemala, en favor de su blindaje. Criticable y reprochable que se haya ido a meter a este encuentro el gobernador Sabines, a unos días de su culminación sexenal, y que fue el primero que marginó esta franja de Chiapas y de México.
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