miércoles, 5 de diciembre de 2012

ACOSO TEXTUAL

¿ESTADO DE DERECHO?

Por. Paco Andrade

Los teóricos, especialistas y expertos en el tema, cuentan que los pueblos antiguos tenían diferentes formas de organización. “Las primeras organizaciones debían su forma al tipo de actividad que realizaban sus integrantes. Podían ser agrícolas, guerreras religiosas. Para mantener un orden interno que asegurara su crecimiento y para conservar su autonomía, es decir, para evitar ser dominados por otro pueblo más fuerte y preparado, tuvieron que buscar otros tipos de organización”.

Por consecuencia vinieron las leyes, las cuales “dieron estructura a la sociedad, la constituyeron (de ahí el nombre de ese conjunto de leyes, Constitución o Carta Magna); le otorgaron una forma y un orden de Estado... que surge como una forma de organización. Es la máxima organización política de un pueblo. Para funcionar, necesita una serie de leyes que le den forma y estabilidad; que organicen y regulen sus elementos”.

Los primeros Estados se establecieron a partir de tres elementos fundamentales. “Primero, un territorio o lugar que ofreciera condiciones favorables para el desarrollo de dicha sociedad en todos los aspectos.

“Segundo, un pueblo o nación constituido por personas (hombres y mujeres, iguales todos en derechos y con libertad para comunicarse), que trabajaran para el bienestar individual y el mejoramiento de la sociedad en su conjunto.

“Tercero, un cierto grado de conocimientos, de desarrollo técnico o tecnológico que permitieran la evolución y el crecimiento constante de la sociedad, fortaleciéndola y enriqueciéndola para garantizar su futuro”.

Fue así que sobre esas bases, los primeros Estados trabajaron en su organización. “Unificaron o centralizaron sus actividades económicas para controlar la producción y distribución de los bienes de la comunidad. Hicieron una separación entre gobernantes y gobernados para distribuir las responsabilidades y derechos, las funciones y las obligaciones. 

Crearon una fuerza pública permanente, un organismo que asegurara el cumplimiento de las leyes y disposiciones, y mantuviera el orden necesario para el desarrollo pacífico de todas las actividades productivas. De esta forma, el Estado se estableció como director y administrador del pueblo, de sus bienes y de la fuerza pública.

Dentro de las funciones de la Constitución “se creó para establecer un orden al dirigir y determinar los fines o las metas primordiales del Estado, es decir, lo que debe pretender y garantizar para beneficio de la nación en todos los aspectos: político, social, económico, cultural y humano”.

También fue creada para establecer las normas básicas a las que debe ajustarse el poder público del Estado (o sea los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial) para realizar esos fines.

Por otra parte, el Derecho es otro de los elementos que forman el Estado. Existen dos tipos de Derecho. “El primario o fundamental, es decir la Constitución, crea y da forma al Estado como lo decide el pueblo o nación a través de sus representantes, diputados y senadores.

“El secundario u ordinario aparece o surge de una de las funciones del Estado, la legislativa, a través de sus juzgados y tribunales, a los que la Constitución concede la autoridad y capacidad de hacer cumplir la ley.

Así que cuando se conjugan el Estado y el Derecho no pueden existir por sí mismos, el uno necesita del otro, porque los dos se armonizan y complementan. Así como el Derecho se encarga de dar las leyes lo mismo al pueblo que al gobierno, el Estado, a través de sus poderes públicos, se encarga de cumplirlas y hacerlas cumplir. Como un Estado no puede existir ni funcionar de otra manera es, en consecuencia, un Estado de Derecho.

“Estado y Derecho tienen un fin o meta común: el beneficio de la nación, que siempre debe ser la destinataria de la actividad estatal. El Derecho busca garantizar que la finalidad del Estado no sea distinta, mucho menos opuesta o contradictoria, a la de la nación.

“Para que esto se cumpla, cada ciudadano de este país debe cumplir y hacer cumplir las leyes, ejercer sus derechos y protestar ante la autoridad correspondiente, cuando considere que éstos no son respetados”.

Esto suena hasta fantasioso en nuestro país en donde las posiciones de ala izquierda radical, recurren a la violencia, bloqueo de carreteras; toma de edificios públicos y de casetas de cobros; amenazas y alteraciones a representantes populares.

El ejemplo más cercano es la “toma” de la caseta de cuota de la carretera Tuxtla Gutiérrez-San Cristóbal, en donde cobraron más de lo que normalmente se paga; agredieron verbalmente a quien pasaba y de paso quebraban cristales a pedradas; se comportaron como unos verdaderos salvajes, al grado del barbarismo so pretexto de exigir “respeto y la dignidad de hombres y mujeres de la Región III Fronteriza, Las Margaritas”.

Minutos después, en la Sala de Sesiones del Congreso del Estado, transportistas se adueñaron del recinto para exigir la autorización de 3 mil 500 concesiones de transporte y como se “congelaron” para su estudio y análisis, los “afectados” lanzaron consignas y amenazas a uno que otro diputado.

Pregunto: ¿a eso tenemos que llegar todos los sectores que convergemos en el país, en la entidad para hacernos escuchar? ¿Chiapas y México aguantarán este ritmo de comportamientos sociales? ¿los políticos y lidercillos de pacotilla seguirán asentando sus reales y manipulando a la “clase marginada y desprotegida”? ¿De qué se trata? ¿La clase media seguirá pagando los platos rotos?

Por cierto ¿a dónde estaban la Policía Federal Preventiva, la Policía Estatal de Caminos, seguridad, directivos de la caseta en mención y Moisés Grajales? A éste último lo tratamos de localizar y nunca estuvo en su oficina. ¿A qué hora y a dónde trabaja?

Contacto: Correo, pakoandrade@gmail.com; Twitter, @pakoandrade y Facebook: paco.andrade1

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