lunes, 8 de abril de 2013

Palestra


Luz verde

Por. Rodrigo Ramón Aquino


A estas alturas del sexenio es evidente que tres son los personajes que gozan de luz verde para ser protagonistas en la capital de Chiapas con fines electorales (lo anticipado de la empresa no es discusión de esta entrega). Ellos son: Fernando Castellanos Cal y Mayor, Emilio Salazar Farías y Noé Castañón León.

El primero tiene una gran oportunidad al ser el nuevo titular de la Mesa Directiva del Congreso del Estado. Además, la cercanía tanto amistosa como de siglas con el Ejecutivo del estado le permite caminar política y mediáticamente ligerito. Así lo entienden tanto la clase política como los opinadores. Pero lejos de estas valoraciones superfluas será sólo la labor seria, responsable y a la altura de las demandas al frente de la posición más importante del Legislativo la que le dará el impulso necesario para otras posiciones.

El segundo. Hombre maduro, con éxito profesional y económico, la política al parecer le sirve sólo como extensión de su personalidad. Recién nombrado nuevo coordinador del Grupo Parlamentario del PVEM en la LXV Legislatura, Emilio Salazar se ha distinguido por evitar los temas de coyuntura y pronunciarse por aquellos concernientes a la agenda legislativa. Es sin duda el que mejor comprende y se esmera en explicar. Tanto el primero como el segundo tendrán que convivir siempre enfrentados y comparados, porque ambos pretenden gobernar Tuxtla Gutiérrez. 

En el caso de Noé Castañón Ramírez todo parece indicar que nadie lo quiere, todos los odian, mejor que coma un gusanito. Su paso por la mesa directiva estuvo caracterizado por el marcaje personal de aquellos que vieron en él a uno de los reductos jóvenes del sabinisno a ultranza. Aquellos cercanos al nuevo soberano que procuran acusar a las nuevas brujas para lograr, según ellos, mayor simpatía, no lo dejaron ni a sol ni a sombra. Pero tiene luz verde, recuerden. Aunque esa luz en el caso de él no sea del todo beneficiosa. Dio un tremendo informe, sí, y colocó espectaculares por todos lados, sí, pero sin los resultados esperados. Pareciera que se espera truene por sí solo y al mismo tiempo se cumpla con compromiso político pactado.

Diagnóstico negativo

La corrupción es un cáncer que si no se extirpa a tiempo termina por enraizarse en todo el organismo.

Digo esto a propósito de las señales que el actual gobierno ha enviado de que no se tolerará a quienes abusan de los recursos públicos y los puestos de poder para su beneficio propio.

Esto es más sensible en el rubro de la salud, donde en los últimos días hemos conocido de una situación precaria que demanda el uso transparente de los recursos, por eso, el gobierno debe poner su lupa en las denuncias que están surgiendo del Instituto de Salud del Estado, donde la corrupción, al parecer, es la norma operativa desde el sexenio pasado.

Se habla de venta de plazas y un manejo poco claro en los contratos de personal, requisiciones de compra, base de licitaciones y dictámenes.

En esta presunta película de “bisnes” comienzan a surgir nombres, que no haría mal esta administración en corroborar, ver si es cierto que Alfredo Chanona es el principal orquestador de cuentas interminables a costa de este instituto, o si Verónica Aceituno efectivamente tiene como principal tarea “cuadrar” las cuentas para que no le falten ceros en su cuenta bancaria.

Existen señalamientos dentro de este organismo de que personas como Georgina Rovelo y Jorge Pérez, ayudados por el polémico José Luis Díaz Selvas, habrían inflado la nómina del instituto a márgenes impagables ¿Qué podría perder el gobierno con asomar un poco sus narices en este asunto?

Este es el mejor momento para poner orden en uno de los rubros más sensibles para los chiapanecos, puesto que no se vale que haya ganancias a costa de la población, por eso la insistencia en conocer qué de cierto hay que a costa del actual gobierno, están haciendo su agosto Carmen Ovando Ocaña, Edmundo Loaiza, Javier Yau, Cicerón Cuesta, Juan Carlos Escalona y Giovany Montejo.

Por cierto, si se quiere hacer un buen trabajo, no está de más acercar la lupa en la prestigiada área médica, donde Albert Paredes y Javier Ordoñez, estarían incrementado su nivel de vida a costa de jugosos negocios con la adquisición de medicamentos y pruebas de laboratorio.

Contacto:
roraquiar@hotmail.com

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