Todos dicen que la vida social es difícil y quienes menos se muestran son quienes gozan de auténtico linaje o pedigree, así que acá le van algunas reglas básicas para subir y escalar en la vida, o descubrir a quienes se les llama “trepadores o trepadoras”. Espero no ofender a ninguna dama que en su juventud haya vivido en el arrabal y tras un buen casorio, como en el cuento de la cenicienta, su historia cambie y hoy pretenda ocultar su pasado con anemia cerebral.
UNO.- Los trepadores y las arribistas van a cuanto evento los invitan. Lo mismo a una graduación, un bautizo en el salón “Quinto Patio” que a la presentación del libro escrito por un socio rotario y presentado en un hotel de 5 estrellas, la cosa es estar presente; que lo vea todo el pueblo para que se sepa que es una persona importante y conocida.
DOS.- Busque siempre estar al lado del protagonista o las personas más importantes del evento. Trate de salir en la foto y si no puede, cuélese o de plano dele una lana al fotógrafo, esto es esencial, ya que llevarse bien con el fotógrafo o hacerse amiga de él o ella, le garantiza que siempre será tomado (a) en cuenta. Sí el presidente municipal en turno NO es de buena cuna y NO posee alcurnia, ni lo dude, no se resbale con él, solo entable amistad políticamente porque en breve él no será nadie y usted en cambio será o ya tendrá un lugar ganado en sociedad.
TRES.- De preferencia hágase amiga de todos los reporteros sociales y llámelos por su nombre. Envíeles regalos en Navidad, aunque sea una botella de vino o una camisa de oferta y si es mujer, envíele un estuche de cosméticos de la marca más chafa o unas zapatillas de plataforma (si las consigue de oferta o al costo), como las que usan las chicas de tacón dorado.
CUATRO.- Vístase siempre con marcas, aunque sean piratas y las compre en la frontera de Talismán, en el tianguis del mercado o en Tepito, es importante tener la última bolsa de L.Vuitron, los lentes de Cocó Chanel y los zapatos de Fendi, aunque sean clonaciones perfectas hechas por excelentes químicos.
CINCO.- Invéntese un pasado interesante. Si es la tercera o cuarta esposa del hombre que la sostiene, diga que usted estaba refugiada en un colegio de monjas para niñas bien cuando él apareció; aclare que es de las mejores familias de algún pueblo perdido por el norte del país y que su abuelo fundó esa ciudad donde tiene una hacienda con caballos de sangre pura, o lo más simple, que en la guerra se perdieron los documentos del linaje de sus abuelos quienes pertenecían a fina aristocracia española y que llegaron huyendo por acosos y extorciones; todos la van a compadecer y hasta encontrará amigas del mismísimo falso dolor.
SEIS.- Si puede y su tipo le ayuda invente un pasado noble. Es bueno pertenecer a la nobleza, si su apellido es simple hágalo compuesto por ejemplo “Pérez y Rodríguez del Colón o Briones de la Iglesia”, es básico que su apellido suene rimbombante para que no sea una “Pérez” más del montón o una Pérez cualquiera.
SIETE.- Escriba un libro aunque sea de recetas de cocina y sino sabe escribir contrate a una persona para que lo haga por usted; esto le dará fama y un gesto interesante y culto; mucha gente querrá rozarse con usted y estará ganando puntos para estar en la cima de la alta sociedad.
OCHO.- Diga que se lleva de piquete de ombligo con “La Nena Monterrosa”, “La Güera Rivadeneira”, “La Nena Orantes, La Chapis González” y el Güero Peñafiel y Monterrosa. Compre todos los periódicos y revistas de “gente bien” para que esté enterada qué hace y deja de hacer la gente que “usted, supuestamente conoce”, o sea, de sus presumidas cuatachas.
NUEVE.- Afirme que estudió en colegio de monjas y si es de fuera en el Oxford o con los Legionarios de Cristo, si es niña no habrá duda de su honra pero sí es varón invéntese otro colegio. Si estudió universidad se vale decir que fue a la Ibero, Anáhuac, el Tec y claro, un año en el extranjero mientras se le despejaba la mente con el pretexto de estudiar otra lengua. (No de muestras que sus padres la enviaron para que se le ahuyentara lo ordinaria)
DIEZ.- Compre todas las revistas exclusivas, apréndase de memoria las caras de todos los que salen, para que cuando los vea en un evento, los salude por su nombre y de beso, por supuesto, en el cachete. Sea audaz y llevado.
ONCE.- Hágase novio, amante o amigo de alguna persona famosa en sociedad y rico o hija de millonario, lo importante es que sea ambas cosas. Si puede cásese con él o ella, ya que cuesta lo mismo enamorarse de un pobre que de un rico.
DOCE.- Participe en todos los eventos de beneficencia que pueda. No importa que sea para los policías desamparados o la sociedad de mujeres golpeadas y usted sea una de ellas. De donativos y asegúrese que la gente lo sepa, si lo escriben en sociales y con foto, mucho mejor; no haga caso de aquello que dice “que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha”. Procure estar siempre en las portadas de sociales, con doscientos pesos puede lograrlo o haciéndose amiga de la reportera y que crea que usted y ella, son amigas.
TRECE.- Procure hacer un escándalo, haga una fiesta e invite a pura gente importante aunque al día siguiente no tenga para pagar la colegiatura de los niños, el sueldo de la criada y menos para asistir al shower de la Beba Heesslerg.
CATORCE.- Aprenda palabras básicas en francés como “croasan” “soufflé” (no diga bolillo, sino pan francés o baguette) y dé la pronunciación bien marcada, no diga “guey” que eso es de nacos y la puede delatar de arribista y todo el trabajo realizado se le vendrá abajo.
QUINCE .- No vaya al fútbol que eso es deporte de nacos y albañiles, procure ir o jugar tennis, los toros o al golf, haga lo mismo con sus hijos, indúzcalos a deportes de gente bien. En el tenis usted tendrá la oportunidad de rosarse con gente que, aunque no sabe de tenis ni hace juego con la raqueta, al menos domina la tribuna y viste trajecitos adhoc para mostrar las últimas pompas y bubis implantadas por cirujano de moda y que el esposo paga para gusto de otros.
DIECISÉIS.- Invéntese algo cultural, puede decir que es amante de la pintura y que maneja la técnica de óleo pero que ahora le gusta diseñar collares con piedritas imitación zwarovski y de paso las vende, solo para entretenerse porque en realidad no tiene necesidad de trabajar. Y si se atreve, contrate un pintor para que le de clases, algo de arte debe usted tener escondido que le dará un barniz de cultura.
DIECISIETE.- No diga que es evangélica o cristiana, eso la baja de categoría, la hace verse naca, sobre todo porque ahí se congrega gente de cuna “canalla”, pobretonas, mujeres sumisas y lloronas así como hombres tibios y de carácter sospechoso; le queda mejor decir que es amiga o amigo del Obispo de la iglesia católica, quien por cierto la casó y come en su casa de vez en cuando o le llega a dar la bendición cuando lo requiere. No cualquiera se codea con el obispo, o sea, sé aparte de la grey católica, protestante es sinónimo de pobreza, en todos los aspectos y peor si te toman para dirigir una célula que estarán abusando de tu ignorancia, con el permiso de Cristo.
DIECIOCHO.- En sus ratos libres inscríbase a un grupo de mujeres que se dedican a estudiar la Biblia y a orar por el mundo y la gente que está peor que usted. A esos sitios llegan señoras ricas y de alto perraje que le convendrá para hacer amistad y agrandar su lista, ya que ellas mismas la invitarán a sus fiestas y logrará su objetivo.
DIECINUEVE.- Si su padre fue taxista o chofer, procure no hablar de él, y si lo descubren, diga mostrando humildad pero sonrojada que tiene una flotilla de autos y que de vez en cuando maneja uno de estos para saber cómo va el negocio. Hágales creer que es un hombre sencillo pero con clase, como usted.
VEINTE.- Sí es mujer, utilice minifaldas pequeñas y escotes peligrosos; coquetee con todo el mundo, no importa el sexo, la edad o la orientación: lo importante es no vivir en el anonimato, sino en la rica vida pública y social…
VEINTIUNO.- Diga que ya no va a Playita Linda ¡Y menos a la barra!, porque en Semana Santa se llena de gente desconfiada y prefiere irse a Can Cún o Huatulco, en donde se supone tiene una casa y llega la gente de su altura (Pero la verdad es que va a Juchitán a ver a sus padres que sobreviven de la venta de camarón oreado en el mercado).
VEINTIDÓS.- Invéntese vacaciones y diga que se va de viaje al extranjero, cómprese una despensa y quédese encerrada en su casa por una buena temporada, así estará a la altura de sus nuevas amistades. Total, los souvenirs puede adquirirlos en cualquier plaza, y casi toda la gente lo hace.
VEINTITRÉS.- Si se sintió identificado (a) con tres puntos o más, no lo comente. Es usted un trepador o una arribista.
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