Palestra

Agua turbia

Por. Rodrigo Ramón Aquino

El tema del concecionamiento del servicio de agua potable en la capital chiapaneca pasó de ser un asunto de viabilidad y supervivencia del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (SMAPA) a un asunto en extremo politizado.

Es cierto que hay culpables de la grave situación financiera por la que atraviesa el organismo y no debe ser la ciudadanía de a pie la que tenga que sangrarse las plantas con los platos rotos de otros. Sin duda alguna las autoridades competentes tienen la obligación de realizar las auditorías necesarias y llamar a cuentas a quienes tengan saldos negativos.

Pero por otro lado, el servicio que brinda el SMAPA hace tiempo que es ineficiente (el agua no llega a todos, no es potable y los cobros son desproporcionados). Es urgente recomponer las cosas y eso no puede esperar más tiempo. La ciudadanía merece exige que se castigue a los culpables, pero también soluciones prontas al mal servicio.

Así lo consideraron los regidores capitalinos de los distintos partidos políticos que aprobaron en cabildo la iniciativa que hoy está en manos del Congreso del Estado. A ellos, hombres y mujeres familiarizados con la problemática, debe dárseles el beneficio de la duda en esta decisión motivada, seguramente, en la ineficiencia en el cobro, el personal excesivo en el sistema y los pésimos procesos administrativos.

Y a pesar de que aún faltan varios días de análisis y discusión para que la comisión legislativa encargada emita un dictamen, desde ya se puede prever que se va imponer la polarización (camuflada con los justos reclamos ciudadanos que crecen a falta de información amplia y precisa) a la necesaria razón. 

Ágora

Del doctor Oswaldo Chacón, ex presidente de la Cofel en Chiapas: “Ante la polémica generada por la propuesta de privatización de sistema de agua de Tuxtla hay voces que reclaman que la ciudadanía sea consultada. En el tema no sirve el plebiscito porque es para discutir iniciativas del ejecutivo ni consulta ciudadana pues no tiene efectos vinculantes. No obstante, la normatividad chiapaneca contempla diversos instrumentos de participación ciudadana que pueden ser utilizados en esta discusión. El instrumento idóneo es el Referendo, útil para aprobar o rechazar actos del Congreso del Estado, y puede ser solicitado por el dos por ciento de los ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral, es decir, unas 2 mil 500 firmas más o menos. Para la solicitud se debe nombrar un Comité Promotor de cinco personas y anexar solitud con firma y copia de credencial IFE de los solicitantes. Además, debe contener la normatividad sujeta a discusión en el Congreso y la justificación para convocarlo”.

Cotillo

Nadie puede negar que el artículo de José Adriano Anaya donde refiere las intenciones de Pablo Salazar de volver a la escena política e influir en el proceso electoral del 2018 cobijado por el PRD es inteligente. En una aparente crítica, el doctor en ciencias sociales, quien trabajara en la Secretaría de Educación en tiempos de Alfredo Palacios, con Andrés Fábregas Puig y recientemente con Javier Álvarez Ramos en la Unich, lanza a la palestra este trascendido con el fin de encender los focos rojos en los grupos de poder, particularmente en el alborista, con quien Salazar se ha enfrentado desde su arribo a la primera silla. De concretarse su afiliación al sol azteca (aunque no es temporada de vacantes), habrá un tercer grupo político al que tendrá que hacer frente la nueva oleada verde que acompaña al Ejecutivo, o, si se es maquiavélico, hacerlo aliado e igualar fuerzas: velasquistas-pablistas vs sabinistas-alboristas.

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