Palestra

Hora cero

Por. Rodrigo Ramón Aquino

La designación de Eduardo Ramírez Aguilar como nuevo secretario general de Gobierno de Chiapas no sólo revitaliza la estructura de gobierno de Manuel Velasco Coello, sino manda un claro mensaje de ruptura, por lo menos en términos políticos y administrativos, con la vieja gestión.

Al designar en la segunda posición de poder a un cercano y de toda la confianza del Ejecutivo, se resuelve la incertidumbre de lealtades y se prepara el terreno para la toma de decisiones trascendentes para el estado, ya con el sello completamente velasquista.

El ex recaudador de Hacienda, el dos veces presidente municipal de Comitán y el aún diputado federal con licencia, tiene la oportunidad de trascender como un individuo producto de la cultura del esfuerzo capaz de desempeñar los más altos cargos en la administración pública y abonar a la trascendencia del gobierno del que también es su amigo.

Con una sólida formación (licenciado en Derecho, maestro en Derecho Constitucional y doctorante en Ciencias Políticas) deberá trasladar las ideas y soluciones de los libros a la vida de por sí compleja de los chiapanecos. Ante sí tiene asuntos que no pudo o no quiso resolver quien dejó el cargo.

Desde ayer mismo, Lalo Ramírez debe estar ideando la solución a los conflictos agrarios y religiosos en las comunidades indígenas, el creciente número de homicidio de mujeres en diversas regiones, el palo dado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el caso Chimalapas y la atención a organizaciones campesinas y el magisterio. Puntos clave para que haya gobernabilidad. La papa está caliente.

“Designé a Eduardo Ramírez Aguilar como nuevo Secretario General de Gobierno y le he instruido tener diálogo permanente con todas las fuerzas políticas y con todos los sectores del estado”, escribió el gobernador Manuel Velasco Coello en redes sociales.

En la imagen donde ERA rinde protesta se ve a un gobernador serio, como se amerita en una decisión tan importante, y completan el cuadro el busto del comiteco Belisario Domínguez y la bandera de México. La suerte está echada. Se acabaron las excusas.

Mientras tanto, y como primer mensaje como secretario de Gobierno, Ramírez Aguilar afirmó: “Con el apoyo de todas las regiones y de todos los actores, vamos a sacar adelante esta responsabilidad, anteponiendo el diálogo y la tolerancia, pero también respetando el estado de derecho… Nuestro objetivo es mantener la tranquilidad del progreso de Chiapas, el diálogo constante, el respeto a las instituciones, la tolerancia en un marco jurídico de respeto a la ley, a la sociedad y sobre todo transitar en un ambiente de concordia y pacificación”.