sábado, 24 de agosto de 2013

Comentario Zeta

Riesgos por inundaciones en Tapachula: ECOSUR

Por Carlos Z. Cadena
El Colegio de la Frontera Sur, (ECOSUR) tiene un trabajo muy amplio de investigación sobre los fenómenos peligrosos pluviales en que se encuentra insertada la ciudad de Tapachula, considerada la segunda en importancia del Estado de Chiapas, por su tamaño poblacional, economía y ubicación en la frontera sur, punto de contacto histórico, comercial, político y de procesos migratorios con Centroamérica. El título de la investigación es “El riesgo por inundaciones de la ciudad de Tapachula, Chiapas, México”, (Investigación para su ordenamiento ecológico y desarrollo urbano), cuyo trabajo de indagación, es por parte de los investigadores sociales de ECOSUR, Miguel Ángel Vázquez Sánchez, Horacio Morales Iglesia, Guillermo Montoya Gómez, Gloria Espíritu Tlatempa y Darío Navarrete Gutiérrez.

Debido a que Tapachula, todos los años se convierte en una de las ciudades con mayor cobertura en lluvias y depresiones atmosféricas del país, donde cada año lamentablemente se dan casos de inundaciones que afectan a miles de Tapachultecos, no solamente en el área urbana sino rural, donde cuenta con dos zonas también de mayor envergadura territorial como son la zona alta y zona baja. Este año no es la excepción, y cada vez son mayores los daños que ocasiona los fenómenos pluviales, afectando a todos por igual, sobre todo en la geografía urbana donde como nunca las calles habían estado tan deterioradas que avergüenzan la dignidad de sus habitantes. La culpa evidentemente no son de las autoridades locales, porque en el fondo es la madre naturaleza con nuestra ubicación tropical que nos impone estas desmedidas precipitaciones que causan tanto daños y menoscabos, aunque mucho tienen que ver la corrupción o la buena fe de las constructoras que edifican y rehabilitan las calles y banquetas. 

La tesis central de esta investigación profesional sobre el riesgo de inundaciones en Tapachula, -dicen los investigadores- es que se ve sujeta a procesos recurrentes de inundaciones por estar ubicada sobre un cono de eyección, hacia donde concurren las aguas superficiales provenientes de los ríos Coatán y Coatancito que nacen en Guatemala. El área de estudio fue analizada desde una perspectiva urbana, municipal, regional, estatal y fronteriza a través de sus condiciones físicas, sociales y económicas, y sus riesgos de inundaciones por factores geohidrológicos, así como las afectaciones causadas por el huracán “Stan” en octubre de 2005. Los métodos utilizados a través de este equipo multidisciplinario, privilegiaron los enfoques geomorfológicos, el ordenamiento territorial y la planeación urbana. Los principales resultados muestran la necesidad de considerar a esta ciudad desde una óptica de interacciones urbano-rurales, bajo un enfoque vertical de cuenca para su manejo como tal y horizontal-regional para su desarrollo humano, a través de su red de conexión vial y condiciones socioeconómicas; la necesidad de protección y manejo efectivo de áreas naturales, incluidas las urbanas y la promoción de Tapachula como territorio inteligente y ciudad sustentable.

En las conclusiones destacan la importancia de la gestión ambiental y la necesidad de la acción coordinada interinstitucional a nivel federal, estatal y municipal, destacando la importancia de la investigación y la disponibilidad y utilización de sus resultados con los sistemas de información geográfica en las redes institucionales de internet. El trabajo culmina con la propuesta de diversos programas, haciendo énfasis en la educación y participación ciudadana para la gestión social de riesgos.
Es un trabajo que muestra la peligrosidad de una ciudad, al que se le debe de darle mayor importancia por parte de las autoridades federales y estatales. Es vergonzante caminar y transitar por la ciudad que durante años fue el polo hacendario de Chiapas, dado a que ha contado con los productos agrícolas en su zona rural de mayor importancia sobre la faz de la tierra: El algodón, el plátano, el café, el cacao, la soya, la palma africana, productos frutales y hoy en día la sensación del rambután, mango Ataulfo y mangostán. Es un municipio que tiene todo, pero a la vez no tiene nada.

El trabajo de investigación es muy amplia y merece que la conozcan las autoridades federales, estatales y locales, y sobre todo los Tapachultecos. En cualquier parte del mundo, no hay un territorio y una geografía social, que busque sus mejoras y perfeccionamientos en favor de su población. Todo mundo se queja y echa pestes, pero nadie dice, -sobre todo los organismos ciudadanos-, nos unamos y plantemos nuestras necesidades básicas. Hay una especie de hipocresía social, y la forma de demostrar su irritación es satanizar a las autoridades, pero eso no cura la fatiga del problema de nuestras calles, donde necesitamos mucho apoyo del Estado y la Federación.

Pero retomando el asunto del trabajo de investigación nos podría muy bien servir hasta para legislar estatalmente a futuro sobre ciudades inmensamente pluviales de Chiapas, donde las lluvias carcomen los pavimentos o chapopote, (calles), que sumados al tufo de la corrupción, obviamente son “lavados” con los primeros aguaceros, donde obviamente urge partidas presupuestarias especiales anuales bien identificadas para esta materia del fenómeno pluvial que no se le ha dado el interés en otros sexenios.

PD: En menos de una semana el delegado estatal del IMSS, Yamil Melgar Bravo, recorrió las instalaciones hospitalarias de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, así como Unidades de Medicina Familiar y ya tuvo su primera reunión con el Consejo Consultivo de ese instituto de seguridad social. Ha sido una labor con gran dosis de vigor y voluntad de cambiar, para darle una nueva imagen al IMSS que lamentablemente se deterioró mucho con delegados federales fuereños. Hoy la oportunidad se encuentra con un joven chiapaneco con muchos años de experiencia en el ámbito de la administración federal y que comulga con los deseos del cambio propositivo.

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