El grito: Reconocimiento al origen
Por Carlos Z. Cadena
La ceremonia del grito de Independencia, una tradición que refrenda la identidad de los mexicanos al rememorar el inicio de la lucha por forjar una patria libre, es trascendente en todo el país. En cada una de las plazas centrales de las 32 entidades federativas, llamadas genéricamente zócalos por una curiosidad histórico-filológica, la gente se congrega a dar el grito, encabezado en México por el presidente de la República y en los estados y el distrito federal por los mandatarios locales.
El Gobernador Manuel Velasco Coello ha impreso su sello distintivo al protocolo, al adicionar a la arenga tradicional una mención que habla del reconocimiento de que Chiapas es estado multicultural, integrado por una riqueza humana que se expresa en la pluralidad de sus lenguas y culturas.
No puede hablarse de la historia de Chiapas sin incluir a quienes la han protagonizado desde su origen mismo, así que al gritar ¡vivan nuestros pueblos y comunidades indígenas!, Velasco hace un acto de justicia al reconocer nuestra condición de pueblo de pueblos y al decir que nuestro origen y destino está vinculado con la suerte de un sector de la población que ha padecido, desde el tiempo mismo de la Conquista española, la marginación y la pobreza extrema.
¡Viva Chiapas! ¡Viva su gente! ha expresado Velasco en su arenga, para dejar claro que su Gobierno tiene como propósito esencial el bienestar de la familia chiapaneca, sin distinción ninguna de lengua, cultura, condición social, ideología o preferencia religiosa, en el espíritu de los Sentimientos de la Nación del prócer José María Morelos y Pavón, que dio sentido y trascendencia a la lucha por una nación independiente de la corona española.
El 28 de agosto de 1821, los habitantes de Comitán, encabezados por los frailes Matías de Córdova e Ignacio Barnoya, proclamaron la independencia de su villa y su incorporación al imperio de Agustín de Iturbide. Ese gesto visionario, cuyo 192 aniversario fue presidido por el Gobernador Velasco en Comitán –hoy de Domínguez– forjó el destino de Chiapas como parte de México, el afán de libertad que nos caracteriza como pueblo y la dignidad de nuestro vínculo permanente y definitivo con la patria.
El 8 de septiembre de ese año fueron secundados por los ciudadanos de Ciudad Real, hoy San Cristóbal de Las Casas. Ambas proclamas expresaron el ánimo de los chiapanecos por asistir a la gesta independiente como protagonistas de primera línea y no como testigos lejanos.
Así que aunque, salvo por la batalla que libró Mariano Matamoros en Tonalá, los hechos de la guerra de Independencia estuvieron alejados del actual territorio chiapaneco, no lo estuvieron la lucha de las ideas ni la voluntad que señaló la adhesión a un proyecto nacional que dio lugar al nacimiento de los Estados Unidos Mexicanos, como es el nombre oficial de nuestro país.
Después de la Independencia y manera pacífica y democrática, los chiapanecos decidimos pertenecer a México y asumir el pacto federal en 1824. Desde entonces, los 12 pueblos originarios de Chiapas con sus lenguas y tradiciones, los migrantes que han diversificado nuestra cultura, los pueblos mestizos que heredan las numerosas raíces que nos forman, somos parte de México y de su riqueza humana. Somos orgullosamente mexicanos y formamos parte del extraordinario mosaico de pueblos y culturas que forma nuestro país.
Así lo expresó con claridad Manuel Velasco en la primera de las seis ceremonias que le tocará presidir en Chiapas como mandatario.
Cambio climático.- Resulta increíble lo que ocurrió el pasado fin de semana en Tapachula, donde oficialmente se había anunciado la llegada de lluvias abundantes, copiosas, torrenciales, sin embargo fue mínimo lo que aconteció en esta zona, por el contrario hubo por mucha horas un radiante e imponente calor solar lo que desubicó a muchos. Según los pronósticos, las lluvias estaban más fijamente para las regiones Soconusco, Istmo-Costa, Sierra, y ya con pocas posibilidades la Frailesca, el Norte y hasta el Centro de la entidad, pero algo ocurrió y llovió más en los lugares donde se informaba de poca lluvia, obviamente que no se trata de aventar las campañas al ruedo, son expresiones de que el cambio climático sufre contrariedades que solamente Dios sabe porque pasa. Fue el viernes únicamente donde la pertinaz lluvia se hizo presente no así el sábado y el domingo. Es inexplicable este tipo de fenómenos que ya estaban bajo el estudio de la propia ciencia y de pronto todo cambia.
No obstante lo que se aplaude es que ya se había preparado la Dirección Estatal de Protección Civil, bajo la supervisión personal del gobernador Manuel Velasco Coello, para estar de cerca de estos imponderables anunciados para vigilar de cerca el desarrollo delas acciones de auxilio a los chiapanecos afectados por los fenómenos naturales. Gracias a esa política de prevención y de autoprotección promovida de manera insistente por el mandatario chiapaneco, muchas vidas logran salvarse como la ocurrida con el huracán “Bárbara” en Arriaga o ahora el norte del estado. Esta política de prevención y autoprotección dio buenos resultados en estas contingencias meteorológicas de fin de semana.
Clausurado el CEFERESO.- Otro suceso muy interesante ocurrido este fin de semana es que sectores sociales, transportistas, estudiantes clausuraron simbólicamente el Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) construido en una zona inundable en la costa de Chiapas. Un caso inédito que lleva implícito un llamado a las autoridades federales para evitar en el futuro una tragedia humana ante los imponderables de la madre naturaleza que pueden ser los que destruyan un centro carcelario que por desconocimiento de las autoridades federales del sexenio pasado lo edificaron en una zona peligrosa donde ya se demostró científicamente que hasta en dos ocasiones esa superficie donde se ubica el CEFERESO fue “barrida” (1998-2005) por las lluvias en años anteriores.
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