martes, 29 de octubre de 2013

BRÚJULA POLÍTICA

Conflicto magisterial: dos meses y contando…

Por. Víctor M. Cruz Roque
vmcruzroque@hotmail.com

Se han cumplido dos meses ya que se inició la serie de protestas magisteriales, en la mayor parte del territorio nacional y particularmente en Chiapas. Aquí, donde en 1979 se inició la lucha interna por democratizar al SNTE, las afectaciones y el significado político, social, económico y educativo de las movilizaciones con el agregado potencial de la suspensión de clases, se torna sumamente preocupante dadas las condiciones de pobreza y marginación históricas que todavía prevalecen. Lamentablemente en el contexto nacional, las autoridades federales no han asimilado en toda su magnitud lo que esto significa, convirtiendo a Chiapas en rehén de intereses y en donde los más perjudicados somos precisamente los chiapanecos. 

Mientras esto sucede, el autor intelectual de la repudiada reforma educativa, el Secretario de Educación Emilio Chuayffet, sigue manteniendo una actitud omisa y silente ante los reclamos de los chiapanecos, que en voz del gobernador Manuel Velasco Coello exigen se de tratamiento ya, mediante canales de diálogo y negociación a las inconformidades que mantienen una buena parte del magisterio agrupado en las secciones 7 y 40 del SNTE.

En lo político. 

Nuestra entidad apenas y se encaminaba a normalizar sus escenarios de sosiego luego del aquelarre de abusos cometidos durante el sexenio de Juan Sabines Guerrero. Cuando con trabajo y dedicación los ciudadanos habíamos construido nuevas rutas para subsanar el grave deterioro institucional que dejó la pandilla sabinaca, el conflicto magisterial se presenta y se estaciona creando un entorno de dificultades extremas que se han trasladado a otros espectros políticos que creíamos superados.

Y por si fuera poco, esta situación ha hecho emerger de nueva cuenta la presencia de algunos personajes identificados con ese pasado reciente que ahora intentan volver por los fueros y privilegios que gozaron en el sexenio anterior. 

En lo social.

Las protestas de los docentes se han extendido peligrosamente hacia otros sectores (estudiantiles, organizaciones sociales, empresarios y comerciantes, etc) y en el peor de los casos han creado visos de confrontación sobre todo con quienes aducen “sus” derechos educar a sus hijos, o en núcleos productivos como las cámaras de la iniciativa privada que sin medir consecuencias exigen la aplicación irrestricta de la ley. Aunado a lo anterior, el resto de la sociedad permanece en espera de las soluciones, no sin antes generar sentimientos contradictorios de repulsa algunos y de apoyo otros. A eso se le llama polarización social.

En lo económico.

A todos nos consta el grave deterioro en que quedaron las finanzas estatales y en general la economía de todos los sectores, luego del indiscriminado saqueo de que fueron objeto las arcas por parte de la turba de facinerosos regenteados por Juan Sabines, y que prácticamente asaltaron el erario patrimonio de los chiapanecos. 

A dos meses de iniciadas las acciones contestatarias de miles de trabajadores de la educación, la economía ha entrado nuevamente en dificultades: el sector empresarial resiente pérdidas y derivado de esto abona las de por sí preocupantes estadísticas de desempleo. El sector turístico, el núcleo social dedicado a la prestación de servicios, la burocracia y en general la mayoría de la sociedad está al borde del colapso. 

En lo educativo. 

Aunque parezca inútilmente reiterativo, es necesario decir nuevamente y tomar en cuenta el grado de rezago que padece nuestra entidad. En los momentos en que se requerían mayores esfuerzos y dedicación de todos los actores del proceso educativo, se presenta este problema y ahonda la situación imperante. Mienten quienes afirman que es posible “reponer” los tiempos perdidos y recuperar el curso de las actividades escolares en las cerca de 19 mil instituciones que posee nuestro estado. La pérdida del ciclo escolar es inminente e irremediable, y a la par de ello se agotan las posibilidades de miles de niños y adolescentes que reclaman atención en las aulas.

El estancamiento.

Las percepciones sobre a dónde o en qué concluirán los ejercicios de “lucha” magisterial son difíciles de prever, toda vez que las partes se encuentran radicalizadas. Por una parte el directamente encargado de operar las políticas públicas educativas del país—a donde pertenecen las competencias de probables soluciones—no se inmuta ni recibe acuse de los reclamos que se le están haciendo, sobre todo en voz del gobernador Manuel Velasco Coello y otros actores de la vida política estatal.

Por la otra, los maestros han expresado que no darán marcha atrás y han hecho caso omiso a las advertencias que se le han hecho, ya sea para hacer efectivos los descuentos salariales e incluso los ceses laborales masivos que justificadamente podrían hacer valer las autoridades. 

Incluso hay versiones de que las intenciones de quedarse arreciando las protestas llegarían hasta el fin de año e incluso más allá, lo que nos ofrece una idea de la firmeza de sus objetivos. 

Pero esto no termina aquí: sumando todos los factores y las consecuencias que se han presentado en estos dos meses, el conjunto de situaciones crea un peligroso coctel que irremediablemente nos llevaría a lo que ha sucedido en otras épocas, cuando los desbordamientos sociales se presentaban con cualquier pretexto en el ánimo de nuestra cotidianidad.

Si a esto le agregamos las inminentes reacciones de otros sectores sociales, que ven en la aprobación de las reformas estructurales que se llevan a cabo en el Congreso de la Unión posibles daños o alteraciones, el panorama que se proyecta no es precisamente el más idóneo para efectos de seguir avanzando en la búsqueda de mejorías para todos. 

Hemos dicho que nuestro estado es terreno minado por lo que ha sucedido en otras épocas, y ese posible despertar violento es lo que a todos enmudece porque ya sabemos cuáles son las consecuencias. Si en alguna parte del territorio nacional se conocen que es lo que sucede cuando las cosas llegan a este nivel, ese espacio es precisamente el nuestro: Chiapas.

Dos meses de iniciada a gesta magisterial y contando…eso es lo verdaderamente preocupante.

EN CONCRETO.
A modo de editorial. 

Mañana se llevará a cabo la sesión en la que el cual el Senado de la República votará lo concerniente a la llamada fiscal. Es la oportunidad que tienen los representantes populares de demostrar, una vez más, de que están hechos y a que intereses están sirviendo finalmente.

Los ojos de una buena parte de la sociedad están fijos en los senadores, ya que en los últimos días se han presentado hechos que evidencian dificultades y malestar generalizado.

No referiremos específicamente a la propuesta de homologar el IVA en las zonas fronterizas del 11 al 16%, el cual, de acuerdo a muchas voces, es lesivo para todos los sectores que habitan en las franjas norte y sur del país.

Existen indicios reveladores que dan cuenta de la inconformidad que prevalece en algunos sectores sociales y que se derivan de las reformas constitucionales efectuadas y en curso. Son indicadores que no deben pasar desapercibidos por parte de las autoridades gubernamentales de todos los niveles. Destacan por ejemplo, el ataque que en las últimas horas sufrieron las instalaciones de la CFE en Michoacán;

El resurgimiento de los movimientos separatistas de Baja California y Chiapas

La amenaza de fuga de capitales; la advertencia de probable cierre de industrias maquiladoras en el norte del país y el pronóstico de pérdida de decenas de miles de empleos, entre otras. A esto habría que agregarle la persistencia del movimiento magisterial en por lo menos 18 entidades del país, que ya alcanza niveles preocupantes por sus implicaciones sociales y políticas. 

Respecto a Chiapas, el gobierno del estado ya ha fijado su posicionamiento en voz del Secretario General de Gobierno Eduardo Ramírez Aguilar, quien expresó desde Tapachula que este aumento perjudicaría la economía de nuestro estado.

Vamos a estar pendientes de la posición que adopten los senadores chiapanecos.

Si son receptivos y sensibles o no, o si acaso, en el peor de los casos, están esperando como muchos actores políticos a que despierte el México bronco.

El monstruo de la violencia sigue vivo; no hay que despertarlo porque las consecuencias serían inimaginables e impredecibles para todos. 

APUNTES.

++De último momento han surgido alternativas para no concretar la homologación del IVA en las regiones fronterizas del país. De esto hablaremos en otra entrega.

Es todo gracias.

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