sábado, 30 de noviembre de 2013

CARREREANDO LA CHULETA


-Necesitamos un aumento de sueldo del 15 % ¡para quedar igual!

Por Ronay González

Desde donde quiera verlo, no hay nada mejor que la igualdad y la justicia, desde que somos pequeños y en las primeras convivencias sociales que tenemos, como la cascarita de la cuadra, o típico que en la escuela le compartes a tu mejor amigo media torta, pero si en la mordida que le da tu carnal, casi hermano, se lleva prensado todo el jamón y no te da la mitad que te toca, muy probablemente ahí termine la hermandad ¿por qué? Porque sin igualdad y justicia nomás no se puede vivir, bueno sí, pero muy mal.

Esto es exactamente lo que pareciera nos está pasando, pues para el año que viene se le va a hacer más chiquito el sueldo, con su salario podrá comprar 16% menos cosas, así que los favores acumulados que no les hemos pedido a los patrones se los juntemos todos porque no nos quedará de otra que ir negociando un aumento, aunque mucho me temo que ellos ya prepararon la respuesta: firme su renuncia ¿sabe cuántos hay sin trabajo allá afuera? Ojalá me equivoque.

No hay que ser sabio para entender lo que les describo adelante, imagínese usted que la inflación sumada de cuatro años le cayera de golpe en un solo año, o lo que es lo mismo, que de tomarse 4 sagrados cartones en “El Corralito” nada más nos alcanzara para uno, o que si salía aunque fuera una vez al mes, bueno pues sólo podrá hacerlo una vez cada cuatro meses, o sea tres veces al año y párele de contar.

Por supuesto tiene que haber un culpable, claro que lo hay, y a la nueva tanda de impuestos auméntele los gasolinazos ¡chale! ni porque ganó el América nos está yendo bien, para donde volteé, habrá que pagar un peso extra por cada litro de refresco o bebida azucarada, cinco por ciento más por alimentos “chatarra” (está bien, puedo dejar de comer roles glaseados); el alimento para mascotas más caro, y eso me pega más que el refresco porque es el cereal que me compra mi esposa para las mañanas, pero además como quedo con hambre, para que se me olvide me echo mi chicle, pero eso tampoco será posible porque van a estar 16 por ciento más caros.

Aunque falta mis queridos lectores, porque esas cifras no incluyen la inflación “normal” de cada año, la que siendo conservadores podría ser del tres por ciento.

¿Qué vamos a hacer entonces? me encantaría escuchar a mis diputados, mis senadores, a mis gobernantes ¿cómo le vamos a hacer? porque al cabo de media año resulta que tendríamos un déficit de casi ¡un sacrosanto mes de sueldo! Ah! pero no crea que ahí termina, faltan los servicios, la bendita luz, que por más hidroeléctricas que nos vienen e plantar, seguimos pagando carísima la energía eléctrica; la telefonía, el transporte… honestamente tendremos que acostumbrarnos a las dietas.

Dijera la que vende arroz en leche en el mercado, que por cierto es atol sabor arroz en leche, porque los benditos arroces no los encuentro nunca: “no te entiendo hijo, decímelo con palitos y ranitas” y así las cosas, uno de cada cinco pesos que ganen se irá en pagar las nuevas alzas, esa es la cruda realidad, no le haga caso a los comerciales de la tele, esos todavía andan “bolos”.

La brecha entre ricos y pobres mucho me temo se hará máaaas grande, y todas estas alzas nos afectará principalmente a los mismos de siempre, a los que trabajamos y con nuestros impuestos mantenemos a todos los padrones de beneficiarios habidos y por haber, además de las nóminas de la clase política, insisto, la igualdad y la justicia ¿dónde están?

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