“EUTANASIA INSTITUCIONAL”
Por Ronay González
Nunca he estado de acuerdo en esa mala manía que tenemos en este país de reinventar lo que ni siquiera se ha acabado de implementar, y así tenemos una serie de proyectos cortoplacistas que inician con una administración y se terminan con la misma, o incluso antes, porque por más buenos que sean, a nadie le importa seguirlos a pesar de que hayan funcionado.
Esta corta visión de las cosas nos cuesta millones y millones de pesos tirados a la basura. ¿Ejemplos? Hay cientos para nuestro infortunio, nomás’ échele un ojito a todos los “elefantes blancos” que hay en la zona, y próximamente creo que hasta la enorme, costosa y disfuncional garita de Huixtla entrará en la lista, ni bien la acababan de estrenar y todo parece indicar que se irá a dormir.
Claro que las cosas tienen que cambiar, avanzar diría yo, y ahí está la diferencia. Cada condenado trienio o sexenio vemos a las presidencias municipales o los lugares públicos cambiar de color, que ya los pintan de amarillo, que ya de azul, que ya de rojo, que ya de verde.. ¡que ya! Le paren diría yo, por norma todo debería ser blanco o fiucsa, siempre.
Deberían de prohibir proyectos, obras o como le quieran llamar, cuya vigencia fuera menor a 10 o 20 años, porque resulta que la mayor parte de los municipios de este o de cualquier otro estado se caen a pedazos, ¡ah! pero eso sí, alcalde que entra le mete mano a la plaza principal, como si fuera lo único que importara, o ya ponen fuentes, glorietas, las quitan, las vuelven a poner y así.
A nivel estatal y federal es exactamente la misma situación, y tenemos ahora que quieren desaparecer al IFE, cosa que a mí me tiene sin cuidado, pero finalmente es el instituto que organiza, o al menos eso intenta, las elecciones; el que tiene los registros de la mayoría de los mexicanos, pero lo más importante, el que nos cuesta millones y millones de pesos.
Pretenden los legisladores cambiarlo, que ahora se llame INE ¿Y qué más da cómo se llame si los vicios y las deficiencias son las mismas? Propongo mejor que le cambien los vicios y las deficiencias y que se llame igual, por si no se han dado cuenta, sale más barato. ¿Tiene usted idea de en cuánto nos saldría el chistecito de cambiar todas las credenciales de elector actuales? Algo así como en más de 800 millones de pesos, nada más en eso, porque faltarían las fachadas de los edificios, la papelería… ¿Qué no tienen nada mejor qué hacer con ese dinero?
Hay cosas que no hace falta que se llamen o se vean diferentes, lo que realmente importa es que fueran diferentes. La propuesta de matar al IFE, que aunque bastante malito todavía podría curarse, parece va a prosperar con nuestros legisladores, que segurito ya han de tener proveedor nuevo de credenciales y de papelería, por eso la urgencia.
¿Una vez más tendremos que apechugar? No me parece justo, no cuando si realmente quisieran una institución verdaderamente funcional , la respuesta la tienen en las manos: sáquenlas de este Instituto y regrésenlo a los ciudadanos.
Y ya nomás para que se me baje la “muina” como dicen algunas abuelas, le cuento que anda por estas tierras el primer exportador de mango del país, Daniel Luque Miranda. Cuenta mi fuente, que por cierto vende un arroz en leche buenísimo, que lo trajo Roberto de la Torre Mendivil, presidente de COMCE Chiapas. Quiere comprar de menos cuatro mil toneladas de ataulfo para exportarlas a Estados Unidos, Canadá y Europa. Ojalá, porque necesitamos reactivar esta región urgentemente.
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