martes, 7 de enero de 2014

CARREREANDO LA CHULETA


QUÉ DIFÍCIL ES SER ASALARIADO

Por Ronay González

Desde siempre la clase obrera ha sido la más golpeada, y según pa’ disminuir los abusos de los “patrones” surgieron los sindicatos, pero resulta que los líderes de éstos, también quieren ganar cantidades descomunales de dinero, según por su “valioso” apoyo, y entonces viven a costillas del sindicato, de los trabajadores finalmente, ya sea directamente por las cuotas o utilizando su posición para exigir diputaciones, regidurías; no le rinden cuentas a nadie, es como vivir en el paraíso.

Los patrones creen que tienen derecho a desquitarse de sus frustraciones con el trabajador. Hay quienes adoran gritar, manotear, ofender; y si resulta que un trabajador tiene iniciativa, le piden que se limite a hacer lo que se le indica y no andar jugando al patrón; y si sólo hace lo que le dicen, es un mal agradecido, holgazán.

Resulta que las empresas familiares con algunos años de vida, están llenas de “juniors” que creen que la vida es como en la escuela, y se la pasan pidiendo reportes, programas, hacen juntas y juntas, que normalmente llevan a ningún lado pero hay que estar ahí, y se olvidan de tomar en cuenta a los trabajadores, como parte productiva pero sobre todo como seres humanos.

El trabajador es imprescindible hoy día, es el que produce, el que hace, pero se lleva la peor parte, se tiene que chutar el transporte público, que es de tercera por cierto, viajas apretado, entre sudores, si es en vehículo tiene que aguantarse las condiciones de las calles y pagar las ponchaduras, son a los que más asaltan, los que tienen que hacer filas para pagar impuestos.

Cuándo entenderán, gobernantes y “burgueses”, que eres tú trabajador el que con su trabajo genera los recursos para que todo el país coma, gaste, descanse, y disfrute. Pero nooo, la clase “poderosa” se siente avergonzada de este país y sus integrantes; maldicen esta patria cuando de aquí tragan y no se diga a la “prole”, a los “pobres y jodidos”.

Las diferencias son abismales, las oficinas de los patrones deben estar climatizadas, no importa que los trabajadores se desempeñen en condiciones ni siquiera mínimas (iluminación, espacio, higiene); en muchas ocasiones “dirigen” lo que realmente camina solo, y no reparan en las necesidades de sus trabajadores, ni siquiera porque significaría un beneficio para la empresa; empleados felices rinden el doble, y si están capacitados y se sienten importantes, el crecimiento de la empresa llega a sus máximos niveles, pero parece que eso no lo sabe nadie.

Al proletariado no se le perdonan impuestos, como a las grandes empresas o a los políticos, al contrario, se les exige cada vez más, no puedes cometer falta alguna porque a ti sí te caerá todo el “peso de la Ley”, mismo que se queda sin fuerza de gravedad cuando se trata de un “pudiente”.

Le curioso de esto es que somos mayoría, somos los empleados de este país los que hacemos posible que se mueva, que avance, aunque pareciera que a veces retrocede. En las películas infantiles muchas veces se muestra este asunto, en donde los que trabajan son más, y cuando todos caminan juntos y exigen, entonces se dan los cambios; patrones hay pocos, trabajadores somos miles.

¿Por qué has de vivir en un espacio de 4 x 4 si trabajas como para vivir en una casa digna, en donde tus hijos puedan salir y correr? ¿Por qué has de hacer largas filas en el seguro para que te atiendan, o esperar dos o tres meses por un especialista cuando trabajas lo suficiente como para que pudieras atenderte con un doctor particular sin que te cueste más? ¿Por qué has de transportarte apretado y poniendo en riesgo tu vida si con tu trabajo deberías tener la opción de tener un vehículo particular o un transporte eficiente?

Si alguien sabe por qué, le agradecería me explicara, porque yo no me trago eso de que “así nacimos y ni modo”.

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