Renovación positiva
Por. José Juan Balcazar
El alcalde de Tuxtla, Samuel Toledo, realizó ayer cambios en la estructura del gobierno municipal, empezando por el secretario general, a cuyo cargo llegó Jovani Salazar Ruiz, y en las secretarías de Salud, Servicios Municipales, Ecología, la contraloría social e interna, direcciones de comunicación social, de la juventud, de desarrollo para el bienestar social, de mercados y la dirección de gobierno, todos ellos con el objetivo de entrarle con todo a la transformación de la ciudad, a que ha convocado Manuel Velasco.
El reto es superior porque Tuxtla Gutiérrez efectivamente se encuentra en un momento de complicaciones viales por las obras, ambulantaje y hay una constante demanda de seguridad, alumbrado, agua potable y otras necesidades propias de una ciudad en crecimiento, pero lo importante es que se ha tomado al toro por los cuernos, se ha reconocido las fallas y se ha asumido el compromiso y la tarea de salir adelante, cosa que no muchos están dispuestos a admitir ni en consecuencia tomar cartas en el asunto.
Esta nueva etapa del ayuntamiento capitalino merece considerarse como un golpe de timón para recomponer el rumbo y para encauzarse en la ruta que ha establecido el gobernador del estado, quien dicho sea de paso le ha puesto a la ciudad especial atención y está dando todo su respaldo para que el gobierno de Samuel Toledo salga adelante y cumpla a los tuxtlecos la demandas más sentidas, para lo cual ahora hay nuevos integrantes en la estructura municipal que de seguro le meterán todo el pie en el acelerador.
Siendo Tuxtla la capital de Chiapas no es espera nunca menos que un trabajo constante de quien gobierna la ciudad. Hoy las obras que se hacen efectivamente causan molestias pero son para que al cabo de un poco tiempo haya nuevas vialidades, un mejor alumbrado, se modernicen los servicios y se le dé a la ciudad un nuevo rostro, más cálido, más actual, más limpio, más seguro, más transitable, y Tuxtla vuelva a resurgir y sea el orgullo de los chiapanecos, que es obligación de este y de todos los gobiernos.
--La designación de Jovani Salazar Ruiz como secretario municipal en la alcaldía de Tuxtla ha despertado mucho interés por la tarea a encarar y por el apellido.
En lo político tiene por delante un reto muy canijo, pues en Tuxtla hay demandas por borbotones.
Es su oportunidad para demostrar audacia y entereza para futuras aspiraciones en este sexenio verde ecologista.
Jovani Salazar es un joven que contendió por ese partido a la diputación local por la zona oriente.
No ganó la elección pero se ganó la confianza de quien ahora es el gobernador de Chiapas.
Jovani Salazar se le quiere asociar ahora al diputado Emilio Salazar o al exgobernador Pablo Salazar, pero no tiene ningún parentesco.
Jovani es hijo de un humilde vigilante ya jubilado de la Universidad Autónoma de Chiapas.
No es por la vía del diputado Emilio ni a la sombra de Pablo Salazar que ahora llega a la alcaldía.
Ha construido su propia ruta política desde la cultura del esfuerzo y merece ahora el beneficio de la duda.
Ya después se dirá si cumple con la encomienda, si está a la altura del reto y si responde a la confianza que hoy le dan.
Se suma al equipo de Samuel Toledo que adoleció todo este tiempo de una figura eficaz en las tareas de la secretaría municipal.
Jovani Salazar hasta ayer se desempeñó como subsecretario de gobierno en la zona metropolitana.
Tiene la confianza del gobernador, del secretario de gobierno y del propio alcalde.
Trae, pues, muy buenas cartas credenciales y tiene la juventud y los bríos para hacer un papel decoroso.
--Le escribió al confinero una señora que es siete oficios y catorce necesidades.
Es, dice, “abogada de profesión, estudiante de maestría, presidenta del comité de padres de familia de la escuela de uno de mis tres hijos, catequista de una parroquia, esposa y madre de familia”.
El motivo de su escrito es para expresar su molestia porque en esta columna no se trata con reverencia a los curas.
Nomás falta que le digan al confinero que le tiene que besar el anillo de oro a los prelados.
La molestia de la doña es porque se dijo que los curas están montados en su macho y que las iglesias son emporios para hacer dinero.
Ah, también porque aquí se escribió que muchos de los que van a la iglesia aparentan una vida que no llevan.
Pos la mera verdad nada del otro mundo que nadie no sepa.
La hipocresía existe en todas las religiones y en todas las sociedades, nada de qué espantarse.
Que algunas personas, como la que escribió la carta, sea un dechado de virtudes y lleve una vida correcta, sería la excepción, no la regla.
Otro tema que toca es lo referente a los matrimonios gay.
“El plan original de Dios es la familia, el cual se compone de un padre, una madre y unos hijos”, dice.
“La idea original es que se una la mujer y el hombre para procrear; si dos personas del mismo sexo se unen se acaba ese propósito”, añade.
Ella dice respetar a los gay y que no los discrimina “ni me alejo de ellos”.
En fin, le sugiere al confinero que no proclame los matrimonios gay y que utilice este medio para servir a la comunidad.
Que utilice este medio “a construir, no a destruir”.
Y pide respeto para los lectores católicos.
Respeto para los lectores hay, para todos, no sólo para los católicos.
Así como hay libertad religiosa, también hay libertad de expresión y libertad para que cada persona lea lo que quiera.
En este espacio no se promueve ni la religión ni la promiscuidad, sino se habla de todo.
Los que tienen una preferencia sexual distinta a la heterosexual son muy respetables y tienen derechos como cualquier otra persona.
Las leyes terrenales postulan la igualdad y es a ella a la que se apela.
Las leyes terrenales, hechas por los hombres para normar la vida de la sociedad, no postula el matrimonio únicamente para procrear.
Las llamadas sociedades de convivencia son para reconocer derechos de parejas del mismo sexo como las heterosexuales, nada más.
No está reñido lo espiritual con lo terrenal.
Y si de entrar al tema de promiscuidad se trata habría que revisar debajo de las alfombras de las religiones.
En todos lados se cuecen habas.
En la católica hay muchísimos curas pederastas y en las evangélicas muchísimos pastores abusivos, violadores.
No todos, pero muchos navegan con la bandera de santos pero llevan al diablo debajo del hábito.
Es ahí donde habría que empezar por llamar la atención y apechugar que se han cometido errores terribles.
--Las diferencias en el PRI en lugar de fortalecer a ese partido, lo debilitan antes de tiempo.
Los amagos de toma del edificio y el atrincheramiento con policías no hablan nada bien.
El PRI lo que necesita es llegar fuerte a las elecciones y para ello hay que estar unidos.
Como partido diverso debe reconocer y reflejar la diversidad de grupos y de expresiones políticas.
Se hace necesario que se abra el diálogo y el debate para definir qué tipo de partido quieren para las elecciones del próximo año.
La rebatinga antes de tiempo sólo debilitará las estructuras y se traducirá en espacios perdidos en las elecciones.
Hay mucho por hacer y es obligación de los priístas de entrarle con tokio.
De seguro, ante este escenario de diferencias y conflictos internos, los demás partidos se frotan las manos.
Han de estar muy contentos que el partido más fuerte se encuentre en un proceso de desgaste.
No es para menos, al debilitarse el PRI los que ganan son los demás partidos.
La neta no hay que pelearse desde ahora lo que no han ganado.
Mejor es ir en unidad y ganar más espacios que pelearse ahora y quedarse con las sobras electorales.
En eso tienen que pensar de manera seria y responsable, si es que quieren ratificar el liderazgo priísta en el estado.
--Más claro ni el agua, y háganle como quieran.
Ya lo dijo el secretario de Transporte y el secretario de gobierno: no habrá más concesiones en Chiapas.
Es que la mera verdad eso de las concesiones de transporte es el cuento de nunca acabar.
La ley muy claramente dice que serán para los trabajadores del volante, que cada dueño de concesión maneje su propio carro.
Lo que pasa es hay pulpos del transporte que no tienen una ni dos ni tres sino muchas concesiones y quieren más.
No tienen llenadero y piden y piden.
Pero la determinación de este gobierno es regular el transporte que ya está y no atiborrar de concesiones al estado.
Ahí en esa decisión del gobierno de Manuel Velasco se advierte la mano firme de Mariano Rosales que no se anda por las ramas.
Y el respaldo ahora del secretario de gobierno, Eduardo Ramírez, es más que firme.
No hay ni habrá más concesiones.
Ojalá se lo metan a la cabeza los que están acostumbrados al chantaje y la presión.
--AVISO INOPORTUNO.
La desabinización y desalborización del ayuntamiento de Tuxtla puso los pelos de punto a varios. Se suplica aplicarse cremita para el dolor y Scabisan para la sarna.
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