jueves, 29 de mayo de 2014

CONFINES


Diálogo y mano firme
Por. José Juan Balcazar

El desalojo de una invasión en el oriente de Tuxtla Gutiérrez, además de devolver la propiedad a su legítimo dueño, da una idea del compromiso de este gobierno de no permitir las invasiones ni actos que atenten contra el Estado de derecho ni con la paz social. Eso, por supuesto, es plausible, porque una obligación del Estado es garantizar la tranquilidad y vigencia de las leyes, sin importar de quien se trate, filiaciones políticas o sesgos ideológicos de las personas que se posesionen de tierras que no son suyas. 

Un principio de autoridad es no permitir que nadie viole las leyes, violente la gobernabilidad ni atropelle la propiedad privada. En ese sentido, la decisión de liberar el predio invadido en el lado sur oriente de Tuxtla, cuyo asentamiento irregular habían nombrado Gabriel Gutiérrez y luego, al cambio de gobierno, para congraciarse, nombraron Manuel Velasco Suárez, es un hecho que puso a prueba al gobierno: por un lado, de agotar el diálogo y, la otra, de aplicar la fuerza del Estado, lo cual no fue necesario. 


Una cosa es la amabilidad y tolerancia de un gobierno, como ha mostrado ser la característica del gobernador Manuel Velasco Coello, y otra que se confunda con debilidad para incurrir en abusos o actos que pongan en entredicho la firmeza del Estado. Ya en otros casos se ha visto que, cuando es necesario, no se duda en aplicar la ley ni la fuerza del Estado, pero siempre se ponderará más cuando la vigencia del Estado de derecho se garantiza sin necesidad de recurrir a la fuerza o, de plano, a la violencia. 

El secretario de Gobierno, Eduardo Ramírez Aguilar, lo dijo muy claro: en el gobierno hay diálogo, pero también mano firme. Y de eso se trata, que haya garantías para que nadie vea amenazada su propiedad ni sus derechos ni nadie pase por encima de la ley ni someta a sus pares o, peor, al Estado, a sus intereses. Ese rigor en el desalojo de la invasión, se espera sea una constante, para que la práctica de chantaje y de abuso queden en el pasado y se abra camino a la legalidad y al trabajo productivo



--El cinismo a flor de piel y los protagonistas de tal insolencia todavía se atreven a acusar a otros de lo que ellos cometen, incurren, abusan y se sirven. 

Tal es el caso de quienes denuncian el uso de recursos públicos para la promoción de Sotelo dentro del PRD. 

Las acusaciones van en dos sentidos: 

El uso de recursos públicos para apoyar a un candidato y el abuso del cargo para promoción política propia. 

¿No se habrán mordido la lengua los detractores? 

¿No acaso los denunciantes usan recursos públicos para pretender un liderazgo partidista que no ganan por sí solos? 

¿No acaso los que denuncian son los que usan recursos públicos para hacer sándwiches y mantener a la jabalinada? 

¿Los que denuncian no son los mismos que han traicionado a su partido y ahora fingen castidad política? 

¿No acaso los que ponen el grito en el cielo son los que solapan actos protagónicos de síndicos, perdón, cínicos oficiosos? 

Basta ver la fanfarria con que se conducen los impolutos para entender que lo que denuncian es precisamente lo que personifican. 



--Por cierto, el que de plano anda bien perdido, es Luis Raquel Cal y Mayor. 

Y no perdido porque ya no quiera queso sino salir de la ratonera. 

Anda perdido porque ignora lo que pasa al interior de su partido. 

Hace poco le preguntaron de un resolutivo del CEN del PRD y dijo que nomás no estaba enterado. 

¿Cómo chingaos va a estar enterado andando en el agua? 

Y conste que eso del agua nada tiene que ver con las lluvias y los lodazales que se forman por las obras en Tuxtla. 

No sabe, nunca supo, dónde está parado. 

Pasó de noche en el PRD y sólo se ocupó de hacer viva la flor con las prerrogativas. 

Y ahí se la ha llevado todo este tiempo. 

No respira, no mira, es de palo, no oye. 



--A los que ya se les acabó el veinte con la regulación de las marchas, es a los Gamboa, los chaquistes. 

Como todos en el poder saben, son los Gamboa López los que regentean al grupo de choque MOCRI. 

Ellos son los que lo han usado para armar desorden, romper manifestaciones y generar violencia. 

De ahí que este grupo paramilitar haya tenido tanto poder e impunidad en el gobierno de Sabines. 

Atendían a las órdenes de los Gamboa y éstos a los de Sabines. 

Por eso es que eran intocables y hacían lo que les venía en gana. 

Pero tal parece que ya se les acabó y ahora tendrán que enfrentar a la justicia si incurren en delitos. 

Ya los Gamboa no tendrán elementos para vender un servicio de grupos violentos, porque nadie los quiere. 

La sociedad que ha sido víctima de este grupo de choque siempre ha clamado porque se les aplique la ley. 

Ya sin Sabines en el gobierno, ya sin las grandes y geniales estrategias de los Gamboa, el MOCRI se queda sin cliente y sin sentido. 

La neta es que ya urge que les pongan un hasta aquí. 



--Algo se tiene que hacer para detener el saqueo de ámbar en Simojovel y su envío a China. 

Son cantidades grandes los que se embarcan a China, lo que representa un peligro para el comercio local. 

Se sabe que el tráfico, legal o ilegal, lleva varios años y los encargados de desarrollo económico ni enterados. 

Ya va siendo tiempo que pongan atención y presenten una alternativa de solución. 

Seguramente se dirá que es muy bueno que los ambareros vendan cantidades industriales de ámbar, pero no es así. 

El acaparamiento de ámbar de los chinos por supuesto que tiene una intención. 

La pregunta es ¿qué va a pasar cuando se agote la veta de ámbar en Chiapas? 

Entonces se entenderá que fue una muy mala estrategia haber vendido todo a los chinos. 

¿Es necesario esperar hasta entonces para caer en la cuenta del mal que se hace a la región de Simojovel? 



--En Villacorzo, para la búsqueda de candidato a la alcaldía, están como la canción esa de Yo tenía diez perritos. 

Dicen que canta el garrobo con sarna: “Yo tenía diez perritos, uno se perdió en la nieve, nomás me quedan nueve. 

“De los nueve que quedaban, uno se comió un bizcocho, nomás me quedan ocho. 

“De los ocho que quedaban, uno se metió en un brete, nomás me quedan siete. 

“De los siete que quedaban, uno ya no lo veréis, nomás me quedan seis. 

“De los seis que quedaban, uno se mató de un brinco, ya nomás me quedan cinco. 

“De los cinco que quedaban, uno se mató en el teatro, nomás me quedan cuatro. 

“De los cuatro que quedaban, uno se volvió al revés, ya nomás me quedan tres. 

“De los tres que quedaban, uno se murió de tos, ya quedan dos. 

“De los dos que quedaban, uno se volvió un tuno, ya nomás me queda uno”. 

Y así literal están, ya nomás les queda un viejecito llamado Román Utrilla que tiene más años que votos. 

En elecciones pasadas le han metido unas arrastradas marca llorarás. 

Neta que para el confinero el anciano Román ya había pasado a mejor vida, pero no, aún respira. 

Y no sólo respira sino aspira a convertirse aunque sea a candidato. 

Logrará ser postulado únicamente que el Partido Verde quiera entregar el poder municipal al PRI. 

Es la única forma de entender que se empecinen en imponer a un viejito sin propuesta política ni simpatías electorales. 

Los malosos de Villacorzo dicen que Román Utrilla no cumple con el requisito de ser chiapaneco. 

Dicen que en realidad es de Guanajuato y que es una de las momias que un día se perdieron del museo. 

¿Será cierto? 

Sean peras o perones, don Cascarrabias debería ir al Archivo de Indias a buscar su acta de nacimiento para salir de dudas. 

No vaya a ser que no le dio su acta de nacimiento don Diego de Mazariegos, sino el cura Hidalgo. 

Otra arista que no debe dejar pasar es revisar todas las películas del Santo y de Chabelo con Pepito. 

Puede ser que en una de esas películas, de El Salto contra las Momias de Guanajuato o Chabelo y Pepito contra las momias, salga de extra. 

Eso podría ser suficiente elemento para alegar en los tribunales que no cumple con el requisito de nacencia chiapaneca. 

--De verdad que los cínicos no tienen perdón de Dios. 

Ahora dicen los sinvergüenzas que han brincado de un partido a otro que el logotipo de Chiapas nos Une es un reconocimiento a ellos. 

Que como el logotipo tiene verde, rojo, azul, amarillo y otros colores es una invitación al chapulineo electoral. 

De ahí que ahora los que antes fueron del PRI, luego del PRD o del PAN, quieran mudar al color de iguana tierna. 

Los menos son los que siendo rojos, azules o naranjas quieren vestirse de amarillos. 

¿Y las ideologías y lealtades partidistas? 

Uta, ni quien se acuerde esas invenciones mamucas que nadie entiende y nadie atiende. 

--AVISO INOPORTUNO. 

Se aclara al respetable que la obra de teatro que se presentará próximamente en Tuxtla se llama Qué rico mambo, no Qué rico mampo; así que ni se hagan ilusiones que ahí actuará La Tarlatana.

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