miércoles, 25 de junio de 2014

CAFÉ PARA TODOS


* LA SELECCIÓN, LO QUE MEJOR FUNCIONA POR AHORA EN MÉXICO; SU DIRECTOR TÉCNICO, EL MOTOR DEL CAMBIO
* PANORAMA NADA HALAGADOR PARA EL NUEVO GOBERNADOR MICHOACANO JARA GUERRERO; FAUSTO VALLEJO, OFRECIÓ SU CABEZA A CAMBIO DE LA DE SU HIJO 

Por. Alberto CARBOT
A nadie le cae mal un triunfo y mucho menos en futbol, un deporte que en México es casi religión y que en el fondo amalgama la esperanza de triunfo de los mexicanos.

La victoria de la selección nacional ante Croacia -que le dio al Tri el pase a los octavos de final, por sexta vez consecutiva en un Mundial-, constituye un oasis en medio de tantas noticias negativas y que van desde la corrupción política, hasta la mala marcha de la economía con salarios bajos, precios altos y desempleo rampante, pasando por el flagelo de la violencia que no cesa.

México superó invicto la fase inicial de grupos de Brasil 2014 a pesar de que logró un empate ante el equipo anfitrión, gracias a ese “héroe nacional” colocado hoy en un improvisado pedestal, Guillermo Ochoa, pero colectivamente no puede escatimarse el denodado esfuerzo, pundonor y arrojo mostrado por el combinado tricolor. Dejaron el alma en la cancha, como dice el lugar común.

Escuchar nuestro himno nacional en la Arena Pernambuco de Recife -una ciudad al noreste de Brasil, que por su vehemencia, cimbró los cimientos de este coloso-, emocionó a la mayoría de los asistentes y a quienes observaron el encuentro por televisión.

El inmueble parecía una sucursal del Estadio Azteca. Según los conteos oficiales -aunque tal vez exageran-, de un cupo de 40 mil espectadores, había 38 mil mexicanos, y si los gritos de gol cada vez que era horadada la cabaña balcánica no se escucharon en toda la ciudad, es porque está ubicado a más de 30 kilómetros de la mancha urbana.

Los aficionados, muchas veces hemos tenido que rumiar nuestra amargura cuando el equipo nacional es descalificado a las primeras de cambio, pero el pundonor que esta selección ha demostrado, deja atrás ese calificativo creado por el periodista veracruzano Manuel Seyde, quien por los continuos fracasos y falta de empuje de los seleccionados, los bautizó como los “ratoncitos verdes”, un mote despectivo que mucho se utilizó en el pasado reciente.

Y el hecho que reviste singular importancia, es que ni siquiera pareciese que son los mismos integrantes del equipo que a duras penas ocupó cuarto lugar en las eliminatorias de la Concacaf -detrás de Estados Unidos, Costa Rica y Honduras- y tuvo que disputar el último boleto para el Mundial ante Nueva Zelanda. ¿Cómo pudo darse este cambio vertiginoso? Se logró gracias a un artífice que les habla de tú a tú, los reprende y los motiva.

Se trata de Miguel Herrera, el director técnico, quien por supuesto merece todo el crédito por haber convertido a esta escuadra en un equipo ganador, y haber conjurado del equipo el carácter pesimista, pusilánime, derrotista y falto de carácter que marcó al conjunto que disputó las eliminatorias.

Lo increíble es que ahora resulta que la Concacaf -que antes era vista como la peor zona futbolística del planeta, inclusive por debajo de Asia y África-, está resultando toda una potencia emergente.

De los cuatro equipos calificados para el Mundial, tres -Costa Rica, Estados Unidos y México- pasaron a los octavos y sólo Honduras se quedó fuera.

Inclusive Costa Rica logró la hombrada de vencer a Uruguay, Holanda e Italia.

Ahora se entiende por qué México tuvo una eliminatoria tan complicada, aunque también hay que reconocer que el equipo incomprensiblemente estuvo a cargo del timorato José Manuel de la Torre, quien prohijó sus fallas y muchos defectos.

Pero eso ya es historia pasada. El caso es que la selección mexicana, al vencer en Brasil al representativo de Croacia, actuó con arrojo, valentía y mucha intensidad, mucho mejor que el equipo balcánico, a pesar de que el empate a cero se alargó como una agonía por todo el primer tiempo y la mitad del segundo.

Los goles fueron realmente de antología. El primero -marcado al minuto 71 por Rafael Márquez, el capitán del equipo-, fue un certero cabezazo producto de un tiro de esquina.

Luego vino el tanto de Guardado, al minuto 74, y también fue de esos que dejan huella entre los seguidores. Siete minutos después, Javier “El Chicharito” Hernández, habría de reivindicarse, al cabecear un balón que Rafa Márquez había tocado tras ejecutarse un tiro de esquina.

Guillermo Ochoa -quien había sido el jugador más destacado del partido ante Brasil-, no tuvo tuvo necesidad de emplearse a fondo, lo que es preferible, porque cuando el portero es el héroe, quiere decir que la ofensiva de un equipo no funcionó bien.

Y como siempre, volvió a escucharse el criticado grito de guerra: “puuuuto”, seguido de movimientos con la mano abierta, como si fuera a hacerse un conjuro.

La FIFA salió ahí también derrotada, pues no prosperaron sus intentos por censurar una demostración que no tiene nada de homofóbica, sino quizá sea más bien de mal gusto, pero nadie dijo que el fútbol era estética pura o un acto litúrgico.

México se tardó un poco en plantarse en el terreno y los croatas perseveraron. No por nada son deportistas natos y destacan en muchos deportes a pesar de ser una nación muy pequeña.

Lamentablemente otra vez el árbitro, en este caso el uzbeco Rvshan Irmatov, dio la nota -como otros de sus colegas en este torneo- cuando al minuto 63 se hizo el ciego y evitó marcar un claro penal cuando Srna detuvo con las manos un remate de Guardado.

Hay que decir, porque nobleza obliga, que tampoco marcó una tarjeta roja a Márquez cuando cometió una rudeza contra un croata pero en cambio sí expulsó a Ante Rebic por una falta contra el “Gullit” Peña al 88' de juego.

Ahora las cosas no son fáciles, porque el siguiente rival será Holanda, la poderosa “Naranja Mecánica”, el próximo domingo en Fortaleza.

POR LO PRONTO ES MOMENTO DE FESTEJAR

La historia la escriben los triunfadores y por ahora es momento de celebrar el buen paso de la selección nacional. El presidente Enrique Peña Nieto, felicitó al equipo por el triunfo ante Croacia y la clasificación a octavos de final y elogió su grandeza y ganas de triunfar.

“!Qué orgullo! Hoy se confirma la preparación, actitud, ganas y espíritu de la selección. ¡Son grandes. Viva México!”, señaló el mandatario. Y como es costumbre, miles de mexicanos se agolparon en torno a los monumentos emblemáticos de las principales ciudades mexicanas como El Ángel de la Independencia en la ciudad de México, la Glorieta de la Minerva en Guadalajara y la Macroplaza en Monterrey.

Este ambiente festivo y de unidad, acompañado de caras felices, de gritos de euforia, pocas veces se vive y hay que hacerlo que dure.

Los momentos de alegría en México no son escasos, pero rara vez están tan justificados como ahora. El mismo técnico Miguel Herrera, se ha vuelto uno de los personajes más populares del momento.

El estratega mexicano -quien es la delicia de los fotógrafos, camarógrafos y caricaturistas, por las caras y gestos que hace cuando dirige al equipo nacional desde la orilla de la cancha-, dijo que éste es “uno de los días más felices de mi vida, porque vienen todavía más”.

Para Herrera, el equipo ganó, porque “no perdió la calma, ni la concentración y mantuvo los pies en la tierra”. El jugador Oribe Peralta dijo estar muy contento por el resultado y señaló que “pase lo que pase el equipo está unido y eso es lo importante”.

El “Chicharito” integrante del Manchester United, aseguró que México está para hacer historia y dijo que aunque este triunfo hay qué disfrutarlo “sólo fue un paso más, porque debemos continuar preparándonos” para el siguiente compromiso ante Holanda, y no es descabellado pensar que se le pueda ganar.

Al menos, por el momento, tenemos en México algo que funciona bien, y es la selección nacional de futbol. Ojalá así marcharan la economía y otros sectores de la administración pública. El ánimo de los mexicanos sería permanente.

GRANOS DE CAFÉ

Al nuevo gobierno de Michoacán le llueve sobre mojado. Y no solo nos referimos a las tormentas tropicales y huracanes que mantienen en alerta a la región y al país entero. Hablamos de que a menos de una semana de que el ex rector Salvador Jara Guerrero asumió como gobernador de Michoacán, en sustitución de Fausto Vallejo, nuevamente la entidad se incendió y las ejecuciones, con todo y la presencia federal, se acrecentaron, al grado que hay reportes de más de 18. Paralelamente los maestros de la CNTE iniciaron un paro de labores y las autodefensas anunciaron su retorno.

Es evidente que cada hecho resulta del reacomodo de fuerzas en Michoacán, y cada grupo de presión, incluidos los criminales, busca obtener las mayores ventajas con el nuevo mandatario estatal, aunque los acuerdos -los legales, por supuesto-, deben ser negociados con el comisionado federal, Alfredo Castillo, quien, al final de cuentas es quien detenta el control político del estado.

Con todo, no deja de sorprender la escalada violenta que en las primeras horas de su mandato volvió a vivir Michoacán, lo que es una señal inequívoca de que el estado no está controlado como versa la propaganda oficial y lo muestran las estadísticas difundidas por los gobiernos estatal y federal.

Las ejecuciones con el sello indiscutible del crimen organizado, necesariamente tienen una lectura preocupante. Dan a entender que “los Templarios”, “La Familia” o “Los Z”, no se han desmovilizado, como tampoco las autodefensas. Esto quiere decir que Michoacán continúa como la tierra de nadie y el campo de batalla de federales, ejército, marina y crimen organizado.

Para colmo, el estado también es coto de poder del deshonesto movimiento magisterial encabezado por la Coordinadora de Trabajadores de la (CNTE), la misma mafia que en Oaxaca dejó a los niños sin clase durante más de la mitad del calendario escolar y golpea a las madres de familia que exigen verdaderos maestros; la pandilla que se adueñó durante meses del Zócalo del Distrito Federal, que está protegida por el pusilánime gobernador Gabino Cué.

En fin, que el panorama no luce nada halagador para el gobernador Jara Guerrero, quien probablemente a estas alturas extrañe profundamente la paz del claustro académico de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en el que sigilosamente se movió hasta colocarse como sucesor de Fausto Vallejo, el desafortunado mandatario estatal, quien, dicen, prefirió ofrendar su cabeza para salvar la de su hijo, un dilecto amigo de “La Tuta”… Sus comentarios envíelos vía internet a la dirección gentesur@hotmail.com

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