sábado, 21 de junio de 2014

CARREREANDO LA CHULETA


LA FÁBRICA DE TÉCNICOS

Por Ronay González
En una ocasión en las redes sociales me escribieron algo que me llamó la atención: “prefiero decir que soy analfabeta a decir que soy egresado del CONALEP”. Podrán imaginarse que se armó un escándalo, porque no sólo hicieron comentarios los que aparentemente estaban de acuerdo (algunos sólo por molestar), sino alumnos, ex alumnos y hasta maestros del Conalep.

Unos decían que no era tan malo, otros que efectivamente era lo peor, y por supuesto también había los que aseguraban que no era cierto semejante comentario, que era una buena escuela. Me puse a investigar y encontré la misma diversidad de comentarios. Los que afirmaban que estaba bien decían que una de las razones era que además de que terminas tu bachillerato, sales como técnico en algo, lo que te permite ganarte la vida y carrerear la chuleta.

Fue entonces cuando me percaté de que varios directivos de los Conalep en el estado de Chiapas son amigos míos de hace ya algunos años: Erik Sánchez, Pedro Valera, y tengo que decir que así como reconozco que son muy des…astrosos cuando de amigos se trata, como directivos siempre han buscado colocar a la plebe en los estándares que el gremio empresarial requiere.

El Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (ese es su nombre de pila), no es la última opción para estudiar, es una escuela que ofrece a sus alumnos el plus de ser técnico, y no sólo en las áreas clásicas, además ha buscado estar a la vanguardia, por ejemplo traerán a Chiapas una carrera técnica que ninguna escuela ofrece: Técnico Bachiller en Seguridad e Higiene y Protección Civil.

Son alternativas reales para los jóvenes, ya que pueden comenzar a trabajar o incluso seguir estudiando, lo cual se ha convertido ya en una necesidad, no en un gusto, pero además, Armando Barrios Fierro, Director General del Conalep Chiapas, está en constante comunicación con los empresarios para que se diseñen carreras acorde a las necesidades laborales de las diferentes regiones de la entidad, y eso lo han reconocido los mismos empresarios, no lo digo yo, ni él.

Desconozco qué tipo de instrucción recibían hace años los chavos en estas instituciones, lo que sí sé, es que hoy se puede encontrar a técnicos salidos del Conalep trabajando en la localidad, y si los chamacos se ponen un poquito listos, las grandes empresas transnacionales lo que buscan son precisamente técnicos, sé de casos de jóvenes técnicos que son tan buenos en lo que hacen, que ya viven en el viejo continente y que obviamente ganan en euros, lo que es más difícil para un recién titulado de abogado, por ejemplo (de esos salen como mil cada ciclo escolar), que en su vida ha trabajado y que de la vida real poco conoce.

En otros asuntos, me dio gusto enterarme que el edil de Suchiate, Javier Cruz Aguilar, logró gestionar más de 20 millones de pesos para la carretera hacia este municipio en beneficio principalmente de cuatro comunidades: Benito Juárez, Simón Bolívar, Nueva Independencia y Emiliano Zapata. Se trata de una carretera totalmente asfaltada que beneficiará sustancialmente a las familias productoras de este municipio.

Por supuesto la alegría no se hizo esperar y a la entrada de la comunidad Emiliano Zapata, Javier Cruz fue recibido por los habitantes de las cuatro comunidades con aplausos y “vivas”, lo cual sólo se le expresa a un alcalde al que se le quiere, aunque claro que no fue el único vitoreado, también el nombre del gobernador Manuel Velasco se hizo escuchar, pues no sólo los fue a ver en campaña, ahora esta carretera es una realidad.

Cuando todos trabajan, las cosas que en un principio parecían pequeñas y casi imposibles, resultan más grandes de lo previsto, como es el caso de esta obra, en donde también tuvo que ver el trabajo del diputado Antonio Díaz Athié, pues tal como lo dijo la diputada federal suplente por la zona, Lidia Abarca (en representación del diputado) es importante darle prioridad y seguimiento a los proyectos de los municipios de la región Soconusco.

Esto es lo que pasa cuando un alcalde no se queda cruzadito de brazos en su sillota (hasta se creen aquello de la silla presidencial), el deber de un alcalde es tocar puertas, insistir, tocar puertas otra vez, y si no abren brincarse las ventanas, saltar por la chimenea o salir por las coladeras, lo que sea con tal de atraer recursos.

PD: Feliz cumpleaños ¡a mí!

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