jueves, 21 de agosto de 2014

CARREREANDO LA CHULETA


MÁS VACACIONES = MÁS PRODUCTIVIDAD

Por Ronay González
Justo ahora que ya se acabó el periodo disque vacacional (espero haya podido ir aunque sea a Pijijiapan), estoy por sugerirle a alguna Cámara (de las que por lo menos intentan hacer algo), que dé un curso intensivo de cómo ser un buen jefe, de cómo hacer de la vida de sus empleados algo mejor, ya no digamos porque les importen mucho, simplemente por aumentar su productividad.

A veces pareciera que los empleados en las empresas importan lo mismo que las sillas de los escritorios, mientras están firmes y sirven para proteger el trasero de los jefes se les tiene ahí, en cuanto no funcionan se les desecha, se les cambia por otras, qué fue de ellas durante el proceso en que se utilizaron nadie lo sabe, de hecho a nadie le importa.

Con envidia, no lo oculto, leí un artículo acerca de una empresa que hace que sus empleados tomen vacaciones obligatorias, algo que en Europa es un tanto normal, pero en América Latina es casi impensable.

Si ya tienes muchos años en la empresa probablemente te hagan el favor de darte diez días y eso si no interfieren con las vacaciones del jefe, si no, pos hay que aguantarse hasta que regrese, pero fuera de eso, nada.

De acuerdo con estudios de esos que hacen para que los trabajadores seamos más felices mientras nos explotan, resulta que en la temporada de vacaciones es cuando más bajan los ánimos de los empleados y cuando menos productivos son porque su ánimo está por el piso, al menos el laboral, entonces, en esta empresa prefirieron que todos forzosamente mejor se tomaran esos días y claro que en esos días surgen los miles (aunque sólo sean dos) de pendientes que nos impiden tomar o pedir vacaciones, pero como son todos, pues la masa crea un buen caparazón y cuando llegan todos tienen más ánimos y aumentan además de su productividad, su felicidad.

Además hay otras vacaciones forzosas, una semana entre Navidad y Año Nuevo; pero no es todo, además cada uno se puede tomar ooootra semana más cuando quiera… ¡Yo quiero!

Dicen que con estas semanitas forzosamente libres el impacto en la moral, la productividad y la felicidad es de grandes magnitudes. ¿Quién es el primer valiente que lo intente? Le aseguro que yo, mi vecino, mi cuate y un montón de conocidos desearíamos trabajar ahí, y le echaríamos todas las ganas, los días de trabajo chambearíamos sin distracciones, porque sabríamos que habrá tiempo justo y de calidad para nuestras familias.

Aquí en el sur, en la costa, todavía tenemos empresarios, jefes medio “señores feudales”, que siguen con la política (por decirle de alguna forma) de exigir, exigir y exigir, medio pagar, pichicatear las vacaciones hasta donde más se pueda, nunca reconocer los logros, humillar a la gente y todas esas linduras que ya sabe.

Señores empresarios, ya no estamos en el Medioevo, aparentemente el siglo XXI ya llegó, no lo ignoren, hay formas distintas de lograr una mayor productividad, de aumentar los números y todos seríamos felices, ustedes con empleados que realmente produzcan y los que trabajamos con un trato tan justo que hasta gusto nos dé trabajar.

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