CARREREANDO LA CHULETA

QUIERO SER VERIFICADOR DE FIRMAS

Por Ronay González

Cuando ya me estaban cayendo bien las consultas populares, resulta que van a ser otra gastadera igual que las elecciones. Sigo pensando que en aras de economizar, todo se haga en el papel de baño de su preferencia y volvamos a tener “palabra de mexicano”.

Ahora resulta que el nuevo INE tiene que verificar la autenticidad -que existan y que no estén repetidas- de las más de 13 millones de firmas de apoyo a las cuatro solicitudes de consulta de los partidos (recuerde que ninguno se quiso quedar atrás, todos se pusieron su capita de súper héroe y propusieron la salvación del pueblo).

Son 623 cajas con firmas a revisar en 30 días naturales, o sea que no se vale dormir sábados ni domingos, pero como todo siempre significa dinero, y como dinero es lo que les sobra (a ellos claro), se van a gastar más o menos 30 milloncitos con los que entre otras cosas van a rentar espacios, adecuarlos y contratar a 1,700 personas.

Así, sin pensarle mucho, les podría sugerir que abran una convocatoria, que les liberen a los chavos su servicio social (de todas formas casi siempre aprenden a sacar copias y servir café), les apuesto que en dos días consiguen el doble de lo requerido, si nada más de la UNAM, en la Ciudad de México, salieron 26 mil egresados el año pasado, no veo ningún problema para que consigan tres o cinco mil “verificadores de firmas”, les alcanzaría para que les dieran unos dos mil pesitos a cada quien para que le echaran ganas, y hasta podrían comprarles café y galletas, si es del chiapaneco mejor para que trabajen agusto.

Mal pensado como soy esto me suena a la perfecta oportunidad de contratar a todos los que se quedaron fuera del presupuesto original pero que andan peleando su huesitito pa’l hijo, la cuñada, el ahijado, porque curiosamente son los que obtienen esos puestos; el saludo del primer día de trabajo suele ser “¿y a ti quién te metió?”, esto para saber con quién se están codeando.

Pero no es todo, son varias cosas las que me hacen ruido de estos asuntos, hasta chinita se me puso la piel cuando me enteré que el trabajo incluye seleccionar a una muestra de 850 personas por cada consulta y realizar una visita domiciliaria para constatar que el ciudadano, efectivamente, respaldó la consulta.

¡Cielos! Esto me suena a una formal invitación a no volver a firmar para que se haga una consulta, porque a como están los tiempos, quién va a querer decir esta boca es mía bajo la sentencia de que luego le van a ir a preguntar “personalmente” a su casa; ya decía yo que esto sonaba muy bonito.

Entiendo que hay que verificar, que los mañosos partidos pueden llenar mil cajas con diferentes firmas de un mismo sujeto, pero no estoy seguro que estemos yendo por el camino correcto, últimamente la credibilidad de nuestra democracia la quieren traducir en recursos gastados, y creen que entre más gasten es más confiable; no señores, no es así.

Ya en otras líneas les había expresado que considero que son temas muy importantes los que se pretenden mandar a consulta, aquí los transcribo por si se perdió alguno:

"¿Estás de acuerdo con que se mantengan las reformas a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución en materia energética?".

"¿Estás de acuerdo o no en que se otorguen contratos o concesiones a particulares nacionales o extranjeros para la captación del petróleo, el gas, la refinación, la petroquímica y la industria eléctrica?".

"¿Estás de acuerdo en que la Ley Federal del Trabajo establezca que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos fije un nuevo salario mínimo que cubra todas las necesidades de una familia para garantizar al menos la línea de bienestar determinada por el Coneval?".

La otra es sobre una eventual modificación a la Constitución para eliminar 100 de las 200 diputaciones federales plurinominales y las 32 senadurías plurinominales.

Bueno, eso si su majestad la Suprema Corte de Justicia de la Nación dice que sí es constitucional mandar estos temas a consulta.

Así las cosas, sólo espero que no se empiece a hacer bolas el engrudo y que esta oportunidad de participar más activamente en las decisiones del país la aprovechemos todos, y de preferencia sin tanto gasto.