miércoles, 29 de octubre de 2014

CARREREANDO LA CHULETA


DERECHOS DE LAS MUJERES
Por Ronay González

Aunque mi “yo” machista anda cabizbajo por aquello de que las más infieles de todas son las mexicanas, y que de remate asegura una amiga mía que la culpa es nuestra (de los hombres mexicanos), sigo afirmando que estamos en deuda con las mujeres, todos, gobiernos, sociedad, por ello me dio gusto que el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, entregara un paquete de iniciativas de reforma de Ley para fortalecer los derechos de las mujeres.

La idea es garantizar la igualdad de las y los chiapanecos, brindándoles a las mujeres mayor equidad laboral, jurídica y política. Se trata de una propuesta innovadora, la primera en su tipo y que surge de una amplia consulta a miles de mujeres de los 122 municipios. Esta es la diferencia entre gobernar desde un escritorio y preguntarle a las personas sus necesidades, inquietudes, pedirle sus propuestas y hasta las soluciones a los problemas; el resultado es que los ciudadanos sí se ven reflejados en las acciones de gobierno.

Este paquete de iniciativas contiene tres objetivos principales: en Chiapas, ninguna mujer puede ser minimizada bajo ninguna situación; impulsar el respeto y la igualdad laboral; y la creación de sistemas y consejos en los 122 municipios, para la igualdad entre mujeres y hombres que garanticen sin distinción el acceso a una vida libre de violencia.

Honestamente no sé cuál de los tres puntos sea el reto más grande, porque no olvidemos que en nuestro estado tenemos una gran cantidad de comunidades indígenas cuyos habitantes de por sí son discriminados, pero además a las mujeres les toca doble discriminación, por ser indígenas y por ser mujeres, lo que en nuestro país parece una mala combinación.

Laboralmente también hay muchos retos, para empezar habrá que reducir el número de mujeres que son rechazadas o despedidas por estar embarazadas o a las que contratan bajo la condena de no embarazarse, situaciones que si bien no quedan plasmadas en el papel, porque son violatorias de la Ley, sí son acuerdos “de palabra” a los que las mujeres acceden porque necesitan trabajar.

Una vida libre de violencia nos la merecemos todos, pero a veces pareciera que para las mujeres es un lujo, y no sólo hablo de la violencia física, la verbal, la psicológica son igual de dañinas y creo que no hay nada mejor que las mujeres de las mismas comunidades, del mismo municipio, que se conocen, que saben cómo piensa y vive la gente, sean las encargadas de velar por este importante principio.

Pero esta iniciativa va más allá, ya que se busca además en materia de justicia fortalecer el acceso a ésta con una perspectiva de género: privilegiando la protección de la mujer que haya sido víctima de violencia, otorgándole mayores herramientas judiciales, como la orden de protección cuando se considere en riesgo su integridad o la de su familia, siendo asistidas por intérpretes y defensores sociales.

Las sanciones por acoso sexual se endurecerán; estarán protegidas de forma que tampoco habrá espacio para el chantaje ni fraude patrimonial cuando termine una relación matrimonial, ni arreglos extrajudiciales que las perjudiquen; estará garantizado el acceso a la salud y lo más importante, se crea la figura de violencia obstétrica para que decidan sin ninguna presión conyugal el número de hijos, asimismo el derecho a los espacios recreativos y culturales, así como a pensión alimenticia.

No van a cambiar las cosas de la noche a la mañana, pero esto es un gran avance, y como era de esperarse en el Congreso local tuvo una gran acogida, Itzel de León Villard, presidenta de la Junta de Coordinación Política de la LXV Legislatura y coordinadora de la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN) no tardó en expresar su beneplácito por estas iniciativas. Me sumo a ello, quiero ser parte de esto que apenas inicia porque yo si quiero que mi hija crezca en un estado en dónde no importe el género, sino las personas.

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