CARREREANDO AL CHULETA

EL MUNICIPIO EN EL QUE CUALQUIERA MANDA
Por Ronay González

Dejemos de lado todas las torpezas que ha cometido en lo que va de su administración, el pobre hombre (en sentido figurado claro) nomás no da una, cualquiera le dice qué o cómo tiene que hacer las cosas, hasta en sus problemas sentimentales, no se diga en los conflictos con el personal del ayuntamiento y los problemas del municipio de Tuxtla Chico.

Honestamente da tristeza ver a un Mario Humberto Solís Hernández, desencajado, cabizbajo, ya no le encuentra ni los pies mucho menos la cabeza a la administración de la cual nada sabe, porque pareciera más el reino del tesorero Jaime Fernández Bello, él manda, gobierna y hasta grita en los pasillos. El mismo “presidente” le ha pedido “su permiso” para varios asuntos.

No sé si alguien le explicó a Mario Solís la diferencia entre los bienes públicos y los de él, porque agarra parejo y de donde hay para resolver sus asuntos personales, por ejemplo le encanta utilizar las unidades oficiales para transportar a sus hijos a la escuela o ir a surtir la despensa ¿no le alcanzará lo que gana? ¿ignorará que está incurriendo en una falta de menos administrativa? O sabe todo eso pero poco le importa.

Dicen que unos nacen “con estrella” y otros estrellados, Mario debe ser de los segundos porque como médico tampoco ha sido muy brillante, su apodo lo dice todo "el médico pastillero". Tuvo la oportunidad de oro de cambiar el concepto que la gente tiene de él pero no la tomó o no quiso verla y para colmo eligió dos profesiones que requieren de inteligencia y don de servicio: la medicina y la política; con ninguna de las dos ha podido.

Común en quienes no tienen ni idea de qué significa ser alcalde y no tienen ni pizca de sentido común, se gastó el dinero etiquetado en todo menos en lo que debía, por lo que ahora tiene grandes problemas para comprobar gastos ante la federación; las cuentas nomás no le cuadran. Además ya va casi de salida y poco se ve de obra pública, las que se lograron concluir están mal hechas,

En cambio, uno de sus pasatiempos favoritos fue el incrementar las cantinas y pocitos, lugares de venta de alcohol al por mayor y sin ningún problema, donde pueden encontrarse mujeres que se dedican a la prostitución o sin una estancia legal en el país. Claro que cuando no se acomoda “el cosmos”, sus funcionarios prefieren armar sendas borracheras, mismas que terminan con una bola de crudos sin que nadie se encargue de los asuntos municipales.

Muy en claro lo dejó cuando en días pasados un grupo de tricicleros tomaron el Palacio Municipal en donde quedó encerrado el alcalde y le exigieron que pusiera orden con el pirataje que prevalece en la región con los moto taxis.

Una de las peticiones más repetidas es que removiera a uno de sus consentidos, a la niña de sus ojos, su cuate, carnal, amiguis: Rodulfo Cancino Monterrosa, quien hace como que trabaja pero no da resultados.

Los tricicleros dejaron en claro en el documento que firmaron todos los que estaban presentes en la mensa de trabajo que se puso, acordaron la destitución de José Rodulfo Cancino, del cargo de Coordinador Jurídico del Ayuntamiento.

El pasado miércoles el propio presidente dijo que no valía la firma que él mismo puso en el citado

documento y en donde también están el Coordinador Regional de Gobierno, Jesús Castillo Milla y los representantes de las cooperativas del transporte, pero dice que no, que no valen. Sólo espero que Jesús Castillo haga valer los acuerdos firmados

No ha entendido que gobernar no es un juego, que la Coordinación Regional de Gobierno no es una dependencia que pueda hoy decir una cosa y cambiarlo después. Rodulfo Cancino además ya estuvo en vialidad, ahora resulta que es asesor jurídico y no sé que siga porque a pesar de todos los señalamientos no lo quiere remover.

Todo esto además de lo que la gente de su municipio conoce y comenta, sobre sus adquisiciones recientes, ranchos, la remodelación de sus propiedades, la propiedad en un exclusivo fraccionamiento.

El grave problema es que todo esto es que le afecta al municipio entero y los ultrajados son los ciudadanos, no él, por eso es que hay que aprender de lo que ya nos pasó para que no se cometan los mismos errores.