lunes, 1 de diciembre de 2014

CARREREANDO LA CHULETA


¿HA SIDO VOLUNTARIO?

Por Ronay González
Este 5 de diciembre se celebrará el Día Internacional de los Voluntarios y es una excelente posibilidad de festejar y rendir un reconocimiento a las personas que prestan servicio voluntario dentro de una organización o de manera individual. Es una forma de agradecer su contribución.

¿Usted querido lector ha sido voluntario en alguna ocasión? En donde sea, si es así seguramente recordará ese gran sabor de boca que deja el hacer algo desinteresadamente, sin buscar nada a cambio, aunque en realidad acaba uno recibiendo mucho más de lo que pretendió dar.

Si no es así lo invito a que lo haga en la primera oportunidad, en nuestro México sobran organizaciones que requieren de nuestro apoyo, las hay para todos los gustos, para los que se preocupan por los animales, por la naturaleza y el ecosistema, los que quisieran hacer algo por los niños abandonados o que sufren de alguna discapacidad; por las personas con enfermedades crónicas, por los más pobres, en fin, no es para presumirse pero tenemos decenas de carencias y lo que falta son manos.

Claro que este día se debe aprovechar además para replantearse el porqué no hay tantos voluntarios o por qué las personas dejan de hacerlo; según los expertos esto último se debe a tres causas principales: 1) Nadie les agradece su aportación; 2) Los coordinadores no retroalimentan la actuación de sus voluntarios ni les señalan aciertos y, 3) los voluntarios se van cuando sienten que han desperdiciado su tiempo.

Debo decirles que esta vez no estoy muy de acuerdo, a menos que hayan sido voluntarios “a la fuerza”, porque normalmente quien hace este tipo de esfuerzos no están esperando recompensas y si eso que están haciendo al momento no sienten que sea lo mejor o que pudieran ayudar de otra forma, simplemente lo hacen.

Sin embargo creo que sí va siendo importante que como sociedad nos empecemos a interesar en esto del voluntariado, de alguna forma necesitamos comenzar a voltear a los lados, que nos importe lo que pasa a nuestro alrededor, porque cada vez vivimos más encerrados en nosotros mismos y lo peor, con miedo, por lo que si vemos injusticias la verdad ya ni nos inmutamos, mejor no nos metemos; eso no puede ser nada bueno.

El mentado “servicio social” que tienen que hacer los jóvenes para titularse debería ser una magnífica oportunidad, o bien para que realmente obtengan experiencia en su campo laboral o bien para realizar este tipo de labores.

Hay organizaciones muy serias, con estructuras fuertes y muy buenos proyectos que perfectamente podrían reclutar a estos muchachos en lugar de que estén sirviendo café y sacando copias en una oficina gubernamental, sólo desperdiciando su talento.


Invito por este humilde medio a todas las asociaciones civiles de Tapachula, del Soconusco, de Chiapas, a quien quiera contarme qué hace, si requiere voluntarios, con qué características, para que empecemos todos a trabajar por todos, y créanme que en la medida en que aprendamos a organizarnos, a resolver problemas, esta sociedad, este país va a cambiar.

Cierto es que don Gobierno tiene la mayor responsabilidad y la lana, pero ¿qué cree? Nosotros tenemos millones de manos que saben hacer milagros, millones de cabezas que saben solucionar hasta lo imposible y millones de buenos corazones que estamos dejando que se sequen. Nos necesitamos. ¡Yo me ofrezco de voluntario! ¿quién me quiere?

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