FESTEJOS A LO GRANDE, PARA LOS GRANDES
Por Ronay González
Recuerdo con mucho cariño a mi maestro Francisco de la Rosa, un increíble amigo a quien en más de una ocasión le saqué canas verdes, aunque no conforme con eso creo que hasta calvo se quedó el pobre. Me daba lectura y redacción así que ya se imaginarán, sin embargo, aunque tengo una ortografía muy mala, me supo transmitir el gusto por querer decir las cosas.
A él, como a varios otros como al maestro Gilberto, la profesora Lupita, el profesor Guanon y hasta a mi maestro D’Gyves, tengo que agradecer el que hicieran que me gustara lo que ahora es mi profesión; aclaro que lo metiche ya lo traía, me refiero al gusto por el periodismo en sí.
Ellos me daban algo más que clases, eran un ejemplo de vida, entregados a su trabajo, al verlos, escucharlos, te quedaba claro que no había otro camino que estudiar y prepararse. No fui un alumno para lucir, pero siempre me entendieron, sabían que trabajaba además de estudiar y me apoyaron, como a muchos otros jóvenes que luchábamos todos los días por salir adelante.
Doctores, dentistas, empresarios de la tortilla, enfermeros, abogados, locutores, reporteros, es más, el Presidente Municipal con licencia, Samuel Chacón, quien no es de mi generación, aclaro, él es más viejo, pero también salió de la Prepa 2, de una generación que trabajaba duro, que comía tortas de Juanita, a quien hasta fiado le pedíamos, lo que fuera con tal de continuar. Fuimos una generación cultivada con el ejemplo de lucha y esfuerzo por parte de nuestros maestros.
Faltan poco más de tres meses para el 15 de mayo, el Día del Maestro que celebramos en México desde 1918, una fecha que nos lleva a reflexionar en la importancia vital de la educación y en la gran misión de quienes ejercen el magisterio, aunque pareciera que hoy en día andamos como perdidos, no sé a qué hora ni dónde, pero después de ser las personas más respetadas en los pueblos o comunidades (junto con el doctor y el cura del lugar), ya no son lo que yo lo recuerdo.
Eran personajes que tenían más influencia que las autoridades, tan respetados como el mismísimo padrino de bautizo; ahora ya no sabe uno qué pensar cuando los ve cometiendo actos casi vandálicos.
Puedo entender un espíritu de lucha, cierto es que en ese sector, como en casi todos hay muchas injusticias, pero no estoy seguro que haciendo desmanes logren sus objetivos. También sé que como sociedad no somos muy receptivos de los actos pacíficos, que poco nos ha importado el que haya maestros, sobre todo rurales, que trabajan en condiciones deplorables (no se diga cómo estudian los pobres chamacos), y que los volteamos a ver hasta que aparecieron en la tele secuestrando camiones, algo similar a lo que pasó con el fenómeno Marcos, México, el mundo entero volteó a ver a Chiapas y sus indígenas hasta que hubo armas de por medio; tal vez los maestros pretenden algo similar.
Hay tantos y tan diversos puntos de vista, a favor y en contra, que ofrezco este espacio a los maestros, que sean ellos los que nos cuenten realmente qué buscan, cuáles son sus objetivos. Por supuesto no me refiero a los líderes sindicales, a esos que nunca han pisado un aula y que sólo se dedican a “coordinar” marchas y plantones; a quienes queremos escuchar es a los que les ha tocado dar clases a 60 chamacos al mismo tiempo, o a cinco pero en una escuela que está a dos horas a pie.
Un maestro es un ejemplo de vida, al menos para mí, no hay más que palabras de respeto y agradecimiento para todos mis mentores, pero no creo que los niños de estos tiempos opinen lo mismo de alguien que sólo les dio clases dos meses y luego los dejaron sin clases otros dos.
La carga es muy grande, tienen sobre sus hombros nada más y nada menos que el peso del futuro de la nación, realmente me gustaría saber qué opinan de eso.
Ya sé que estamos en febrero, pero para mayo nos van a bombardear con las mismas cosas y posturas de siempre, por eso les sugiero que platiquemos ahorita, sin presiones, sin prisas, por el simple gusto de entender y poner nuestro granito de arena para que vuelvan a serlos actores más importantes de nuestra sociedad.
Nos estamos quedando sin auténticos maestros, y si no me cree, nomás asómese a ver cómo anda nuestra sociedad.
Hablando de la sociedad y lo torcidos que luego andamos, ya arrancó el operativo "Tapachula Seguro", donde participan corporaciones de seguridad de los tres órdenes de gobierno. En el evento el alcalde Venerando Díaz Martínez, agradeció el apoyo del Gobernador del Estado Manuel Velasco Coello para reforzar la seguridad en la Perla del Soconusco, con la participación de 300 elementos estatales y la unidad blindada tipo Pitbull que iniciaron los recorridos de vigilancia en beneficio de la población.
Ya se cuenta con una estrategia que refuerza la seguridad en el área urbana, principalmente en el Fraccionamiento Laureles donde se localizan 7 instituciones educativas en un radio de 17 cuadras, implementando patrullajes y recorridos pie tierra para garantizar la seguridad de los estudiantes y colonos, bien por esa, claro que también se incluyen lugares como las colonias San José el Edén, Calpan Laureles y los Reyes, en donde también se integra el estudio técnico para el cambio de luminarias y pavimentación de vialidades, que mejoren la seguridad de peatones y automovilistas.
En este operativo están incluidas diversas corporaciones como la División de Gendarmería Tapachula, Policía Estatal Fronteriza, Secretaría de Seguridad Pública Municipal, Policía Estatal Preventiva, Secretaría de la Defensa Nacional, Policía Estatal de Caminos y Turismo, 14ª Zona Naval, las cuales ya iniciaron su recorrido de vigilancia en beneficio de todos nosotros.
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