miércoles, 4 de marzo de 2015

CARREREANDO LA CHULETA

COCHI DE MONTE

COMO PUERCOS SALVAJES
Por Ronay González
- "¿Usted sabe cómo se capturan los puercos salvajes?" Así comenzaba un relato que leí y que me intrigó porque la publicación no tenía nada que ver con la naturaleza, entonces supuse que no me iban a relatar técnicas ancestrales de caza.

Efectivamente el mensaje era de otro tipo, pero véalo usted mismo: "Usted captura puercos salvajes encontrando un sitio adecuado en la floresta y tirando un poco de maíz en el piso. Los puercos vienen diariamente a comer el maíz de gratis. Cuando se acostumbran a venir diariamente, construye una cerca a un costado del sitio en donde ellos se acostumbraron a venir. Cuando se acostumbran a la cerca, ellos regresan a comer el maíz y usted construye otro lado de la cerca… va poco a poco hasta instalar los cuatro costados del cercado alrededor de los puercos, al final instala una puerta en el último lado. Los puercos ya estarán acostumbrados al maíz fácil y a las cercas, comienzan a venir solos por la entrada. Es ahí cuando cierra el portón y captura a todo el grupo."

Usted querido lector es más listo que yo y a estas alturas sabrá para dónde va este asunto, pero le pongo el final: “Luego, empiezan a comer el maíz fácil y gratis. Se quedan tan acostumbrados a eso que se olvidan cómo cazar por sí mismos, y por eso aceptan la esclavitud."

¿Cuántos acostumbrados al maíz gratis habrá en México? Muchos diría yo, el asunto es que no hay nada gratis en esta vida, y nos está costando mucho, muchísimo.

Por supuesto que hay quien necesita ayuda, un empujón, apoyo, pero no que le demos de comer para toda la vida. Los programas que tienen que ver con realizar actividades económicas son los menos, la mayoría son como el maíz fácil en forma de caja de despensa o de cheque.

Se va perdiendo la libertad, uno de los derechos más sagrados de cualquier ser humano, porque entonces nuestra la vida comienza a girar en torno a quién nos da el maíz, y como a los puercos, se olvida que sabíamos cazar y que a lo mejor era más tardado pero había muchas satisfacciones en ello.

Hablando de satisfacciones y de producción, gracias por todas las respuestas cuando protesté porque habiendo tanto mango en la zona no me había podido tomar una agua de mango Ataulfo o ya de perdis un manguito con chile.

Insisto, separados no vamos a llegar muy lejos, a ver, por qué no organizamos el menú del Soconusco, que en todos los restaurantes de entrada den tiritas de mango con chilito (se me hizo agua la boca), que se incluyera el agua de mango y se ofreciera antes que la Pepsi o la Coca, que hubiera en la mesa salsa, ya no roja ni verde, sino de mango y que en los postres se incluyera cualquier delicia con este manjar nuestro.

Honestamente no creo que esté alucinando, yo creo que sí se puede, si se juntan la Canaco, la Cámara de Restauranteros, la de Hoteles y Moteles y además invitan a los que no están afiliados, el resultado va a ser excelente.

A veces hace falta que valoremos más lo que tenemos y le hagamos menos caso a lo que no tenemos. Pruebe un mango Ataulfo que no haya salido de esta tierra y va a saber de lo que le estoy hablando. Lo que me recuerda que no hemos hecho nada con los árboles ”madre” de mango que viven en Tapachula y que lejos de explotarlo como atracción turística, nomás le dan sombra a algunos coches.

Seguiré insistiendo, no importa que parezca disco rayado, prefiero eso a ver cómo nos seguimos cerrando a las oportunidades.

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