QUE POR LO MENOS NOS INVITEN AL
CINE CUANDO CARGUEMOS GASOLINA
Por Ronay González
Amo el séptimo arte, me encanta el cine, el animado, el de acción, la comedia, los dramas, ¡hasta el porno! pero cuando me entero que Pemex, nuestro Pemex (puede reírse, yo ya lo hice), ha gastado 558 millones de pesos en la producción de películas, no puedo más que preguntarme desde cuando la extracción petrolera es tan taquillera.
Sabemos del éxito del mundo del transporte con “Lola la trailera”, o de lo que impresionan nuestras historias de migrantes, hasta premios se ganan aunque vergüenza nos debería dar que pasen tantas cosas terribles con ellos. El gremio cafetalero y del chocolate también han tenido su momento de gloria, pero nunca me imaginé que a Pemex, después de pagar extensiones de pene y una que otra liposucción, le quedara lana para hacer cine.
Tengo que reconocer que el motivo es loable, que visto así la idea no es mala, que si se trata de que los empleados puedan sortear mejor las situaciones de riesgo en el ambiente laboral, qué bueno, cualquier cosa que se haga en aras de que no haya pérdidas humanas cuando sucede algún accidente valdrá la pena.
Los resultados me parecen extraordinarios, pues según los datos del Sistema de Seguridad, Salud en el Trabajo y Protección Ambiental, esa inversión logró que en 2014 se redujera entre 60% y 70% los accidentes laborales de la petrolera. Un aplauso a los trabajadores que pusieron todo su esfuerzo y al que se le ocurrió la idea, pero, ahí viene el pero ¿tenía que salir tan caro?
No estoy diciendo que esas vidas no lo valgan, valen eso y más, pero ese esfuerzo se pudo haber hecho apoyando además al cine independiente, a jóvenes directores, actores, con tanto talento que hay sin chamba, sin oportunidades.
Hay películas que con un poquito más de presupuesto han logrado estar nominadas entre las mejores del mundo, así que con los 31 millones de pesos que se gastan por película (hacen tres por año), perfectamente podríamos, además de ayudar a evitar accidentes, generar algunos empleos de los muchos que necesitamos, porque dudo mucho que Andrés García, Fernando Ciangherotti, Sergio Mayer, Liz Vega, Perla Encinas o Rosa Gloria Chagoyán estén tronándose los dedos para alimentar a sus hijos verdad. Esos son a los artistas que contratan, a “famosos” de Televisa y de TV Azteca. ¡Qué casualidad!
Las cintas son exhibidas en un tráiler que se instala en centros de trabajo de Pemex y según los testimonios de los mismos trabajadores han logrado que se identifiquen con los personajes que están en estas situaciones de riesgo e incluso aprenden cómo sortearlas, de una forma mucho más amena que si les dieran una conferencia de tres horas.
No veo por qué no abrir esas películas al resto del país ¿será que no querían que nos enteráramos? Total, si logran sacar algo que sea para producir la siguiente y así ese dinero se podría destinar a otra cosa, a un beneficio colectivo y no de las dos grandes televisoras.
Insisto, la idea es muy buena y qué mejor si da resultados, pero al ser una paraestatal, lo ideal sería que esos recursos, que además se supone que son en parte nuestros porque el petróleo es de los mexicanos ¿o era? se empleara en apoyar los grandes problemas, como el desempleo, la falta de oportunidades y en este caso hasta le cine.
Cambiando de chuleta, el gobernador Manuel Velasco, urgió a las autoridades municipales del estado a actuar con efectividad y alta competencia antes, durante y después de cualquier contingencia derivada del comportamiento climático. Esto, al hacer entrega de equipo para varios municipios, principalmente aquellos que son vulnerables en la temporada de lluvias.
Resaltó que las inversiones para garantizar la seguridad y la prevención den zonas de alto riesgo, se hacen con el objetivo de preservar la vida. Es de presumirse el que en lo que va del presente sexenio, no ha habido pérdidas humanas qué lamentar en las temporadas de lluvias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario