viernes, 11 de septiembre de 2015

CARREREANDO LA CHULETA


MEJOR ESOS MILLONES NOS LOS HUBIERAN DADO

Por Ronay González
Hagamos un recuento de los daños: rastro de Huixtla, de primer nivel, tipo TIF, inaugurado dos veces: abandonado; planta procesadora de aceite de palma, la que está frente al rastro abandonado: abandonada; planta procesadora de cacao en Tuzantán: abandonada; Cafesca, la liofilizadora que prometió comprar café a los productores de la zona: lo trae de Vietnam; parque del chocolate: abandonado; planta de biodiesel: la más grande de todas las burlas; planta descuticulizadora en Mazatán: abandonada; rastro de Tapachula: se quedó en intento; planta de Herdez: sí funciona, pero contamina más de lo que beneficia.

Si hacemos una suma de los millones y millones que hay en estos proyectos, la cantidad final seguramente alcanzaría para al menos invitar a comer a toda la población del Soconusco, ya con eso lo daríamos por bien utilizado, porque ver esas ruinas es como tener hambre y darse cuenta que el de enfrente está tirando los tacos al piso.

Los sentimientos van desde el enojo, pasando por la risa histérica, la indignación, hasta llegar a la terrible indiferencia, de tal forma que para todos nosotros estas cosas sean parte del paisaje, de lo cotidiano, y no ameriten la atención o la ocupación de nadie. De repente se toman como banderas para desprestigiar a unos o a otros, pero es todo, siguen en el letargo de hace décadas.

¿Qué hacer? Honestamente entender el por qué suceden estas cosas va más allá de mi limitado entendimiento, al grado de no saber qué me da más coraje, ver que fulano o sutano se peló del país con varios millones que no eran de él, sino nuestros, o tener este tipo de cosas, que costaron los mismos millones pero que se están convirtiendo en nada, en basura.

¿Se pueden reactivar? Supongo que sí, todo se puede, la pregunta es a qué costo. Cómo me gustaría que nuestros talentosos jóvenes que andan en busca de temas para sus tesis, por ejemplo de economía, de agropeacuaria, o a cualquiera que se lo permitan, hiciera un análisis serio del costo-beneficio de reactivar algunos de estos proyectos, porque obviamente saldría caro, pero si de por sí luego no saben en qué gastar los presupuestos, valdría la pena hacer el gasto si de ahí en adelante hubiera muchos beneficiados y económicamente se generara lo suficiente como para que en unos diez o quince años (es lo que muchas de estas ruinas llevan sin funcionar), pudiéramos decir que ya todo será ganancia, que aunque fuera a un alto costo, pero que se logró el beneficio.

La segunda gran pregunta es, bueno en realidad son muchas al mismo tiempo: ¿a quién se le ocurrieron estas cosas? ¿qué faltó? ¿qué sobró? Y la más importante ¿qué vamos a hacer para que no nos vuelva a pasar?

Ahí está un tema pendiente para los cuates legisladores, que haya penas, multas, cárcel, aunque ya sé que eso no es suficiente porque en este país se castiga al que no tiene, no al que delinque, pero bueno, al menos sería un buen inicio.

Estoy seguro que si por cada proyecto hubiera un verdadero responsable, alguien que supiera que si los proyectos no funcionan de menos va a tener que huir o gastar en abogados, las cosas serían diferentes. Que por ley las ocurrencias, de determinado monto hacia arriba (aunque deberían ser todos), tengan un aval, alguien que responda si no se termina a tiempo, que responda si sale más caro, que responda si no funciona, incluso que asegure su funcionamiento durante al menos cinco años.

No creo que sea mucho pedir, es tan simple como cuando nosotros solicitamos un crédito al banco para un negocio, nos piden los datos hasta de nuestros bisabuelos y queda bien claro quién va a responder por ese dinero en caso de que nosotros no lo hagamos, y lo hace porque lo hace; lo mismo debería pasar cuando juegan con nuestra lana, mucha por cierto.

Es más, deberían prohibir las inauguraciones, o que las hagan, pero que como requisito los lugares tengan al menos un años funcionando ¿no cree?

Cambiando de chuleta, una de las preocupaciones del gobernador Manuel Velasco, han sido los derechos humanos y en particular los de los migrantes centroamericanos que pasan por la entidad. Por ello, durante su última reunión con el titular de la política interna del país, acordaron reforzar las estrategias para garantizar a los migrantes, todos los derechos posibles, así también en días pasados, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se comprometió ante el mandatario chiapaneco a otorgar todas las facilidades para que en Chiapas, los migrantes tengan un trato digno, porque todos tenemos derechos.

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