Por. Romeo Ortega
El candidato Presidencial, Enrique Peña Nieto, asistió a la XXX Sesión Extraordinaria del Consejo Político Nacional del Partido Revolucionario Institucional, para plantear las nuevas formas de asumir tareas, superar viejos paradigmas, porque llegó la hora de romper con el pasado.
Bien sabe Peña Nieto lo que dice no porque haya vivido en ese pasado que ofrece romper, sino porque conoce los lastres que refrenan el progreso nacional, como los conocen todos los jóvenes que no han vivido de espaldas a lo que guarda y enseña la historia.
Ese pasado en muchos sentidos es abrupto al que concurren muchos sectores, grupos, sectas o partidos políticos. Se incuba aquí una responsabilidad común, no imputable a nadie en lo particular. Aquel que quiera solamente señalar al PRI, atrapa, oculta y encubre gran parte de ese pasado negativo que es al que se refiere Peña Nieto.
El Partido Revolucionario Institucional puede albergar en la hora actual lastres del pasado, pero no solo él también los hay en gran escala en otros partidos, principalmente en el PAN. Este partido no puede hablar ni de democracia ni de integridad, cuando tomó el poder se enloqueció y no solo acusó ineptitud, sino galopante corrupción. Nunca jamás un partido como el PRI, hubiera entregado al final de un sexenio la cuota macabra de más de 50 mil muertos, entre los que van miles de inocentes cubiertos con el manto de la impunidad.
Peña Nieto plantea romper con el pasado y lo va a hacer, no para destruir o desaparecer al PRI, sino para renovarlo, transformarlo y arrancarle de raíz la efigie de dinosaurio como lo identifican tantos caricaturistas y profesionales de la pluma.
No hay partido que tenga los arrestos y declaración de principios que tiene el PRI, basta con observarlos, adecuarlos en algunos aspectos al presente, para tener un partido fuerte, nuevo, lozano, marcador de una nueva era, de un renacimiento histórico.
La persistencia de vicios, simulaciones, prácticas antidemocráticas y corrupciones, es cuestión de hombres no de instituciones. El PRI es una institución de la que salen hombres con la oportunidad de servir, pero en el camino traicionan sus convicciones, desvían sus rumbos y se meten a los sórdidos caminos del enriquecimiento ilícito o de la defraudación sistemática. Ese es el pasado, la corrupción y la concupiscencia con el que Peña Nieto está decidido a romper. Lo puede hacer, no hay duda, por su fortaleza generacional que habla de cambio y renovación de ideas.
Habló Peña Nieto a los priistas sabedor que la tarea es conjunta, determinante por retadora. Hay que buscar y encontrar los lastres lo mismo los que estén en la superficie que los que se encuentren ocultos en alguna profundidad o área aparentemente inexpugnable, para que la asepsia acontezca de manera integral.
En esa sesión del Consejo Político Nacional, Peña Nieto le dijo a todos los que aspiran a un cargo de elección popular respaldados por el PRI: "les pido responsabilidad, honestidad, transparencia y resultados para ganarnos y para refrendar la confianza de la gente, hay que poner ejemplo, hay que empezar en casa; el PRI tiene que asumir el papel que le corresponde no inspirado en la nostalgia de ayer, sino en los retos del presente para ganar el futuro"
La sombra del pasado ominoso no puede proyectarse más sobre el escenario nacional donde su parte más sombría está reflejada en los últimos doce años de frivolidad, mentiras, impunidad, inseguridad y violencia. Eso es lo que se debe exterminar y esa es la intención indeclinable de don Enrique Peña Nieto.
COLOFÓN.- La ruta de las mujeres en migración inició ayer en Tuxtla Gutiérrez y concluirá el uno de junio próximo en SCLC. Es un Instituto que representa Miriam González Sánchez y que tiene como objetivo identificar los principales retos y posibles soluciones que enfrentan las mujeres que dejan sus lugares de origen para enrolarse a esa migración que busca nuevas oportunidades o que quiere realizar el sueño americano. Participan en la marcha representantes de la sociedad civil, la academia y el periodismo de de Puebla, Veracruz, Chiapas, Distrito Federal, Tlaxcala y países como Costa Rica, Guatemala y Estados Unidos. Esta es una forma muy elocuente de buscar proteger a la mujer migrante que tanto se expone a vejaciones y al atentado a sus derechos humanos. Este Instituto realiza una gran valor que vale la pena respaldar por los nobles fines que persigue.
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