El hándicap para ganar la colina universitaria de la máxima alma mather en Chiapas, ya arrancó y el único requisito para correr en esta gran “carrera para la UNACH”, es haber entregado un documento de 20 cuartillas, donde los caballos dan a conocer su pedigree equino y su propuesta de cómo quieren a futuro una Universidad, donde haya verdadero enaltecimiento académico y transparencia pública en el manejo de los recursos públicos, para evitar otro caso cómo el de Ángel René Estrada Arévalo, quién ganó el hándicap pasado con apoyo del dueño de la cuadra de “Uno con todos”, Pablo Salazar , fenómeno que hoy se trasluce en una UNACH, desdibujada y con severos problemas financieros.
El gran hándicap por la colina universitaria, data desde 1975, con su fundador el gobernador Manuel Velasco Suárez, y según los jueces será el caballo número 13, quien ocupe la colina del rancho de la UNACH, que haciendo números llegó a 36 años de su fundación. En el palco de honor, para este alumbramiento rectoral figuran cuatro personajes que conforman la Junta de Gobierno de la UNACH, quienes serán los escrutadores de las 20 hojas del futuro rector número 13. Entre los miembros de la Junta están, Armando Montoya Cameras, Hilario Laguna, Joaquín Ballinas y Fernando Ordaz, quienes sin duda ahora analizaran más el valor de una Universidad, que tenga academia y no acciones de grilla barata. El ganador tomara posesión el 5 de diciembre próximo.
Por vez primera en esta carrera universitaria, es histórica, ya que hay muchos que presentaron sus 20 hojas con su proyecto universitario, y muchos también les hablaron por teléfono para que no participaran. Sin embargo en la lista de los caballos corredores que tienen posibilidades de ganar, son Jaime Valls Hernández, a quién sus adversarios aseguran es ya el numero 13 y pertenece a la cuadra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y su dueño es el Ministro Sergio Valls Hernández, quien en una entrevista hace 45 días con una cadena de medios de comunicación, dijo que sus hijos ocupaban importantes cargos en la administración pública, por su capacidad de trabajo y no del influyentísimo del papá, que esta semana de los files difuntos anduvo de cena en cena en Tuxtla Gutiérrez.
Le siguen Fernando Álvarez Simán, (Extensión Universitaria), Julián Domínguez, López Portillo (CONALEP), Rodolfo Calvo Fonseca (Maestro e investigador), Adrian Pérez Vargas, (Director de la facultad de medicina humana y el hombre del estetoscopio en Salud) y por las féminas Susana Sosa Silva (coordinadora general de universidad virtual), Marcela Iturbe Vargas (secretaría de gestión de la calidad) y Alma Rosa Cariño Pozos (Procuradora de la Mujer) y obviamente la lista sigue y sigue y sigue….
El nuevo rector de la UNACH, estará en el cargo cuatro años, sin embargo cómo egresado de nuestra alma mather, lo más trascendental de este hándicap universitario, es que el que quede –hombre o mujer- tendrá que sacar de la barranca a nuestra universidad, que yace en la bancarrota económica y en el abandono académico, cuyas culpas se las endosan a los exrectores Jorge Ordoñez y Ángel René Estrada, hombres cercanos al exgobernador Salazar, cuyo pecado mesiánico es también no solamente ser protagonista de la sucesión gubernamental, sino también de la máxima casa de estudios.
Y es que el sello de un nuevo rector en estos tiempos, es que debe de ser un brillante académico, de sobrada calidad moral, en la sociedad universitaria, porque esos hombres son los que verdaderamente destacan en su afán de brindarle enaltecimiento académico e investigación, a una universidad, y de esos hombres es lo que necesita la UNACH, no “ahijados” mucho menos “hijos de papi”, porque una Universidad representa un futuro de cambio en una entidad, y cuando se es grande, hasta en post morten, los reconocen cómo fue la última entrega de la medalla “Dr. Belisario Domínguez, al exrector Javier Barros Sierra, que dese el cielo opacó al otro ganador Luis H. Álvarez, político grillero del PAN, y que fue apoyado por un grupito de senadores azules, quedando bien con el Presidente Calderón. ¿O no?.
COPAC.- El Consejo de Organizaciones Productivas (COPAC) de Tapachula, hizo ayer un severo cuestionamiento sobre los 12 millones de pesos, que las autoridades de gobierno dieron a conocer hace tres años, -en voz del en ese entonces titular de Economía, Roberto Albores Gleason- que habían para la compra de terrenos de la zona arqueológica de Izapa. La COPAC, recriminó al INAH y a las autoridades de Turismo estatal, por su marginación y olvido de una zona arqueológica de la que dijo es reconocida por expertos y estudiosos mundiales y no el INAH y Turismo que deben de velar por los tesoros de México.
La COPAC, fue precisa: “Reclamamos se atienda y se deje de simular con el desarrollo turístico del Soconusco, que es algo más que unos barcos de 12 horas de estadía en Puerto Chiapas”. Corremos traslado de la exigencia a Don Juan Carlos Calymayor, que sigue siendo un potencial enemigo turístico del Soconusco, y del que algún día sugirió que ese nombre no se mencionara. ¡Háganme favor!.
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