Por. Irma Ramírez
Ser alcalde, debería ser un fuerte compromiso de ayudar a su municipio, no sólo el decir ya gané, y a apoyar a los amigos; pues en esta administración se ha visto más que evidente la incapacidad de más de un edil por gobernar; pues están más preocupados por el tiempo que les queda, del proceso electoral que se avecina, de buscar una diputación local o federal, o cualquier otra cosa, que hacer las cosas bien.
Pareciera que en esta administración los actuales presidentes municipales por solapadotes se están hundiendo, como el de Jiquipilas, donde el entonces edil, solapó a su hijo, quien presuntamente entró a la cárcel y baleó a un interno; el de Tumbalá que golpeó a una mujer; el de Yajalón, a quien acusan de solapar una presunta violación por parte de algunos elementos de la policía municipal.
O el último caso del munícipe de la fraylesca, que actualmente está solapando a su guarura, quien en verdadero estado de ebriedad empezó a tirar balazos en la vía pública, afuera de una cantina, al grado de estar a punto de matar a un niño.
Esperemos que esta vez el edil en cuestión tenga las agallas para castigar a su guarura y dejar de estarlo solapando, pues el personaje se siente super protegido por la autoridad y dice hasta al que no le pregunta que a él no le pueden hacer nada.
Definitivamente deberían dar un curso de capacitación intenso a los alcaldes electos para hacer un buen papel, reiterándoles que la ley es pareja, incluyéndolos a ellos, pues al final de cuenta existe el desafuero y no deben sentirse únicos y estar solapando ilícitos, como presuntas violaciones, o “ganster” disparando al aire.
Porque él ser edil no significa volverse inalcanzable para el pueblo, poniendo barrera con guaruras; se entiende que deben tener personal que esté al pendiente de sus seguridad, pero que no sean estos quienes causen los problemas.
Mejor se dedicaran a buscar alternativas para optimizar los recursos y buscar mayor presupuesto para realizar obras en los municipios; no vayan a hacer como otro de la costa, precisamente de Tonalá, David Aguilar Solís, quien se la pasa inaugure e inaugure, pero obras que dejó su sucesor.
Por cierto estuvo cerquita de ser exedil por andar recibiendo personas no gratas, con todo eso espera ser el nuevo diputado federal.
Aunque claro está que hay alcaldes que si saben hacer sus trabajo y están realizando bien sus labor, buscando recursos que les permita ayudar a su pueblo.
BASE DE DATOS…-
Se sigue apoyando a los municipios con menor índice de desarrollo humano, como el caso de Pantelhó, donde el gobernador, Juan Sabines, inauguró aulas, con las cuales suman ya 89 obras que han beneficiado a más de 20 mil personas.
Además también cuentan ya con un Módulo Interactivo de Gobierno, acercando así los servicios de Hacienda, Banchiapas, Registro Civil, Chiapas Solidario y Atención Ciudadana.***
También en huixtán hubo inauguración de obras y de la puesta en marcha del MiGo número 33.***
Amplia explicación le dieron los funcionarios de seguridad a los embajadores de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, sobre los sistemas operantes de seguridad en la entidad; se habló de la capacitación de policías, de los juicios orales, adquisición de equipo de alta tecnología; así como la incorporación del Centro Especializado en el Tratamiento y la Prevención de las Adicciones; además de los programas para la prevención del delito y procuración de justicia en los principales municipios como Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, Palenque, San Cristóbal de las Casas y Comitán.***
Será cierto que algunos exfuncionarios de primer y segundo nivel del gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía, han estado como “desesperados” devolvieron algunos recursos que les quedó “trabajo” en sus bolsillos, con el propósito de no vestir de naranja y pasar a formar parte de la porra más grande de los Jaguares, o no estar en la lista de los más de 50 más buscados de Chiapas?. No cabe duda de que el miedo no anda en burro.
Lo que si queda claro que esos exfuncionarios que pasaron de la pobreza a la riqueza, se han olvidado de su amigo que viste de naranja, a quien algún día defendieron; pero ahorita ni su nombre pronuncian. Definitivamente cuando el barco se hunde los primeros en correr son las ratas.***
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