viernes, 16 de diciembre de 2011

Comentario Zeta

Pablo, otra vez manipula fe evangélica 

Por. Carlos Z. Cadena 
Desde el 8 de octubre lo dijimos en este espacio, que la defensa legal de Pablo Salazar buscaría la estrategia de hacerse la víctima ante el cúmulo de denuncias públicas que se respiraba en el ambiente del pueblo chiapaneco, después de haber sido detenido el 7 de junio, acusado del delito de peculado por 104 millones de pesos, y que se declararía “preso político”, que buscaría a los Pastores evangélicos, para después buscar la fuerza de una institución internacional de los derechos humanos, para hacerse de la víctima. Pues ya se declaró desde el pasado jueves 1 de diciembre “preso político”, y ahora busca engañar a los evangélicos con el petate del muerto, que es una injusticia su detención, por lo que a través de internet, circula una carta de Salazar, muy subliminal pero con ingredientes de engaño al pueblo cristiano, que no debería de caer una vez más en “El protagonista principal que utilizó una religión para encumbrarse cómo servidor público, y juguetear con la sentencia bíblica de “Dar a César, lo que es de César y a Dios, lo que es de Dios”. 
Pablo Salazar, hábilmente en sus declaraciones se reserva el derecho a no responder a las preguntas del Fiscal del Ministerio Público, sin embargo, muy perspicaz -obviamente asesorado por su abogado- viene haciendo ampliaciones de su declaración pero de carácter político y no judicial, como la que tuvo en la última ocasión, donde saca hasta el Presidente John F. Kennedy y su esposa Jacqueline, que sufrieron la pérdida de un bebe de nombre “Patrick”, que falleció de la misma enfermedad de los Niños de Comitán, utilizándolo cómo metáfora de que el presidente Kennedy nunca culpó ni al pediatra, ni al director del hospital. En otras palabras toda su ampliación legal, lo está convirtiendo en un asunto político para que se “encuadre” la figura de preso político, pero cuando le pregunta el Fiscal sobre sus procesos, simplemente se inmuta y señala que no responderá a las preguntas que la ley le obliga. 

En el fondo quiere mostrar que hay un linchamiento político y no escenarios judiciales donde se le ha fincado el auto de formal prisión, hasta en tres ocasiones. Pablo juega con el tiempo y sus expedientes se están configurando, como él quiere que sea.
Utilizando nuevamente la manipulación, y de que es una blanca palomita, dice en la carta al pueblo cristiano: “Muy amados hermanos: Como ustedes saben, por decisión de una sola voluntad, llevo más de 6 meses de una injusta prisión. 

A pesar de que han querido aislarme, nunca he estado más acompañado que ahora: Dios ha estado siempre conmigo, y las oraciones de ustedes también. Cada semana me llegan noticias de oraciones, intercesiones, ayunos y cientos, miles de rodillas dobladas en Chiapas, en México, y en muchos países del mundo, clamando por mi libertad. ¡Gracias hermanos! Como ustedes saben, el único pecado que cometí, fue anunciar mi regreso a la política. La respuesta fue una feroz campaña de ofensas y calumnias con un origen muy claro”. Y la carta engañosa continúa….. 

Salazar, ya se declaró preso político, ya buscó el apoyo de la iglesia evangélica, donde hasta ahora afortunadamente hay más cristianos que acusan de que Salazar utilizó a muchos pastores para eventos electorales, el próximo paso es que lo proteja una organización de derechos humanos internacional. Pablo Salazar desde Huixtla, vuelve por sus fueros a utilizar a los cristianos de buena fe. 

Esos cristianos que primero está “El Dios que el César” y no al revés. Ya basta, ya no darle valor al mesianismo de Pablo, que como escribió hace años un lector: “Pablo Salazar, si fuera Ángel, fuera Luzbel, el Ángel que quiso superar a Dios”. 

MAVECO y MELGAR: Arriba en encuestas

Los posicionamientos electorales a través de las encuestas, son un mecanismo de medición producto de un conjunto de preguntas abiertas, cuyo fin es de conocer estados de opinión, característica o hechos específicos en torno a los aspirantes que en ese momento se encuentran en la plataforma de las expresiones populares y evidentemente los mismos partidos políticos. La famosa casa encuestadora “Parametría”, una de las más serias en nuestro país, -y que tiene relevancia internacional- realizó un sondeo de opinión, durante los días 11, 12, y 13 de diciembre en Tapachula, con la finalidad de conocer precisamente los posicionamientos electorales, donde el que sale con más de 90 por ciento de aceptación popular es Manuel Velasco Coello, seguido con un 50 por ciento Luis Armando Melgar Bravo, cuya ascensión popular ha sido geométricamente redituable. 

Inclusive, lo interesante de este estudio es que la Alianza PRI-Verde y Nueva alianza, arroja datos muy especiales en el sentido, de que si ahora fueran las elecciones esta alianza partidista, sería imposible de vencerla electoralmente, ya que los porcentajes electorales dan hasta un 40 por ciento para el PRI-Verde-Alianza, por un 20 del PAN y 16 de las otras coaliciones. En resumen, hay fenómenos electorales de ascensión electoral tanto en los aspirantes cuya rúbrica los cobija la alianza PRI-Verde-Panal, instituciones políticas, que también alcanzan puntajes muy elevados. 

Tanto Velasco, como Luis Armando Melgar, son aspirantes con los ingredientes altos en aceptación popular y algo muy importante, son aspirantes que son del conocimiento de la opinión pública. 

Habrá que agregarle que son parte también de una nueva línea generacional de políticos chiapanecos, donde ambos han hecho su carrera pública desde jovencitos -ya sea de representante popular o cómo servidor público- y que eso obviamente ha obtenido un impacto muy contundente en las expresiones populares, ya no solamente en la Costa, sino en toda la geografía estatal. 

Este sondeo de opinión, revela que se están dando fenómenos electorales muy singulares en Chiapas, tanto en imágenes de aspirantes, como partidos políticos. Diría el maestro del quehacer político electoral en México, Jesús Reyes Heroles: “Los muestreos electorales, arrastran efectos que muchas veces no nos imaginamos”. Y así es.

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