jueves, 7 de febrero de 2013

Comentario Zeta

Se ocultó información del sismo en sexenio pasado

Por Carlos Z. Cadena

Se confirma lo que ya se temía que en el pasado sexenio muchos escenarios de daños y deterioros producto de aquel sismo del 7 de noviembre que golpeo fuerte en Chiapas se ocultaron de manera mañosa en la entidad, sobre todo daños en las instituciones educativas de varios municipios de la Costa. Pese a que Protección Civil cumplió con sus peritajes, hay muchas expresiones de que se instruyó oficialmente que no se informara de los resultados de los peritajes. Lo cierto es que es preocupante la denuncia pública que se hizo en Tapachula, donde al menos 2 mil estudiantes de la preparatoria número tres viven momentos difíciles quienes desde el pasado 7 de noviembre, fecha en que se dio el sismo, sus instalaciones fueron severamente dañadas y el fantasma de riesgo humano se encuentra latente. 

Es una comunidad estudiantil que vive en zozobra, porque como hubo ocultamiento, ninguna autoridad se acercó para hacerle frente al problema y eso obligó a que los padres de familia salieran en defensa ya no solamente de la educación en favor de sus hijos, sino de todo lo que implica su seguridad, ya que dentro de la investigaciones se había señalado que al menos el 60 por ciento de su infraestructura de dicha Escuela Preparatoria se encuentra dañada y está calificada como un inmueble vulnerable, porque los sismos se siguen dando y una tragedia no se puede descartar, por eso el grito de alerta del Comité de Padres de Familia.

Hay salones que podrían venirse abajo, lo que obligó que los estudiantes salieran a recibir clases en las canchas deportivas, pero la molestia ha crecido que amenazaron que sí alguna autoridad no les hace caso se irán a recibir clases al parque central “Miguel Hidalgo”, y el problema se ha extendido porque advierten que ya viene el tiempo de lluvias. Un grito a tiempo para evitar que se atente contra la integridad física de los jóvenes.

Siguen las quejas contra abusos de taxistas

Durante el pasado mes de diciembre, la Secretaría del Transporte que dirige el impugnado Carlos Raymundo Toledo, vivió durante semanas un movimiento de absoluto desorden público con un aumento subrepticiamente realizado al pasaje, donde se desdijo después del problema infinidad de veces, para que al último aceptara que en efecto ese organismo había acordado un aumento autorizado en favor de los transportistas, desde el pasado 1 de diciembre afirmando que la autorización fue con base en una instrucción de quien era el ejecutivo del estado en ese momento Juan Sabines. A solo ocho días de culminar el gobierno. 

En aquella ocasión la Secretaría de Transporte se comprometió a gestionar y proponer las adecuaciones del marco legal ante la instancia correspondiente que permitieran resolver los conflictos que se verifican en el transporte público, sobre todo con el aumento del pasaje, sin embargo la modorra y hasta el entorpecimiento es lo que viene privando en esa Secretaria del Trasporte, que sigue inerte ante el problema que se viene gestando con el transporte de Chiapas y que la población ha empezado a satanizar. 

Muy lamentable la situación que se está viviendo con el transporte público de Chiapas en su modalidad de taxis y el servicio de combis colectivas, sobre todo en las principales ciudades como Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, donde el número de unidades es mucho más elevado por el número de habitantes que tienen, y las quejas populares evidentemente se han hecho más insistentes en torno a que se están aumentando el precio del servicio del transporte cuyo pretexto señalan es que los combustibles están subiendo cada mes, aunque para la gente no es más que una situación arbitraria y abusiva que hacen los transportistas que lesionan más la de por si raquítica economía familiar. 

Curiosamente no solamente se vienen dando los altibajos en la Secretaria del Transporte, sino que ahora hasta en el Conejobus que lidera Ezequiel Orduña Morga, se vienen dando el problema con el aumento y hasta problemas internos donde no se les ha pagado a los socios. Lo extravagante del asunto es que la población manifiesta que al cuestionar a los choferes de taxis su actuar, éstos en forma grosera y déspota les dicen también que el aumento de los combustibles y el regreso de la tenencia vehicular, los obliga a subir el precio del servicio.

Todo este menjurje debería de explicar el señor Carlos Raymundo Toledo, que pareciera que actuara poniendo piedras en el camino y crear mayores desordenes en el mundo del transporte. No hay información, no existe coordinación y todo va para el camino del caos. Alguien estratégicamente tiene que parar estos golpes bajos que huelen a tufo de traición.

El busto de Sabines derrumbado

Lo ocurrido el pasado 29 de Enero en el estado de Tabasco, donde se informó que por instrucciones de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), se congelaron 3,000 (tres mil) millones de pesos de cuentas bancarias de Mariana Granier Calles, -hija del ex gobernador Andrés Granier Melo y María Teresa Calles-, producto de la escandalosa corrupción que privó en ese vecino estado en el sexenio pasado, ojala que la irritación popular en Chiapas también obligue a las más altas autoridades federales para que el exgobernador Juan Sabines Guerrero y su “gavilla chilanga”, regresen los miles de millones de pesos de lo que son acusados por los chiapanecos.

Por lo pronto la ira popular en contra de Juan Sabines, ya se ha empezado a demostrar en la entidad, donde ahora ya no son sólo marchas, sino que ahora fue derrumbado el busto del exgobernador que desapareció el fin de semana en el parque deportivo Caña Hueca de Tuxtla Gutiérrez. Lo extraordinario es que a través de la redes sociales la gente pide que se invite a la población a derribar todos los letreros y bustos afines a Sabines y lo original que se les quite el nombre del exgobernador también a las calles, parques y mercados, porque consideran que no es válido que lleven el nombre del saqueador más grande que ha tenido Chiapas.

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